El eslabón del crecimiento pyme
Empresarios de la región se apoyan en la teoría para mantenerse a flote con precios bajos.
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PABLO LUPANO
Ya se han dictado ocho de los diez módulos previstos del Programa de Management para el sector de Petróleo y Gas que se realiza en Neuquén. Se trata de la primera vez que el Instituto de Altos Estudios (IAE) de la Universidad Austral dicta una capacitación de estas características fuera de su campus en Pilar, provincia de Buenos Aires. Participan 39 dueños o responsables de 29 empresas de la zona. Un 41% son pequeñas empresas, un 28% medianas y un 31% fueron catalogadas como grandes empresas. El programa fue gestionado por el Centro Pyme de Neuquén, que incluso subvencionó el costo del mismo para los participantes en un 50%. El director del Programa, Julio Sánchez Loppacher, remarcó que más allá del contenido técnico y profesional “lo importante es que se crea un entorno para los empresarios puedan compartir sus problemas y trabajar como sector”. “El principal problema que tiene el empresario pyme es que la mayor parte del tiempo está solo, puede estar con el pariente o el socio, pero cada uno tiene una función dentro de la compañía y lo que falta es compartir. Lo que brinda este espacio es el eslabón inicial para que se den cuenta del efecto sinérgico; no es algo que se logre con concientización, tienen que experimentarlo ellos mismos”, aseguró. Análisis de situaciones de negocio, liderazgo y gestión de talento, evaluación financiera en la implementación de proyectos, gestión de la rentabilidad, empresas familiares y pensamiento estratégico son algunos de los temas que se vienen desarrollando en el seminario. La mayoría de los participantes pertenecen a empresas vinculadas con el upsteam y el servicio posterior. “Este momento de baja en la cotización del petróleo le dio un valor agregado al curso, porque lo que ocurre en estos casos generalmente es que el líder de la pyme se retrotrae y se encierra, tratando de solucionar los problemas internos. Pero en realidad se trata de un problema de sector y de comunidad. Lo peor que le puede pasar al empresario es tener miedo a la incertidumbre, miedo a la crisis. Esto ayuda a que el empresario no esté solo en los momentos de crisis”, señaló. Sánchez Loppacher consideró que el empresario no tiene que pensar “en el 90% de las cosas que no puede controlar sino centrarse en el 10% que está a su alcance y puede modificar” y agregó que debe prepararse para la época de bonanza, “cuando se empieza a crecer vertiginosamente y entra en pánico porque las cosas se escapan de su control”. Remarcó la importancia de trabajar como sector y puso como ejemplo a Vaca Muerta, “donde ningún operador puede solo, porque se trata de capital intensivo. Allí las grandes compañías tienen que trabajar en conjunto y ponerse de acuerdo, por ejemplo, en prever qué máquinas habrá que traer en los próximo diez o veinte años y asegurar que el negocio sea rentable para todos”. En este sentido, dijo que es fundamental pensar a largo plazo. “No sabemos si dentro de 50 años el petróleo y el gas seguirán siendo la principal fuente de energía. No hay que mirar a las energías alternativas como enemigas sino tenerlas en cuenta para que la empresa se pueda adaptar llegado el momento”, aseguró.
El titular del curso, Julio Sánchez Loppacher, apuesta a crear un entorno de encuentro para el sector.
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