“El incendio de Moquehue se pudo haber evitado”
Si un accidente se pudo haber evitado no es accidente, es desidia, negligencia, irresponsabilidad… Es verdaderamente triste, te llena de pena, bronca e impotencia. Soy uno de los concesionarios afectados del paraje El Verde. No son casas de temporada, son proyectos turísticos presentados en Pulmarí en construcción. De hecho son tierras de ese lugar, nosotros las alquilamos y no son baratas, tuvimos que remar muchos años para estar allí… En reiteradas oportunidades pedimos más control, que se recorra más seguido el cañadón Carico (valle surcado por el arroyo Verde, entre el cerro Colorado y el cerro Verde, con fondo en el cerro La bella Durmiente –hoy quemado–), que se repare el alambrado, se coloque una tranquera y se limite el acceso, que se le enseñe a la gente con instructivos, que se señalice: “No hacer fuego”, “No acampar”, “Área Pulmarí”, “No ingresar sin autorización”, “Cuide el lugar”, “No deje basura”, “No arroje colillas”, etc. Carteles, muchos carteles; y siempre la respuesta fue “no tenemos presupuesto”. ¿Y ahora cuánto se gastó? ¿Cuánto costó y está costando este operativo? Hoy hay casas perdidas, al igual que 20 hectáreas de forestación de pinos (que estaban abandonadas, sin faja antiincendios ni raleo) y, lo que es más grave aún, miles de árboles nativos, ñires, coihues, lengas, radales y por supuesto las queridas araucarias (pehuenes), el símbolo del Neuquén, que tenemos en el escudo, en la bandera, “la joya de la abuela”. ¿Y ahora? Ya es tarde, se quemaron ejemplares de 500 años o más… Si tocás una especie originaria sin permiso, multa y hasta cárcel. Hay que pedir permiso a Bosques, justificar la extracción. Te la martillan y después la tenés que reponer en otro lugar. Y ojo, esto está bien y cargan mochilas llenas de agua. Ellos son los verdaderos héroes, horas y horas mojados, sufriendo terrible calor. A ellos el mejor y más grande de los agradecimientos. Gracias Juan Silva, y a tus muchachos, por salvar las tres casas que quedaron. Que Dios los bendiga. Espero que remedien este desastre, que reforesten, aunque nosotros no lo vamos a ver (los árboles tardan, vio). Que los responsables se hagan cargo, y ayuden a los amigos vecinos que se quedaron sin nada. Wenceslao Vouilloz DNI 14.393.527 Cipolletti
Wenceslao Vouilloz DNI 14.393.527 Cipolletti
Si un accidente se pudo haber evitado no es accidente, es desidia, negligencia, irresponsabilidad... Es verdaderamente triste, te llena de pena, bronca e impotencia. Soy uno de los concesionarios afectados del paraje El Verde. No son casas de temporada, son proyectos turísticos presentados en Pulmarí en construcción. De hecho son tierras de ese lugar, nosotros las alquilamos y no son baratas, tuvimos que remar muchos años para estar allí... En reiteradas oportunidades pedimos más control, que se recorra más seguido el cañadón Carico (valle surcado por el arroyo Verde, entre el cerro Colorado y el cerro Verde, con fondo en el cerro La bella Durmiente –hoy quemado–), que se repare el alambrado, se coloque una tranquera y se limite el acceso, que se le enseñe a la gente con instructivos, que se señalice: “No hacer fuego”, “No acampar”, “Área Pulmarí”, “No ingresar sin autorización”, “Cuide el lugar”, “No deje basura”, “No arroje colillas”, etc. Carteles, muchos carteles; y siempre la respuesta fue “no tenemos presupuesto”. ¿Y ahora cuánto se gastó? ¿Cuánto costó y está costando este operativo? Hoy hay casas perdidas, al igual que 20 hectáreas de forestación de pinos (que estaban abandonadas, sin faja antiincendios ni raleo) y, lo que es más grave aún, miles de árboles nativos, ñires, coihues, lengas, radales y por supuesto las queridas araucarias (pehuenes), el símbolo del Neuquén, que tenemos en el escudo, en la bandera, “la joya de la abuela”. ¿Y ahora? Ya es tarde, se quemaron ejemplares de 500 años o más... Si tocás una especie originaria sin permiso, multa y hasta cárcel. Hay que pedir permiso a Bosques, justificar la extracción. Te la martillan y después la tenés que reponer en otro lugar. Y ojo, esto está bien y cargan mochilas llenas de agua. Ellos son los verdaderos héroes, horas y horas mojados, sufriendo terrible calor. A ellos el mejor y más grande de los agradecimientos. Gracias Juan Silva, y a tus muchachos, por salvar las tres casas que quedaron. Que Dios los bendiga. Espero que remedien este desastre, que reforesten, aunque nosotros no lo vamos a ver (los árboles tardan, vio). Que los responsables se hagan cargo, y ayuden a los amigos vecinos que se quedaron sin nada. Wenceslao Vouilloz DNI 14.393.527 Cipolletti
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