El optimismo exige cuidados

El mundo cierra con cauto optimismo un año extraño y en su mayor parte negativo por un virus que forzó cierre de fronteras, obligó al confinamiento más masivo en la historia de la humanidad, causó la caída libre de las economías, generó una crisis que impactó en todas las dimensiones de la vida -global, social y personal- y puso a prueba la capacidad de respuesta de los gobiernos.

En el balance, fue positiva la capacidad de respuesta del mundo al coronavirus, aunque la salida no fue necesariamente igualitaria ni cooperativa. La enorme capacidad y desarrollo científico y un despliegue inédito de recursos combinados de los sectores públicos y privados en cada país permitieron mitigar los efectos más terribles de la pandemia. La globalización mostró sus dos costados: el virus se propagó a una velocidad increíble, pero así de rápida también fue la respuesta de los sistemas involucrados.

Al tono excesivamente triunfalista que desplegó el gobierno siguió un fuerte relajamiento de las medidas de prevención entre la población que pudo verse en esta Navidad, también en la región

Si a mediados de marzo y abril parecía que la única salida era encerrarse, en diciembre buena parte del globo ya retomó las actividades y en muchos países comenzó una campaña de inoculación con al menos cinco vacunas, que incitan al optimismo para este 2021, aunque los rebrotes de la “segunda ola” y la aparición de mutaciones que parecen mucho más contagiosas invitan a la prudencia.

En el balance, son muy pocos los países que pueden jactarse de haber salido bien librados de la acción de la enfermedad, y nuestro país no fue la excepción. La pandemia golpeó severamente la salud de la población y agravó la caída de una economía que venía en franco retroceso desde el 2018. Terminaremos el año con más de 1.500.000 infectados, 42.000 muertos y sistemas sanitarios golpeados, aunque no en los niveles catastróficos previstos si no se hubieran realizado acciones desde el Estado.

La economía caerá más de un 10%, el desempleo aumentó y el 44% de la población vive hoy en la pobreza, pero los índices podrían haber sido peores si Nación y las provincias no hubieran adoptado medidas de contención social. La recuperación de China, el alza de las commodities, el posible “rebote” de la economía de EE. UU. con la gestión de Joe Biden y la mejora de Brasil dan señales de que 2021 tendrá algo de “viento de cola” para nuestro país, si las sabe aprovechar con una gestión efectiva.

Diciembre culmina con el inicio de la campaña de inoculación con las primeras 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V del instituto Gamaleya y la posibilidad de que en el corto plazo se sumen partidas de la de Pfizer y de Astra-Zeneca, lo que ha despertado la esperanza entre la población, pero al mismo tiempo pareciera inducir a un exitismo peligroso.

Al tono excesivamente triunfalista que desplegó el gobierno siguió un fuerte relajamiento de las medidas de prevención entre la población que pudo verse en esta Navidad, también en la región: reuniones multitudinarias, sin distancia social, aglomeraciones en sitios cerrados, compartiendo botellas y mate, ausencia de barbijos, entre otros. La curva de casos, que había comenzado a descender en octubre y noviembre, parece haber revertido la tendencia y se observa suba de contagios, mayor positividad y ocupación en las terapias intensivas.

La población y sobre todo las autoridades debieran ser conscientes de que, como señaló el titular de la Organización Mundial de la Salud Tedros Ghebreyesus, “las vacunas ofrecen al mundo una salida para esta tragedia”, no obstante lo cual “llevará tiempo”. Existe una falsa ilusión de que el final de esta etapa angustiante es inminente, cuando se sabe que la vacunación será en grupos muy reducidos, y aun si se superan las trabas económicas y logísticas para hacerla masiva lograr una inmunidad de rebaño llevará meses.

Si dejamos de cuidarnos, todo va a empeorar: no solo en la salud, sino también en la tibia recuperación del consumo, la producción y el turismo, motores de la economía. Lejos de la epopeya, solo una actitud más responsable de gobierno y ciudadanía en fiestas y vacaciones nos permitirá encarar con algo más de optimismo el inicio de esta nueva etapa.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios