«El materialismo intoxica a la humanidad» Celebraron en medio de la tragedia y pusieron fin a la búsqueda Por la esperanza

Benedicto XVI se refirió al conflicto en Medio Oriente y pidió justicia para los desposeídos del continente africano. Recordó especialmente a las víctimas del reciente sismo en Italia.

CIUDAD DEL VATICANO – Benedicto XVI dijo ayer que «el materialismo y el nihilismo» difunden «un sentido de la nada que tiende a intoxicar a la humanidad», pero «la nada no es la llegada definitiva de la existencia humana».

Al pronunciar su mensaje «Urbi et Orbi», tras la misa pascual, el Papa sostuvo que «el anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas oscuras del mundo en que vivimos» y que «si se quita a Cristo y a su resurrección, no hay salvación para el hombre y toda esperanza suya se queda en ilusión».

«El sentido de la nada fue dominado por la luz y la esperanza que proceden de la resurrección», la cual «no es una teoría, sino una realidad histórica revelada por el Hombre Jesucristo mediante su ´pascua´, su ´pasaje´ que abrió una ´nueva vía entre la Tierra y el Cielo´», agregó.

El mensaje del Papa fue pronunciado desde la galería de la fachada de la basílica de San Pedro el día en que 1.000 millones de católicos celebran la Pascua, que conmemora la resurrección de Jesús, entre las fiestas más importantes del calendario litúrgico.

El pontífice, que cumplirá 82 años el próximo jueves, vestido con paramentos litúrgicos dorados, envió un mensaje de esperanza al mundo y en particular a los 24.000 sin techo que dejó el devastador terremoto que el 6 de abril sacudió el centro de Italia. (Ver aparte)

Al recordar su reciente viaje a Camerún y Angola, Benedicto XVI pidió «justicia» para Africa y el fin de los conflictos, la pobreza, la enfermedad y el hambre.

Ratzinger afirmó también que la «reconciliación» entre palestinos e israelíes es «difícil», aunque es «necesaria» y es «la premisa para un futuro de seguridad común y de pacífica convivencia», por ello, exhortó a cumplir «nuevos esfuerzos, perseverantes y sinceros, para resolver el conflicto». en Medio Oriente, región que visitará del 8 al 15 de mayo, en una de las peregrinaciones más delicadas de su todavía corto pontificado.

El Papa también habló el domingo de los efectos de la crisis económica mundial. «En un tiempo de carestía global de alimentos, de desbarajuste financiero, de pobrezas antiguas y nuevas, de cambios climáticos preocupantes, de violencias y miserias que obligan a muchos a abandonar su tierra buscando una supervivencia menos incierta, de terrorismo siempre amenazante, de miedos crecientes ante un porvenir problemático, es urgente descubrir nuevamente perspectivas capaces de devolver la esperanza», exhortó. (AP, AFP)

ROMA y L´AQUILA (Télam).- A casi una semana del devastador terremoto que sacudió el centro de Italia, las autoridades cesaron ayer la búsqueda entre los escombros en la región de los Abruzzos, mientras los supervivientes de la tragedia celebraron el Domingo de Pascua con una misa en una de las carpas instaladas en LïAquila, la zona más afectada.

Un hombre de 59 años que murió en un hospital el sábado por la noche fue la víctima número 294, la cifra oficial de muertos según el informe del gobierno italiano. Ayer habían sido hallados todos los desaparecidos, pero las autoridades indicaron que no pueden descartar que haya aún más personas enterradas bajo los escombros de la capital regional, L`Aquila, y otras localidades muy dañadas.

Una mujer de 20 años rescatada el miércoles fue la última persona en ser salvada de entre las ruinas. Mientras tanto, los afectados celebraron un triste Domingo de Pascua, aliviado sólo en parte por la ola de ayuda recibida desde el resto de Italia. En los 32 campamentos de tiendas de campaña donde se albergan hubo regalos, entre ellos «Colombas de Pascua», un pastel con forma de paloma.

Además, el papa Benedicto XVI envió 500 huevos de Pascua para los niños, y en los campamentos se levantaron pequeños altares y se llevaron a la zona 500 corderos para una comida en conmemoración de la resurrección de Cristo.

«Es Pascua para nosotros, pese a la tragedia y los escombros del terremoto», dijo el arzobispo de L`Aquila, Giuseppe Molinari, a cientos de creyentes reunidos para la misa en una tienda de plástico en el principal campamento a las afueras del centro de la ciudad. «La resurrección de Cristo es también la resurrección de L`Aquila», añadió el arzobispo, según difundió la agencia de noticias DPA.

En los campamentos hay unas 18.000 personas que perdieron sus casas y se sumaron otras mil debido a las constantes réplicas, por lo que sus hogares aún deben ser comprobados por expertos para garantizar su estabilidad. De hecho, ayer los temblores prosiguieron en L`Aquila, donde a las 11.48 locales (6.48 hora argentina) se registró uno de 3,2 grados de magnitud según la escala abierta de Richter.

BUENOS AIRES (DyN) – Los obispos expresaron en sus mensajes pascuales la preocupación de la Iglesia por el clima de crispación generalizada, la difusión sin freno de la droga, el incremento de la violencia y el aumento de las situaciones de pobreza e injusticia social.

Obispos patagónicos en sus reflexiones señalaron que «muchos sienten miedo porque los sueldos alcanzan cada vez menos para cubrir necesidades cotidianas de una familia trabajadora o porque la violencia, tan extendida a todos los niveles, pareciera imponerse como el único camino para lograr algo o para ser escuchado».

Los prelados hicieron un fuerte llamado a la esperanza y alentaron a los argentinos a celebrar la Pascua en unidad y en paz.


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