El inicio de la esquila plantea más dudas que certezas

La actividad comenzó hace unas semanas en la provincia y hay mucha incertidumbre sobre la marcha de la comercialización. Los precios han bajado casi a la mitad a pesar que la calidad del producto mejoró gracias a la mayor humedad en los campos.

En medio de un complejo panorama sanitario y una gran incertidumbre comercial comenzaron a desarrollarse en Río Negro las esquilas de ovejas y cabras dando inicio a la zafra 2020/21.

Productores del este de la provincia iniciaron a mediados de agosto esta tradicional tarea en el marco de un año atípico en las que se alternan buenas y malas, pero con una balanza inclinada claramente hacia el lado negativo.

Después de varios años secos este 2020 viene con mucha humedad. Como ocurre en cada inicio de año los productores esperaban con impaciencia la presencia de nieve y lluvias que permitan garantizar el forraje y el agua suficiente para los animales. Esta condición fue muy beneficiosa desde el centro hacia el este de la provincia.

Sin embargo hacia la cordillera y en las zonas más altas ubicadas en el centro y norte la nieve caída fue en demasía y además de impregnar de abundante humedad el suelo causó la muerte de miles de cabras y ovejas que quedaron sepultadas bajo un grueso manto blanco que también se congeló por las fuertes heladas invernales.

Por otro lado, la emergencia sanitaria por la pandemia covid-19 impacta sobre el desarrollo y la fiscalización de las esquilas, entre otras cosas.

También tiene un impacto negativo un mercado mundial de lanas y pelos en baja desde hace un año y prácticamente paralizado, un dólar con valores muy dispares y los daños que causan en las majadas el zorro colorado y el puma.

En medio de este contexto los productores llevan adelante las primeras esquilas obteniendo lanas y pelos de muy buena calidad en el este y centro provincial. Pero saben que la producción de lana -fibra predominante- estará lejos de superar los 4,5 millones de kilos producidos en la zafra anterior. Lo mismo ocurrirá con el mohair.

“Es una zafra atípica y muy compleja por las distintas circunstancias en las que se da. Las esquilas vienen bien en la zona de Adolfo Alsina, San Antonio, Valcheta, El Cuy y tanto la lana como el mohair están bien. Habrá que ver qué pasa con las fibras de la zona donde nevó. Es posible que tengan menos resistencia”, sostuvo el Secretario de Agricultura y Ganadería de Río Negro, Norberto Tabaré Bassi.

Aclaró que en virtud de la importante mortandad causada por el temporal de nieve el stock de lana y pelo se verá reducido. “Todavía no hay un diagnóstico definitivo de la mortandad de animales, pero fue importante. Con suerte se puede llegar, en lana, a los 4 millones. Veremos si es así cuando termine la zafra”, agregó.

Respecto a la emergencia sanitaria por el covid, las comparsas deben cumplir un protocolo de prevención por el coronavirus. Las restricciones impuestas en algunas zonas complican la fiscalización de los trabajos. Por otro lado, en el sector existe una gran incertidumbre por la situación de un mercado internacional que ha experimentado una fuerte baja en el último año y la pandemia lo mantiene prácticamente paralizado.

“Es un agravante más, venimos de un año muy malo en lo que respecta a la comercialización, con una fuerte caída en los precios. Con quien uno hable no tiene claro qué va a pasar con el mercado. Se cree que hasta fin de año, por lo menos, no se va a recuperar. Está muy ligado a la evolución del coronavirus a nivel mundial”, añadió Tabaré Bassi.

Si bien la lana es un producto que se comercializa en dólares, los productores también deben afrontar las consecuencias de tener varias cotizaciones de la moneda americana. Las ventas se cobran a “valor oficial”, pero al momento de comprar los productos agropecuarios e insumos deben pagarlos a un valor más alto, que según afirman “se ubica entre el oficial y el blue”.

Dato: 100 a 120 pesos es lo que paga hoy un productor lanero por el servicio de esquila de una oveja.

Buena calidad pero precios de venta en baja

La ingeniera agrónoma Miriam López, quien trabaja en la zona de Valcheta como técnica del Programa Regional Ganadero del Ente de Desarrollo de la Región Sur y asesora a la Cooperativa Agropecuaria La Amistad, detalló que las primeras esquilas se están desarrollando con cierta normalidad y cumpliendo el protocolo por la pandemia.

“En nuestra zona llovió bastante y el campo está muy bueno. Eso repercute en la producción de lana de oveja o pelo de cabra. Por suerte los animales están en muy buena condición y la fibra está muy bien, con buena resistencia, limpia y buen peso. Claro que las esquilas se están desarrollando en un contexto distinto por la pandemia”, sostuvo.

La profesional agregó que desde hace una década y hasta la actualidad el stock de cabras y ovejas ha disminuido mucho en esa zona de la provincia producto de la sequía que la azotó hasta hace unos años y el avance del puma, animal considerado plaga. Algunos productores han implementado con buenos resultados perros pastores para proteger a sus majadas de este felino.

López también hizo hincapié en un mercado mundial deprimido que está impactando fuertemente en el bolsillo del productor.

“Hoy una lana de 20 micrones y 65% de rinde se cotiza a 3 dólares el kilo. El año pasado estaba entre 5,70 dólares y hace dos años superaba los 8 dólares. El valor del pelo también sufrió una caída. Y las cosas han seguido aumentando. El productor paga la “lata” -lo que cuesta esquilar una oveja- entre 100 y 120 pesos por animal” sentenció.


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