El gobierno niega intento para bloquear la elección

ROMA.- El embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, desmintió ayer el contenido de dos notas publicadas en el diario El Cronista , que lo acusaron de haber urdido una operación para hacer naufragar la candidatura del excardenal Jorge Bergoglio como papable. “Es absolutamente falso todo lo que dice Román Lejtman tanto en la nota salida ayer, como en la de hoy. Es un relato absurdo y cualquiera que conoce cuestiones del Vaticano puede darse cuenta”, dijo Cafiero al diario “La Nación”. En el artículo publicado ayer Lejtman asegura que el lunes, antes de que el papa Francisco se reuniera con la presidenta, la embajada argentina hizo gestiones ante la Oficina de Prensa de la Santa Sede para que desmintiera con un comunicado lo publicado por El Cronista, pero que la respuesta fue “no”. Lejtman dijo que el lunes, antes de la reunión con Cristina el Papa Francisco, ya había leído las notas de los principales diarios argentinos. “La tapa de El Cronista no sorprendió al sumo pontífice: sabía que un dossier sucio que lo vinculaba con las atrocidades de la dictadura militar, había sido redactado y entregado por el embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, a un cardenal de llegada directa a Fernández de Kirchner, que se plegó a las intenciones oficiales de sepultar las posibilidades de Bergoglio en la Santa Sede”, afirmó. “El embajador Cafiero sabía que la presunta información periodística había sido descartada por la justicia federal, pero no le importó la verdad histórica. Cumplió órdenes de la Casa Rosada, que no quería a un enemigo local transformado en líder mundial y con poder Urbi et Orbi”, sostuvo Lejtman en la nota publicada ayer. La enemistad con Sandri Por su parte “Urgente24” recordó que en un reciente artículo del diario Página/12, el periodista y exdirector de Télam, Martín Granovsky recordó que mientras se elegía al sucesor de Juan Pablo II, el entonces obispo de Morón, monseñor Justo Laguna, recibió del por entonces Sustituto de la Secretaría de Estado para Asuntos Generales, el argentino Leonardo Sandri, el siguiente consejo: “Mejor rezale a San José para que éste no sea papa”. “Este” no era otro que Jorge Mario Bergoglio, quien inesperadamente se convirtió en papa tras la no menos inesperada renuncia de Benedicto XVI a principios de año. Más allá de la anécdota del fallecido Laguna, los expertos en temas eclesiásticos no dudan en afirmar que Sandri es un enemigo de Bergoglio y que el ejercicio de esa rivalidad se canalizará a través del actual decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, de quien Sandri fue su número 2. (Agencias)


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