El aeropuerto de Roca puede ser para toda la región

El 20 de setiembre de 1985, luego de la firma de un acuerdo entre CAIC, la municipalidad y el gobierno provincial, los habitantes de Roca mediante una colecta pública aportamos como donación la totalidad de las bolsas de cemento necesarias para la construcción de las cabeceras de pista de hormigón, permitiendo así la operación de aeronaves de gran porte en vuelos comerciales regulares.

Como presidente de CAIC me correspondió el honor de liderar la organización de esta colecta pública junto con las restantes instituciones intermedias de Roca, que con todo éxito finalizó en 1986 permitiendo poner al aeropuerto Arturo H. Illia en operaciones plenas, contando a partir de allí con vuelos comerciales regulares de Austral, LAPA y otras aerolíneas. Una vez más los ciudadanos de Roca mostraban su espíritu emprendedor y aporte generoso frente a objetivos valederos.

Para los que por edad o radicación posterior no registran esta vivencia, mi intención es hacerles presente que, como hecho histórico objetivo, sí tuvimos un aeropuerto plenamente operativo con vuelos regulares de líneas aéreas comerciales durante aproximadamente cinco años y que eso se logró con el aporte directo y desinteresado de los roquenses.

Varios años después vendría la triste etapa que echó todo lo ya logrado por tierra con la teórica promesa de ampliación del aeropuerto para cargas, que nunca se concretó y solo sirvió para anularlo, frenando su progreso y en parte el de la ciudad. Esa lamentable etapa muy posterior siguió su derrotero con sus responsables en la justicia, pero los habitantes perdimos como ciudad todo lo previamente logrado con gran esfuerzo.

Volvemos a tener hoy una oportunidad histórica con el Aeropuerto, no sólo para Roca sino para el Alto y Medio Valle de Río Negro y toda la región por varias razones conocidas, enumero solo algunas.

El Aeropuerto Dr. Arturo H. Illia en temporada invernal se mantiene usualmente operativo por su ubicación a media barda mientras en un porcentaje considerable de casos su par de Neuquén no logra operar por causas climáticas (bancos de niebla). Esta alternativa bajaría costos importantes a las aerolíneas y permitiría mantener comunicada a la región.

El ingreso de nuevas aerolíneas al espacio aerocomercial de la Argentina abre sin duda un escenario muy diferente, que necesitará de muchos más aeropuertos para su desarrollo práctico.

El traslado terrestre hacia el único aeropuerto actual en Neuquén (de casi media provincia de Río Negro) es un costo extra que debe absorber cada pasajero o carga y atenta en su balance contra la aeronavegación comercial. Así también incrementa el peligro por volumen de traslados terrestres de cargas y personas, saturación de vías de comunicación, incremento de la huella de carbono y extrema complejidad de acceso práctico al aerotransporte. Una visión logística global de la región no puede descartar estos factores y gestionar su solución.

Por último y primordial en esta situación, el Estado provincial de Río Negro está en deuda concreta con el Aeropuerto Dr. Arturo H. Illia, es buena hora para recordarlo y llamarlo a poner su mejor esfuerzo en saldar esta deuda histórica, desarrollando vía comodato su plena reactivación y reparando así el perjuicio producido años atrás. El futuro de la provincia lo reclama de modo indubitable y Roca sabrá seguramente reconocerlo como la apertura de una nueva etapa en la ciudad.

* Expresidente de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio CAIC, de General Roca.


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