Preocupación de gastronómicos en Roca tras las medidas de Milei: «No se pueden sostener los precios»
La nueva realidad económica, marcada por las medidas de Javier Milei, van generando impactos en el sector gastronómico. A la inflación que llegó como rezago del mandato de Alberto Fernández, se le sumó el ajuste, la falta de disponibilidad en los insumos y los cambios en la forma de operar.
Empresarios y emprendedores gastronómicos de Roca se enfrentan a desafíos económicos tras las medidas de Javier Milei, ajustando estrategias para mantener la estabilidad en sus negocios. Foto Archivo.
El sector gastronómico se ve hundido en medio de un torbellino de complejidades ante las recientes medidas de «shock» impulsadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, bajo el mandato presidencial de Javier Milei. Las entrevistas con RÍO NEGRO detallaron un panorama complicado, donde la incertidumbre económica y los aumentos vertiginosos en combustibles e insumos alimenticios, fueron generando una cadena de ajustes y estrategias entre empresarios y emprendedores del rubr, en Roca.
En el delicado rubro de la hotelería y la gastronomía, las recientes medidas económicas de Javier Milei resuenan tan fuerte como una tormenta. Los desafíos que se venían superando en el último período del mandato de Alberto Fernández, se profundizaron con situaciones límites entre los empresarios y emprendedores tras el «shock económico». «Lo que reina es la incertidumbre», coincidieron.
La danza de precios disparados con la devaluación brusca del dólar se entremezcló con las estrategias para solventar las demandas de un número de clientes que se va disgregando. Este panorama, se transformó en el nuevo momento crítico del sector, que van afectado desde las reservas económicas de los comerciantes, hasta los estantes de insumos esenciales para la elaboración de los productos.
Adrián Mucarsel, presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de los Valles de Río Negro (FEHGRA), señaló que las reservas ahora «exigen pagos adelantados», y los presupuestos, antes válidos por 10 días, se fueron reduciendo a una vigencia «prácticamente inmediata».
«Presupuestos que, hasta hace un mes atrás se estaban dando con una validez de máximo 10 días, a partir de lo que está pasando ahora, es de hoy para mañana», aclaró
La incertidumbre económica actual está llevando a una vorágine de cambios en las listas de productos, dificultando la planificación al corto plazo. Mucarsel anticipó, de manera optimista, una «posible estabilización» en la próxima semana. Sin embargo, reconoció que la complejidad del escenario puede contradecir sus predicciones.
En cuanto a la disponibilidad de insumos, destacó que -hasta el momento- no hay faltantes significativos. A pesar de aumentos, algunos proveedores han mostrado moderación, como en el caso del café que subió un 30% y no han informado nuevas actualizaciones. Sin embargo, los constantes incrementos en bebidas y productos congelados están generando presión en los costos.
«En el caso de la bebida, los aumentos son constantes. Todas las semanas, cuando no sube la gaseosa, sube la cerveza. Siempre el mínimo está entre un 12% 15%. Mañana ya aumenta la cerveza y hablan de un 20%. Hoy fue el de la gaseosa. Antes, por lo menos, te avisaban, sí, de que iba a aumentar. Entonces vos veías si podías hacer un poco de stock. Ahora no. Las subas vienen y vienen», reconoció.
Por otro lado, Ailín Rivas, emprendedora en «Pastelería by Ailu», compartió experiencias que viven entre colegas. Aseguró que, muchos optan por establecer porcentajes mayores en sus productos para «anticiparse a futuros aumentos», aunque -muchas veces- esto «solo termina cubriendo los costos».
Rivas destacó la dificultad de prever y comunicar incrementos durante las fiestas como Navidad y Año Nuevo, (fechas claves para el sector) cuando las ventas se ven afectadas. Además, señaló que varios proveedores no envían productos hasta que actualicen sus precios, ralentizando la vital cadena de suministro.
«Está todo mucho más parado, incluso ya paso a ser un lujo para las personas comprarse una tarta, un budín. Las ventas, al menos en el rubro de pastelería bajó muchísimo a comparación de principios y casi mitad de año. Está muy difícil hasta pasar un presupuesto que sea fijo de acá a una semana», completó la pastelera.
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