Momento único: acompañaron su última sesión de quimioterapia con música en vivo en Bariloche

El grupo musical Pudú Pudú forma parte de la propuesta "Resonancia sonora" de Fundacion Intecnus. En este caso, celebraron el final del tratamiento de una mujer que fue diagnosticada con cáncer de mama el año pasado, al igual que su amiga. Juntas cerraron una etapa.

Con movimientos suaves, los tres músicos se acercaron a la camilla donde Jésica recibía su última sesión de quimioterapia. Sobre el pañuelo que llevaba en su cabeza llevaba una coronita de plástico. Por encima de la camilla, sobresalían globos y guirnaldas.

«La semana pasada nos dijiste que era tu última sesión y acá estamos: ¿inglés o castellano? Te damos el privilegio de poder elegir«, le preguntó Fran Angelelli, integrante del grupo musical Pudú Pudú. La mujer optó por la primera opción y, de inmediato, comenzó a sonar «I shot the sheriff», de Eric Clapton. Klempa no pudo evitar el llanto, mientras su esposo y sus amigos la contenían.

El ciclo «Radiación sonora» de la Fundación Intecnus convoca a músicos una vez al mes que se presentan en la sala de espera de la institución, donde los pacientes aguardan su turno. La semana pasada, Klempa mencionó que este miércoles tendría la última de las 16 sesiones de su tratamiento de quimioterapia. El trío musical no dudó en regresar para celebrar el cierre de la etapa.

«Tengo una amiga incondicional a la que justo le tocó transitar exactamente lo mismo que yo en el mismo momento. Arrancamos la quimio juntas el 3 de enero, así fue que nos acostábamos cada una en su camilla y nos dábamos la mano para llorar juntas, reirnos, comer o tomar mate. La semana pasada fue su último día y hoy me toca a mí», contó emocionada Klempa. Layla la observaba con una sonrisa al pie de su cama.

Jésica Klempa celebró la última de sus 16 sesiones. Foto: Chino Leiva

En agosto del año pasado, le diagnosticaron cáncer de mama. Había concurrido sola a la consulta del médico mastólogo esperando que le dijera que el tumor era benigno. Pero las noticias no eran buenas.

«Sentí muchísimo miedo. Lo primero que pensé, en ese momento, fue en mis hijos de 14 y 12 años. Uno arranca pensando en lo peor porque no sabe, pese a que el cáncer se cura. Uno no se pone a investigar en la vida diaria qué porcentaje se cura y cómo es el tratamiento hasta que no te toca», admitió Klempa.

Reconoció que más allá de la infinidad de dudas y consultas, a medida que recibía información, empezó a calmarse. «Empecé a ver más luz y entendí que la vida continúa, que se puede salir adelante. Pasa que la palabra cáncer tiene una mala connotación. Entonces uno la escucha y piensa lo peor», indicó a RÍO NEGRO.

Durante las cuatro canciones que le ofrecieron los músicos de Pudú Pudú, Klempa pasó por todas las emociones: del llanto a la risa, pero sin dejar de agradecer por un momento.

Recordó que, durante toda esta etapa, pasó por miedos, angustias, tristezas, nervios, pero también felicidad. «Con esto, descubrí que se puede ser feliz. La quimioterapia es la etapa más difícil porque hay efectos secundarios físicos y emocionales. Pero creo que es clave sentirse lindo. Desde el día uno -y más cuando empecé con el tema de la pérdida del pelo que, para las mujeres, es un accesorio de belleza-, es importante sentirse lindo y yo me sentí así todo el tiempo. De lunes a domingo, me levanto y agarro mi mejor pilcha», señaló.

Dijo que ha tenido días en que se ha sentido deprimida y los consideró como «parte del proceso», pero advirtió que hay que «aceptarlo y transitarlo. No hay que bloquear esos sentimientos, pero se puede ser feliz y sentirse bien con uno mismo. Eso para mí fue clave».

Este espacio es voluntario por parte de los músicos que hacen presentaciones de 30 a 40 minutos. Hay gente que lo recibe muy bien y, otras personas que, tal vez, están en una situación complicada»,

Fundación Intecnus.

Calidad musical y solidaridad

Pudú Pudú se sumó al ciclo «Radiación sonora» en 2019, cuando la Fundación Intecnus difundió una publicación por redes sociales en busca de músicos voluntarios. Una vez al mes, ofrecen un variado repetorio de cuatro canciones que conmueve a pacientes, médicos y enfermeros.

El grupo, integrado por Angelelli, en voz y guitarra, Sebastián Gowda, en viola y viola eléctrica y, Pía Flores, en voz, nació en 2018. El nombre se eligió por el animal del parque nacional para resaltar la identidad de Bariloche ya que, en ese momento, solo ofrecían música internacional y el público se acercaba a preguntarles de dónde eran, en inglés.

«Esto es como nuestro voluntariado desde la música para aportar un granito de arena de amor a la gente que está haciendo un tratamiento», reconoció Angelelli. En su caso, se sintió especialmente conmovido por la propuesta de Intecnus ya que una prima fue diagosticada con cáncer cuando tenía 11 años. «Parte de lo que le hizo muy bien, fue el acompañamiento cultural de payasos y músicos. Gente que la entretuvo y la sacó de la realidad de que todos sus amiguitos del hospital se morían«, contó.

Respecto a la propuesta de Intecnus, manifestó que «si bien no hay plata porque vivimos en Argentina, vivimos en Argentina y tenemos corazón, por eso, quisimos acompañar de esta manera».

Flores, la única mujer del trío, explicó que realizan reversiones de canciones populares «de todo tipo de género, que van desde Shakira hasta Damas Gratis, aunque siempre apuntando a algo melódico con la viola y con la guitarra».

«De repente, hacemos un tema que uno capaz escucha en una fiesta y tiene muchas ganas de bailar, pero más tranquilo, más romántico, como ‘Me vas a extrañar´ o ‘Universo paralelo´. Una vez, un paciente nos agradeció por darle un momento tan lindo y dijo que, por un momento, se olvidéóde todo lo que estaba pasando«, afirmó Flores.

En este sentido, Gowda agregó que «la música permite, de repente, poner la cabeza en otro lugar, sacarte de un momento feo. Te corre a otro lugar un poco más armonioso y hermoso, cantemos lo que cantemos».

La última presentación del grupo fue al pie de la cama de Klempa, aunque el resto de los pacientes no se privaron de tomarles fotografías y grabar videos.


«Radiación sonora» fue una iniciativa de María Elisa Kremer, de la Fundación Cerca Tuyo, que ofrece asistencia integral al enfermo de cáncer y, apoyo y contención a sus familiares.


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