Rubinstein negó devaluación, pero prepara nuevos recortes del gasto

El viceministro de Economía difundió un audio para desmentir -“por ahora”- una suba del dólar oficial, como hizo trascender un periodista kirchnerista. En paralelo afina otros ajustes para contener el déficit fiscal y avanza en incentivos para los sectores exportadores, en la previa del viaje de Massa a EE.UU..

Con la agenda pública posada sobre el barrio de Recoleta, por los enfrentamientos entre militantes de la vicepresidenta Cristina Kirchner y la policía de Horacio Rodríguez Larreta, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, tuvo que salir a desactivar la primera bomba detonada por fuego amigo. El funcionario tuvo que desmentir, aunque con tibieza, una posible devaluación del dólar oficial que anticipaba un documento adjudicado a él y publicado por el sitio del periodista kirchnerista, Horacio Verbitsky.

El “paper”, fechado el 26 de julio de este año cuando Silvina Batakis aún se encontraba a cargo del área, refiere a una “Propuesta de Programa de Estabilización”. Plantea “volver a los equilibrios macroeconómicos prevalecientes durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007)” y aclara que se refiere a: “superávit fiscal primario, elevado saldo externo, alto nivel de reservas y baja inflación”.

La desmentida fue efectiva -y oportuna- porque los mercados tomaron con calma el trascendido que, fuentes cercanas a Rubinstein, calificaron de “operación mediática”. “Les aseguro 100% que no va a haber devaluación”, se lo escucha decir al viceministro en un audio de WhatsApp y de inmediato acota “al menos no este jueves”, dejando abierta la puerta a que la corrección cambiaria sí suceda en otro momento.

El economista Fernando Marull, que supuestamente iba ser denunciado por el propio Massa por “terrorismo económico”, primero confirmó que no fue notificado por la justicia como anticipaba un medio especializado en política y, en segundo lugar, aseguró en declaraciones radiales que “el plan no está mal, hace falta orden fiscal y monetario y que el mercado cambiario -que está parado hace semanas- empiece a fluir un poco. Alguna solución tienen que dar”. Sin embargo, Rubinstein no dio crédito a lo que trascendió en medios y redes sociales.

En lo que sí está concentrado el viceministro es en las medidas que buscan terminar de pulir antes de que el ministro de Economía, Sergio Massa, viaje a Estados Unidos la semana próxima. Incentivos exportador Los equipos de Massa se enfocan en lo que el ministro denomina “las fábricas de dólares”, es decir, las actividades que pueden generar ingresos sustantivos de divisas. Además del campo, cuya fallida propuesta del “dólar soja” vence mañana, también se analizan flexibilizaciones en el acceso a dólares para las inversiones en minería (litio) y economía del conocimiento. El sector petrolero fue uno de los primeros en tener despejada la variable del acceso al mercado de capitales cuando Massa, tras visitar la AOG Patagonia en Neuquén, publicó el decreto N° 277/22 que alcanza a firmas que hayan invertido por lo menos 50 millones de dólares. Con el campo, el objetivo es que las mejores condiciones que se negocien con el sector no queden en las arcas de las cerealeras, sino que lleguen a los productores. Porque -señalan- son ellos los que finalmente retienen la producción a la espera de una mejora del tipo de cambio.

Uno de los esquemas analizados es el de “50-50”, con el que los productores podrían destinar la mitad de sus ventas a dólar “solidario” y poner el resto en cuentas a la vista “dólar linked”. También, de la extensión del plazo por entre 90 y 120 días. Además en las charlas, el sector agropecuario pidió un tipo de cambio superior a los 200 pesos para vender la soja.

Para la minería el esquema sería similar al de Vaca Muerta, al disponer de un porcentaje de las divisas de sus exportaciones (10, 20 ó 25%, según determinados requisitos), ya que el entusiasmo es grande: entre enero y julio el sector exportó mas de 2.200 millones de dólares y para 2030 podría llegar a los 18.600 millones de dólares anuales. Respecto de la economía del conocimiento, que es el tercer generador de divisas con unos 7.000 millones de dólares anuales, se pulen alternativas de incentivos tanto para empresas como para profesionales que exportan servicios. Según trascendió no se descarta un tipo de cambio diferencial para que los monotributistas y autónomos que venden sus servicios al exterior accedan a un “dólar tecno” o puedan liquidar al MEP.

Washington y Houston

La semana que viene Massa partirá a Estados Unidos para reunirse con inversores, altos representantes del gobierno de Joe Biden y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, en lo que será un terreno cómodo por sus vínculos con los articuladores de la relación entre ambos países. También por los números de su primer mes de gestión que lo avalan, y por el mensaje político que consolidó con el canje de bonos, el avance sobre las tarifas y la designación de un casi opositor como es Rubinstein.

Sin embargo, el número que buscará relucir es la reducción del déficit fiscal. Ya avanzó con recortes por 210.000 millones de pesos en Educación, Salud y Vivienda, pero la meta acordada con el FMI -2,5% del PBI- solo podrá completarse con una disciplina fiscal que exigirá más tijera por todo el gasto público. Otro de los puntos, clave en la visita de Massa al país del norte, es el de reinsertar a Argentina en el mercado del crédito para apuntalar las reservas del Banco Central. El ministro aseguró que por la invasión de Rusia a Ucrania, por ejemplo, las cuentas nacionales resignaron al menos 20.000 millones de dólares que esperaban como giro de Rusia por derechos especiales de giro (DEGs) de ese país del FMI (6.000 millones); más del swap con China que el presidente Alberto Fernández había acordado en su viaje con su par Xi Jinping (8.000 millones) y 6.000 millones de dólares por la suba de los precios de la energía.

Finalmente, la visita a Houston, que estará secundada por la secretaria de Energía, Flavia Royón, tendrá soporte neuquino, según aseguraron fuentes del MPN de fluidos vínculos con las principales petroleras norteamericanas. Desde el partido provincial aseguraron que acercarán al ministro a actores clave de la industria no convencional.

Otros $130.000 millones más de recorte

Tras el recorte de gastos por $210.000 millones que confirmó el ministro Sergio Massa en una primera etapa, ahora buscará achicar la cuenta en otros $130.000 millones más antes de fin de año. Como en la primera etapa, absorberá los montos subejecutados de los presupuestos de las distintas reparticiones y les pedirá a las empresas públicas una poda de entre 3% y 7% en los egresos en términos reales.

Según publicaron medios nacionales, con estas medidas el ministro llegaría a alrededor de $350.000 millones de ajuste del gasto. Ese número, sumado al ahorro en los subsidios por la suba de tarifas generaría un alivio en las cuentas fiscales hasta fin de año. La estrategia de Massa es ir avanando sin dudas sobre los recortes para que los ministerios afectados ni los socios del funcionario puedan objetar el paso de la tijera.


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