Buscan generar un polo de producción de lúpulo en Roca para abastecer a productores de cerveza de la región

Se trata de una planta de desarrollo de Lúpulo, para que los productores puedan llevar adelante los cultivos. El proyecto tiene ventajas económicas, ya que el producto es rentable.

Con el aporte de distintas instituciones y tras una investigación que llevaron adelante técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Alto Valle podría transformarse en un polo de producción de lúpulo que serviría para abastecer a los productores de cerveza en buena parte de la región.

Hace unos días desde la Municipalidad de Roca anunciaron que se construirá un Centro de Lúpulo con el objetivo de que la producción pueda crecer en la región, ya que «sin una planta procesadora, no se puede cultivar», apuntó Mario López, el secretario de Producción de la misma institución.

La idea partió de una investigación que realizaron Wálter Nieves, Patricia Villarreal, Alfredo Rosati, Andrea Rodríguez y Jonathan Lago del INTA, donde concluyeron que el Alto Valle cuenta con las condiciones favorables para el desarrollo del cultivo de lúpulo.

De esta forma, desde la Municipalidad proyectan la construcción de una planta de procesamiento que brindará a los productores una mejor perspectiva, contando con la posibilidad concreta de procesar y conservar su producción para la venta.

Se trata de un proyecto que ha sido formulado en forma conjunta con el sector privado y del mismo modo contempla una inversión y administración mixta.

El municipio aportará el terreno y parte de la construcción de la planta, mientras que una sociedad conformada entre el sector privado y la municipalidad brindará las maquinarias necesarias para la obtención del producto final comercializable. Es un proceso que consta de varias etapas, desde su cosecha hasta la llegada al galpón donde se trilla, se deshidrata, se enfarda y posteriormente se pelletiza.

La inversión prevista desde la Municipalidad es de $100 millones.

Mario López, contó que tres años atrás empezaron a realizar cursos de lúpulo, contrataron un técnico y realizaron capacitaciones. Allí fue que se dieron cuenta de lo que significaba el lúpulo para nuestra región.

«Nos explicaron que el cultivo tenía ‘un cuello de botella’ porque para su obtención implicaba una planta de procesamiento, ya que sin eso no se puede hacer», explicó.

«La idea es desarrollar, generar trabajo, producción y diversificar, no sustituir, sino complementar», aclaró.

La planta está diseñada para procesar entre 65.000 y 85.000 Kg de producto pelletizado, dependiendo de cómo fue el rendimiento de la cosecha. «Si el año es bueno son muchos más kilos», aclaró López.

«Sin una planta de lúpulo no se puede desarrollar la producción», dijo Mario López. Foto: archivo.

Ventajas para producir lúpulo en la región


«Hoy en día la demanda cambió y hay una gran necesidad, ya que se importan entre 8 y 10 millones de dólares para cubrir la demanda», contó el funcionario.

«Este año hay una gran escasez debido a que no ingresan importación de pellets de lúpulo por falta de divisas «, explicó López, ya que actualmente en el mercado argentino los productores del sector están atravesando un panorama complicado debido a las grandes trabas y dificultades que encuentran los productores de cerveza al momento de tener que importar la principal materia prima.

Un factor importante es que el lúpulo es un cultivo rentable, como así lo demuestra la investigación del INTA.

«Este año el precio se disparó y estamos hablando de un aumento del 40% en dólares y además no se consigue, el negocio está bastante cerrado», expresó el secretario.

Otra ventaja, es que no tiene adversidades demasiadas severas. «Las heladas tardías de nuestra zona no lo afectan, el granizo afecta, pero mucho menos, según el momento en que ocurran. Tampoco hay un desarrollo de plagas muy condicionantes», contó.

Otra de las ventajas es que el Alto Valle cuenta con las condiciones agroclimáticas favorables para poder llevar adelante su producción.

Brasil es el importador número uno en el mundo y no tiene las condiciones climáticas necesarias para hacerlo, y si bien sus producciones son bajas, lo siguen haciendo. «Hoy en día ese país produce cerca de 80 hectáreas con complementación lumínica, debido a que el cultivo necesita más de 15 horas de luz en verano, algo que en nuestro país se da de forma natural».

En la zona hay productores, recursos naturales óptimos, superficie irrigada, capacidad frigorífica , cooperativas, trabajadores, proveedores de insumos, instituciones técnicas y educativas.

A través de este centro «tenemos la oportunidad de generar divisas», explicó el trabajador.

«Nosotros tenemos un potencial de exportación y podemos ser exportadores de ello y no nos quedamos atrás. Si ellos pueden por qué nosotros no».

Sin la planta es imposible que alguien quiera plantar lúpulo. Desde la institución comenzaron a realizar capacitaciones y surgieron demandas de productores frutícolas quienes tienen tierras y capacidad quienes quieren desarrollarlo, «pero obviamente necesitan la planta».


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