Fracasó la reunión para fijar el nuevo salario mínimo: la denuncia de la CGT y la posibilidad del laudo del Gobierno
Se esperaba la decisión del Consejo del Salario, pero la negociación se cayó. La central sindical aseguró que el Gobierno de Javier Milei boicoteó la reunión para que no se alcance ningún acuerdo.
La negociación del Consejo del Salario se lleva a cabo en medio de protestas afuera de la Secretaría.
En el marco de la crisis económica que atraviesa el país, el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil (CSVM) se reunió para discutir el aumento del salario mínimo, pero la negociación se trabó. Las 3 centrales obreras propusieron un salario mínimo de $288.600 a partir de febrero, pero las cámaras empresarias rechazaron esta oferta y la negociación se estancó. La propia CGT aseguró que «el Gobierno hizo fracasar la reunión».
«El Gobierno impidió el normal desarrollo de la reunión con el único objetivo de boicotear cualquier posibilidad de acuerdo», afirmó la Central Obrera en su cuenta de X.
«El Gobierno evitó por todos los medios posibles que la reunión se desarrollara con normalidad, los empresarios encabezados por la Unión Industrial Argentina fueron complacientes con esa estrategia y no formularon ninguna propuesta», aseguró la CGT.
Por su parte, la CTA Autónoma (CTA-A) consignó que, en la reunión, el sector empresario «exigió que se acuerde aumento recién en marzo sin proponer monto ni porcentajes», a lo que el Gobierno «no sólo avaló sino que además quiso pasar a reunión plenaria sin acordar dictamen».
«Se votó la única propuesta realizada por los trabajadores y no hubo acuerdo, por lo que va a laudar el Gobierno. Una farsa más del Gobierno de Milei», denunció la CTA-A desde sus redes sociales.
La posibilidad de un laudo del Gobierno para definir el Salario Mínimo
Fuentes empresariales también habían estimado, en contacto con Télam, que iba a laudar el Gobierno, ya que las posiciones de uno y otro sector estaban muy alejadas.
El laudo en estas situaciones es una figura mediante la cual el Gobierno actúa como árbitro y dispone una medida de manera unilateral ante la falta de acuerdo de las partes en pugna.
La reunión generó gran expectativa en un contexto de inflación y devaluación. La CGT, en una publicación en la plataforma X, había anticipado su reclamo del 85%, argumentando la pérdida del poder adquisitivo debido a los últimos meses de inestabilidad económica.
En contrapartida, la CTA Autónoma (CTAA) expresó su rechazo al «mega DNU» de desregulación financiera del Gobierno y promete pedir aumentos mensuales del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), superando los valores de la canasta básica de indigencia.
La última cifra oficial del SMVM, publicada en enero, fue de $156.000, mientras la canasta básica para un trabajador sin carga familiar ascendía a $491.367. La CTAA proyecta que la canasta de indigencia para marzo rondará los $376.925.
En la antesala de la reunión, Daniel Catalano, titular de ATE-Capital, adelanta que «vamos a pedir todo», reflejando la incertidumbre que rodea la discusión salarial en un contexto inflacionario.
Simultáneamente, movimientos sociales preparan protestas en las puertas de la sede laboral desde las 11, demandando «un salario mínimo igual a la canasta básica». Reclamaron, además, que el Salario Social Complementario se mantenga en el 50% del SMVM y expresan su oposición al desacople del Potenciar Trabajo.
En un comunicado, las organizaciones sociales señalaron que la inflación, especialmente en alimentos, afectó a los trabajadores, exacerbando la pobreza e indigencia. La convocatoria al Consejo, según ellos, debe tener en cuenta la situación de millones de personas dependientes de estas referencias salariales.
La protesta contará con la participación de diversas organizaciones como la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTAA), Libres del Sur, el Movimiento Argentina Rebelde, el Frente Popular Darío Santillán (FPDS), y otros, sumando fuerzas para exigir respuestas a la crisis económica que afecta a sectores vulnerables.
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