Canales de riego del Alto Valle: la difícil supervivencia con el avance de la urbanización

Los consorcios de riego padecen severas dificultades para la preservación y financiamiento de la red. Las tierras improductivas y los lotes son los principales obstáculos.

Por más de 100 años el sistema de riego marcó el pulso económico y social del Alto Valle. Sin embargo, la disminución de hectáreas productivas y el desarrollo inmobiliario hoy amenazan la supervivencia de esta red de canales y desagües “única” en el mundo.

“La mitad de la tierra es improductiva. Si el Estado no toma una medida drástica, el sistema de riego del Valle tiene poco futuro. Cada vez se hace más imposible mantenerlo, porque tenés que repartir el costo entre cada vez menos”, pronosticó el presidente del Consorcio de Riego de Cipolletti, Eduardo Artero, en diálogo con Diario RÍO NEGRO.

Para el productor, la falta de planeamiento ordenamiento territorial y el desconocimiento sobre el funcionamiento del sistema de irrigación provocó una profunda afectación en la ecuación de los cánones de sostenimiento. Para cobrar dimensión, en Cipolletti se estima que el número de parcelas en los últimos tiempos se redujo de 1.200 a unas 1.000.

“Se hace un presupuesto de las hectáreas y los metros de canales a los que se tiene cercanía, pero cada vez tenemos menos hectáreas, por lo que la red está cada vez más comprometida. El costo más grande de conservación lo tenemos dentro de la ciudad”, agregó Artero.

Crédito Andrés Maripe

Desde el consorcio, aseguran que la urbanización de zonas rurales derivó en un encarecimiento de los costos, a raíz de las dificultades para las obras de limpieza. Este tipo de tareas se realizan principalmente en los meses de invierno, cuando los canales están vacíos.

El loteo perjudica a la producción enormemente”, expresó a este medio Ángel Spampani, uno de los fundadores del Consorcio de Riego de Roca y profundo conocedor del sistema.

Durante su paso por el organismo, desde 1995 a 2010, el productor fue uno de los precursores en el establecimiento de limitaciones a los desarrollos residenciales ubicados al sur de la Ruta 22. De hecho, participó en la redacción del Plan Director de Roca, durante su elaboración a comienzos de siglo, y solicitó el establecimiento de aranceles especiales.

“Con una resolución del DPA —responsable del recurso hídrico en la provincia— conseguimos, para paliar el impacto, que cada lote pague el equivalente a una hectárea. Por ejemplo, si de una hectárea salen 100 lotes, tenían que pagar el equivalente a 100 hectáreas. ¿Por qué? Porque me perjudicás muchísimo más que cualquier regante, que va a cuidar al sistema”, aseveró Spampani.

Crédito Andrés Maripe

Y, seguidamente, confesó: “No sé hasta cuándo esto se logró respetar”.

Al respecto, Artero planteó como solución la construcción en zona de mesetas. “Esto no es Vaca Muerta, ni la cercanía con Neuquén. Para mi es sentido común, que no han tenido nunca, la necesidad de planeamiento desde los municipios y desde la Provincia. Lo que están haciendo es un caos, un desastre. Para hacer un desarrollo, a un lado y a otro tienen mil metros de tierra improductiva para hacer lo que se te ocurra, sin la necesidad de destruir al Valle”, opinó.


Los lineamientos en Cipolletti para cuidar los canales de riego


En Cipoletti, una de las ciudades con más crecimiento, el código de planeamiento municipal contempla la preservación de los canales. No solo estipula la obligatoriedad en el sostenimiento, sino que menciona pautas específicas.

La legislación existente contempla dos situaciones. La primera refiere a la existencia de canales activos dentro de un loteo. “Para la continuidad de la trama vial prevista, el promotor de un plan de viviendas, fraccionamiento o urbanización, deberá construir –a su cargo- las alcantarillas o puentes correspondientes de acuerdo a las especificaciones”, señala la norma. Al respecto, Artero mencionó que existe un requisito adicional: la cementación.

En el caso de canales circundantes al predio, deberá “garantizarse la continuidad de la trama vial, quedando a cargo del propietario/promotor la ejecución de las obras necesarias ”.

Además, se precisa que los cursos de agua pueden ser incorporados a los espacios verdes.

Esto no es Vaca Muerta, ni la cercanía con Neuquén. Para mí es sentido común que debe haber un planeamiento urbano.

Eduardo Artero, presidente del Consorcio de Riego de Cipolletti

Las edificaciones al sur de la Ruta 22, en Roca


Un caso emblemático de Roca son las construcciones de barrios cerrados en la margen sur de la ciudad y los controles sobre la red de canales. Desde el municipio de Roca expresaron que la administración y manejo es competencia exclusiva de la Provincia, por lo que no existe regulación local en lo que refiere a la protección del sistema.

No existe una ordenanza que regule el uso”, aseguraron desde el área de prensa.

Crédito Andrés Maripe

En tanto, la ciudad cuenta con un Plan Director que prohíbe la obstrucción de canales dentro del ejido. La normativa expresa que se da vía libre a la aplicación de la Ley Provincial 2.952, que fija la política hídrica de Río Negro.

También hay referencias específicas al Canal Grande, que atraviesa la traza céntrica. “En las zonas Canal Principal de Riego, el órgano de aplicación solo podrá autorizar obras de exclusiva utilidad pública que complementen y no alteren el carácter de los mismos”, precisa.


Una solución desde Provincia para la subsistencia de los canales


La principal amenaza para el sector frutícola es el desarrollo inmobiliario, que es fácilmente observable en el Alto Valle Oeste. Las chacras en algunos casos migraron a loteos altamente cotizados.

“Es una competencia totalmente desleal, es muy difícil competir contra la urbanización. No hay chances. Lo vemos en Cipolletti y Fernández Oro, donde ya prácticamente no hay una transición entre una ciudad y otra. Ese crecimiento es insostenible para el productor”, opinó ante este medio el ministro de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro, Carlos Banacloy, sobre la presión del rubro de los inmuebles en las áreas de producción.

Crédito Andrés Maripe

El funcionario provincial consideró que los municipios deberían tomar cartas en el asunto y comenzar con esquemas de planificación urbanística con el fin de preservar al valle irrigado. Por lo pronto, desde la Provincia trabajan en una ley para regular la situación y su efecto sobre la red de canales de riego.

“Estamos trabajando con el gobernador de cara a una legislación, donde todos los que tengan el beneficio de vivir en los valles irrigados tengamos el compromiso de saber que hay un sistema, que si no lo mantenemos, no vamos a poder vivir. Esa urbanización que se fue dando a la orilla de los canales hay que atenderla”, anticipó.

Probablemente se avance en la distribución de una parte del impuesto inmobiliario para el sostenimiento de la red de canales y desagües.


Por más de 100 años el sistema de riego marcó el pulso económico y social del Alto Valle. Sin embargo, la disminución de hectáreas productivas y el desarrollo inmobiliario hoy amenazan la supervivencia de esta red de canales y desagües “única” en el mundo.

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