Javier Milei mantuvo el ajuste en febrero y extendió el superávit fiscal: «Ancla fundamental»
Los buenos resultados macroeconómicos contrastan con la caída del consumo, el estancamiento del empleo y un mercado financiero con dudas.
El Gobierno nacional alcanzó en febrero un superávit fiscal de $ 310.726 millones e hilvanó trece meses con resultado a favor, base del programa económico del presidente Javier Milei.
Pero al mismo tiempo que la macroeconomía le sigue dando buenas noticias al oficialismo, en el mercado financiero arrecian las dudas por la demora en el acuerdo con el FMI, mientras que los indicadores de consumo y de empleo no terminan de consolidarse.
“El ancla fiscal es fundamental para sostener el programa macro”, señalan una y otra vez desde el Palacio de Hacienda.
En febrero, el superávit primario fue $ 1.176.915, que tras los pago de intereses de la deuda (sin contabilizar los realizados entre el sector público) por $ 866,189, deja un saldo a favor de $ 310.726, equivalente a 0,04% del PIB. Así en los dos primeros meses del año hay un resultado a favor equivalente al 0,1% del PIB.
El Palacio de Hacienda destacó que se logró incluso ante la eliminación del impuesto PAIS, que durante el primer bimestre de 2024 había aportado recursos por 0,2% del PIB.
El ministro de Economía, Luis Caputo, remarcó que “este resultado no hace otra cosa que reforzar el compromiso con el orden fiscal, ancla fundamental del programa económico y condición necesaria para una economía robusta que genere empleo de calidad y recuperación de salarios e ingresos de manera sostenida en el tiempo”.
La economía de Javier Milei: del superávit a la caída del consumo
Sin embargo, los datos que se conocen mes a mes no terminan de consolidar una recuperación firme, por ejemplo en cuanto al consumo masivo, principal indicador de lo que sucede “en la calle”.
Un trabajo de la consultora especializada Scentia reveló que en febrero las ventas en supermercados y comercios de proximidad registró una caída de 9,8% en forma interanual.
El informe también mostró que en lo que respecta a las ventas en super de cadenas grandes el retroceso es más fuerte en el AMBA (8,3%) que en el interior del país (-4,9%). En auto servicios la relación es más pareja (12,8% y 12,5%, respectivamente).
En tanto, los indicadores de empleo no ofrecen un panorama mucho más alentador. Según el informe REM del Banco Central donde participan más de 40 analistas, el desempleo en el país permanecerá en el orden de 7% en 2025, pese a que la economía crecerá cerca de 5%. A su vez, informes del INDEC revelan que los empresarios de la industria y la construcción no tienen en sus planes tomar empleados en el corto plazo.
Este escenario permite inferior que la recuperación pronosticada sigue concentrada en los sectores de moda, como energía y minería.
Qué pasó con el dólar
A su vez, en el mercado financiero persisten las dudas por el contenido del demorado acuerdo con el FMI lo cual disparó las cotizaciones del dólar. El MEP alcanzó a $ 1.248 y el CCL llegó a $ 1.248, al tiempo que el “blue” quedó estable en $ 1.240 -$ 1.253 en Córdoba-. Los bonos de la deuda operaron en rojo y el Riesgo País sigue por encima de los 700 puntos.
De acuerdo a la planilla oficial, los ingresos totales del sector público en febrero alcanzaron los $9.732.768 millones (suba real de 5,4%).
Por su parte, los gastos primarios alcanzaron a $ 8.555.853 millones (suba real de 19%). En consecuencia, el incremento del gasto fue superior al de los ingresos, lo cual en buena parte se explica por mayores giros a las provincias.
Según un informe de IARAF, en febrero se aprecia que 12 de los 16 componentes del gasto tuvieron incrementos interanuales en términos reales.
Los que más subieron fueron transferencias corrientes a provincias (+340%), transferencias de capital a provincias (+185,6%) y asignación universal para protección social (+58%).
En ese sentido subrayó un alza el alza de 50,4% del gasto en jubilaciones y pensiones contributivas, que participa en el 41,7% del gasto primario.
Por otro lado, los tres gastos que más cayeron fueron: subsidios a la energía (-65,5%), subsidios a otras funciones (-55,2%) y programas sociales (-24,6%).
“El Gobierno mantiene su compromiso con el equilibrio fiscal, pero la dinámica del ajuste ha cambiado. Mientras en 2024 el grueso del recorte provino de la licuación del gasto, en 2025 la reducción de subsidios continúa, aunque compensada por un crecimiento real de prestaciones y un repunte en los gastos de capital (+52% real a/a), que venían de niveles históricamente bajos”, evaluó la consultora ACM.
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