Río Negro avanza con el piloto de bonos de carbono en Región Sur: analizan 60.000 hectáreas

Las muestras de suelo enviadas a Buenos Aires para analizar permitirán definir la línea de base ambiental del proyecto en Maquinchao y evaluar el potencial de captura de CO2 a partir del manejo productivo.

El Ente de la Región Sur proyecta realizar nuevos muestreos en enero. Foto: archivo.

El proyecto piloto de bonos de carbono que se impulsa en la Región Sur, en Maquinchao, dio un nuevo paso técnico con la toma de muestras de suelo en campos de productores incluidos en el ensayo. El material recolectado fue enviado a un laboratorio certificado del INTA en Buenos Aires, donde se analizará el contenido de carbono orgánico y otros parámetros clave.

En diálogo con Diario RÍO NEGRO el presidente del Ente de la Región Sur, Darío Ibáñez, explicó que los trabajos se realizaron en terrenos que hoy suman casi 60.000 hectáreas y forman parte de esta primera etapa, superando las 30.000 anunciados inicialmente. El objetivo es contar con datos precisos que permitan establecer el punto de partida ambiental del proyecto de bonos verdes.

Según indicó Ibáñez las muestras fueron enviadas a un laboratorio certificado del INTA Castelar, en Buenos Aires, ya que no fue posible en esta etapa acceder a laboratorios habilitados en la provincia que cumplieran con todos los protocolos internacionales exigidos.

La logística fue una parte fundamental de las muestras deben conservarse refrigeradas y llegar al laboratorio dentro de un plazo máximo de entre cinco y siete días para que el muestreo sea válido.

Bonos de carbono en la Región Sur: cómo se mide la calidad del suelo


El procedimiento incluye la toma de muestras a distintas profundidades, según las características de cada suelo. “Eso depende del terreno, en suelos más profundos se llega hasta donde se puede, y en zonas como la meseta basáltica se toma muestra hasta el espesor disponible”, explicó Ibáñez. El objetivo central es medir el carbono orgánico del suelo y otros parámetros clave.

Las muestras se analizan en laboratorio mediante técnicas de combustión seca, además de evaluar el contenido de humedad y la presencia de fragmentos gruesos. “Eso es básicamente lo que se mide para esta etapa: carbono orgánico, humedad y fracción gruesa”, detalló el presidente del Ente de la Región Sur, al referirse al trabajo técnico realizado.

Ibáñez remarcó que estos estudios permiten establecer una “línea de base” que define el estado actual de los suelos. “Esta medición hoy nos da un punto de largada para decir estas son las condiciones que tiene el suelo”, señaló. A partir de ese diagnóstico inicial, explicó, las mejoras en infraestructura, manejo del pastoreo y distribución del agua pueden impactar de forma directa en la capacidad de captura de carbono.

En ese sentido, indicó que el proceso no se agota en esta primera medición. “Después, cada tres años hay que volver a medir para ver si efectivamente se logró mejorar el carbono capturado en el suelo”, sostuvo, al subrayar que el seguimiento en el tiempo será clave para el desarrollo de los bonos de carbono.

Un proyecto en expansión en la Región Sur


El piloto, que inicialmente abarcaba entre 25.000 y 30.000 hectáreas, ya se extendió a casi 60.000 y se proyecta continuar sumando productores en los próximos meses. En enero está previsto retomar los muestreos en otros campos para seguir ampliando la base de datos ambiental del proyecto.

El objetivo de mediano plazo es ambicioso: alcanzar unas 500.000 hectáreas bajo este esquema, que busca vincular producción ganadera, manejo sustentable del suelo y generación de créditos de carbono. “Vamos avanzando de a poco, pero eso va a depender de cómo nos vaya y de que se sigan sumando productores”, afirmó. Según indicó, el crecimiento será gradual y estará atado a los resultados que arrojen las mediciones y al interés del sector productivo.


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