El Obispo de Neuquén a favor de la separación entre Iglesia y Estado

Fernando Croxatto cree que la separación daría más libertad a quienes quieren practicar el culto de la fe y a quienes no.

Croxatto es tranquilo, suave al hablar, convincente. Luego de años de trabajar con la comunidad wichita en el Chaco “impenetrable” llegó hace ya más de un año como obispo a Neuquén, una ciudad “tensa e inquieta” como la clasifica él. En esta coyuntura del debate por la legalización del aborto y la división entre Iglesia y Estado, Croxatto afirma que desde el año 2000 se ha planteado el tema dentro del Episcopado y que existió un plan que impulsó monseñor Giaquinta de Viedma que luego, por diversas cuestiones se fue frenando.

“No por mala voluntad si no que es tanto lo que la historia le trae a la Iglesia que no es tan sencillo de decidir. La semana próxima tendremos reunión de nuevo con este grupo, y ése será uno de los temas que conversaremos”, anunció.

Y agregó: “Nosotros creemos que sería bueno y conveniente la separación entre Iglesia y Estado. Es un deseo que también va creciendo dentro de la Iglesia y el Episcopado. Es una idea de mayor libertad. Se busca mantener esa libertad, porque la Iglesia también quiere tener esa libertad de expresar libremente lo que quiere y lo que opina de “la verdad de Cristo, la historia y el hombre”.

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Respecto al tema de los aportes del Estado, Croxatto afirmó que la Iglesia puede ser autosustentable pero no inmediatamente. Que los obispos reciben una asignación pero que no es sólo para ellos si no para toda la Diócesis y que los sacerdotes ni siquiera reciben asignación. “También queremos aclarar que nosotros no recibimos asignación por los bautizados, que no se presentan todos los años un número de cuántos tenemos, si son 20 o 1000 eso no modifica las asignaciones que el Estado le da a la Iglesia”, agregó.

Para finalizar, Croxatto afirmó que “no tenemos otra intencionalidad de fondo de poderío dentro del gobierno. Queremos tener más libertad de poder opinar y expresar esas opiniones con lo político y social, porque nosotros atendemos a los hombres que son políticos y sociales y no puedo no decir cosas que no sean políticas y sociales, porque el hombre es todo, su fe y su vivencia humana y civil”.

¿Qué es la apostasía?

Significa salida, rechazo, se usa en el ámbito religioso y es el abandono y el rechazo en la fe de Cristo. “Algunos lo viven de hecho, sin ningún trámite, pero después está el hecho formal en el que dejo aclarado que yo ya no pertenezco ni quiero ser miembro de la comunidad. Este trámite se puede hacer y se puede presentar en la diócesis donde la persona se haya bautizado. Tiene que ser un trámite personal, no es solo administrativo. Desde la semana pasada hemos recibido entre 40 a 50 solicitudes vía email y en persona pero lo ideal es que lo hagan de forma personal con la fecha exacta de su bautismo”, aseguró Croxatto.

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Respecto al movimiento feminista, Croxatto afirma que en la Iglesia también se vienen viviendo cambios hace tiempo. “En las diócesis se van sumando muchas mujeres a los trabajos que antes eran sólo de hombres. El planteo del feminismo de equidad viene desde hace 500 años en la Iglesia, como el caso de Santa Teresa de Jesús, que vio toda su vida a su mamá encerrada, pariendo y pariendo y fue ahí que cuando entró al convento y fundó las Carmelitas lo primero que dijo fue que las Carmelitas deben ser autónomas y no deben tener injerencia del varón, todo inspirado en la historia de su madre”.


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