El Inta consolida su rol estratégico en la agricultura familiar

La reapertura del IPAF Patagonia reafirma la importancia económica y sociocultural del sector. La institución había sido degradada por el Ministerio de Modernización en el año 2019.

Reapertura. El Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF) región Patagonia, nuevamente al servicio de la comunidad.

En la Patagonia argentina, una vasta zona caracterizada por las estepas áridas, praderas y desiertos, más del 50 % de la población rural pertenece al grupo de la agricultura familiar. Para la región, es un sector que genera mano de obra agrícola y rural, y compone la base del tejido social y económico de las ciudades pequeñas y medianas.


Por esto, y por su rol estratégico para generar y validar tecnologías destinadas al sector productivo, el Consejo Directivo del INTA resolvió reabrir el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF) región Patagonia. En 2019, a partir de una reestructuración del INTA impulsada por el Ministerio de Modernización, el estatus del IPAF se redujo a un área de Investigación dependiente del Centro Regional Patagonia Norte.


La reapertura del IPAF Patagonia reafirma la importancia económica y sociocultural que cumple ese sector productivo. “Cuando asumimos el desafío de estar al frente del INTA nos comprometimos a trabajar desde nuestras fortalezas y capacidades para mejorar la presencia en el territorio, siendo conscientes de que nos tocaba una labor intensa de agendas compartidas”, destacó la presidenta del INTA, Susana Mirassou y agregó: “Con este entusiasmo celebramos la reapertura del IPAF porque para el INTA es muy importante tener este instituto en una región y en una provincia en la que no había un organismo con este estatus y estas características”.


La agricultura familiar en la Patagonia representa el 57 % de los productores del sector agrícola distribuidos en tan solo un 12 % de la superficie cultivada. Las familias productoras tienen una participación predominante en distintas actividades en la región como es la provisión de alimentos frescos de alto valor nutricional a la población (carnes, verduras y frutas).

“Por su aporte en la seguridad y soberanía alimentaria, y su función social, cultural, ambiental y económica, la agricultura familiar merece un tratamiento diferente en término de política pública”

Cecilia Gittins – Directora del IPAF Patagonia


De acuerdo con el anuario estadístico elaborado por el Senasa en 2019, la actividad hortícola y frutícola concentra la mayor cantidad de agricultores familiares, un 90 % y un 50 % respectivamente. Asimismo, el 82 % de los productores ganaderos corresponde al sector de la agricultura familiar con mayor incidencia en la actividad caprina, ovina, porcinos y bovinos.


En este sentido, Cecilia Gittins –directora del IPAF Patagonia– destacó la importancia de volver a contar con el Instituto en la región: “Por su aporte en la seguridad y soberanía alimentaria, y su función social, cultural, ambiental y económica, la agricultura familiar merece un tratamiento diferente en término de política pública”, indicó.
Con líneas estratégicas definidas por los agricultores de la región y sus organizaciones, el IPAF Patagonia trabaja con el enfoque de investigación-acción participativa con las familias productoras en la región.


Por un lado, la investigación y el desarrollo de tecnologías apunta a la gestión del agua y las tecnologías de acceso, acopio y distribución del recurso tanto para consumo como para la producción en las áreas de secano.
En virtud de los escenarios a futuro vinculados al cambio climático, el IPAF apunta a promover la adopción y generación de maquinarias y herramientas que funcionan mediante energías renovables y que resuelven cuestiones productivas y mejoran la calidad de vida de las familias en el ámbito rural.


Por otra parte, el Instituto trabaja en la conservación de recursos genéticos de interés para la agricultura familiar mediante estrategias de conservación en campos de los productores. En esa línea se destaca la reintroducción de cabras criollas en la línea sur de Río Negro posterior a la erupción del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, como así también la conservación de variedades locales de semillas que tienen mayor adaptabilidad a los cambios ambientales.

Acto. Autoridades provinciales durante la reapertura.


Frente a la demanda creciente de alimentos y consumidores más exigentes con el cuidado del ambiente, el IPAF impulsa prácticas de producción agroecológicas que conservan los recursos naturales y reducen el uso de insumos contaminantes. “Trabajamos sobre los pilares de la gestión de la biodiversidad y la calidad del suelo. Es por ello que uno de los desafíos es escalar las tecnologías de manejo sustentable en los sistemas de producción de la región”, explicó Gittins.


Asimismo, el instituto promueve la reducción de los residuos generados en sistemas productivos y agroindustrias locales y su reutilización como fuentes de energía alternativas. En esa línea, se desarrollan iniciativas para aprovechar la biomasa y generar nuevos bioproductos de alto valor agregado como productos alimenticios, bioenergías y otros biomateriales.

Datos

57%
La porción de los productores agrícolas de la Patagonia Norte, que pertenecen a la agricultura familiar.
82%
Los productores ganaderos que pertenecen a la agricultura familiar.

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