El huevo de la serpiente, ¿quién lo pondrá?


Nuestro pueblo es moderado, y está a la espera de que la política muestre acuerdos, que las corporaciones empresariales y sindicales, cedan.


Lamento que muchos de los comentarios de lectores al artículo de Julio Rajneri estén plagados de adjetivaciones, que si bien cada quien tiene derecho a proferirlas, desvían de lo que podría ser un debate con su opinión, marcada por un sesgo ideológico propio de quien desarrolló su vida política intelectual y empresaria en el lado liberal de la grieta, cayendo en inexactitudes que en todo caso respetuosamente quiero señalar.

“El laboratorio norteamericano propietario de la vacuna mas exitosa del mundo”, es su afirmación textual sobre Pfizer y su vacuna. Me pregunto cuál sería la medida del éxito según tal afirmación. ¿Las ganancias que deja o el enorme aparato de difusión mundial del producto en un laboratorio que sabe manejar estas variables como ninguno? No nos olvidemos que los inventores del Viagra, que tuvieron en 2019 ganancias por u$S 51.750 millones, tienen previsto por los ingresos de esta vacuna ganar entre 16.000 y 25.000 millones de dólares más. Los múltiples estudios científicos indican que la vacuna Pfizer no se diferencia en más ni en menos del resto de las vacunas en uso en cuanto a eficacia, eficiencia, efectos adversos, etcétera. Es decir, como diría el grupo Chequeado, la afirmación es falsa.

– “…El laboratorio Pfizer no concretó en Argentina la venta de millones de vacunas, cuya ausencia hoy constituye el principal problema que afronta el país en su lucha contra la pandemia.” (…) “La enorme carga de responsabilidad que significa haber hecho fracasar una negociación que hubiese aportado millones de vacunas al doloroso escenario de carencia”.

Chile que es un ejemplo de vacunación: al 8 de abril había recibido 13.581.100 de Sinovac y tan solo 1.886.625 dosis de Pfizer de las 10.000.000 comprometidas (Infobae 8/4/21).

Cuando se revisa país por país, en Latinoamérica, se puede comprobar los retrasos en la provisión de vacunas de distinto origen, en especial Pfizer y Astra Zeneca.

La Unión Europea y algunos países integrantes de la misma en particular, afirman que iniciarán demanda por incumplimiento de contratos, mencionándose Pfizer y AstraZeneca en varios medios internacionales.

Conclusión: es más que probable que de haber realizado algún contrato con Pfizer, hoy hubiésemos recibido a lo sumo algo más de un millón de dosis, que en las más de quince millones de dosis recibidas a la fecha por Argentina, de otros laboratorios, no hubieran hecho variar significativamente el número. Otra muletilla pro Pfizer que no se sostiene.

– “Se eliminaron opciones que obligaron a los argentinos a vacunarse con un producto, que ni las organizaciones internacionales de salud ni la mayoría de los países occidentales acepta como garantía de eficacia”.

Aquí me voy a permitir disentir fuertemente, si discutimos sistemas de gobierno o democracia, identificación cultural o formas de vida, la diferenciación Occidente/Oriente podría ser debatida, pero en otros campos como los científicos, de desarrollo tecnológico, desarrollo económico, poderío militar, escala de desarrollo humano, PBI… opino que pararse sobre el Occidente como faro, atrasa a épocas de la guerra fría. Hoy el mundo es multipolar y multilateral y uno de los aciertos de cualquier gobierno de países como los nuestros es aprovechar esa multipolaridad para obtener ventajas, como en el caso de las vacunas en obtener transferencia de tecnología y participación en las ganancias de un producto que -se avisora- podría ser de uso anual.

Aclaro que no soy kirchnerista ni peronista, por eso es que no defiendo ni perdono las irregularidades que se pudieran haber cometido tanto en la adquisición como en la distribución y aplicación de las vacunas. Me producen mucho asco los vacunados VIP, los que se adelantaron y los jóvenes que fueron inoculados sin merecerlo, pero de ninguna manera, conociendo el tema como médico, me quedaré callado frente a los speakers, voceros y agentes de propaganda de un laboratorio que -como refiero mas atrás- ha hecho una vacuna que no se diferencia del resto.

Rajneri titula su nota “El huevo de la serpiente” aludiendo sin duda a esa genial película de Ingmar Bergman que en los años 70 señalaba que estos huevos que podrían ser de cualquier ave, son casi transparentes y dejan ver la serpiente en ciernes que de allí nacerá, como una metáfora del peligro nazifascista que podría estar engendrándose en una sociedad.

Habría que aclarar quién está en capacidad de poner ese huevo. En mi opinión hay en el país y dentro de los dos conglomerados mayoritarios, JXC y FdT, quienes desde posicionamientos extremos alimentan esa posibilidad y -qué duda cabe- Patricia Bullrich, de tan oscura y sinuosa trayectoria (pero igual raíz de origen) que los Verbitsky del otro lado son los que incuban la violencia, siempre sin olvidar que en nuestra historia reciente quienes se llenaban la boca de república y la veían en peligro, la pusieron por encima de la democracia y fueron la apoyatura civil económica e ideológica de la más sangrienta dictadura militar. Y si hay algo que debo reconocer es que Rajneri y su medio nunca estuvieron de ese lado.

Nuestro pueblo es moderado, y está a la espera de que la política muestre acuerdos, que las corporaciones empresariales y sindicales cedan en función de un plan de desarrollo. Nuestra democracia ya ha mostrado la madurez de solucionar sus crisis con alternancias y más democracia, aun en los peores momentos de crisis. Seamos optimistas y los mensajeros del odio quedarán en lo que son; una minoría, que solo quiere oír su posverdad.


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