El Oscar a Mejor director ¿tendrá otra vez acento mexicano?

Oscar, cuenta regresiva

ALEJANDRO GONZÁLEZ IÑÁRRITU Este director de 51 años podría hacer que por segundo año consecutivo un mexicano levante la estatuilla al mejor director, distinción que hasta la fecha sólo atesora Alfonso Cuarón (“Gravedad”). Iñárritu, que fue un exitoso conductor de radio antes de dedicarse al séptimo arte, dice que en el cine comenzó tarde. Era ya treintañero cuando presentó su primer corto de televisión (“Detrás del dinero”, 1995), pero en su debut en el largometraje de ficción dejó claro que era un cineasta a seguir: “Amores perros” (2000). Se llevó el premio de la crítica en Cannes y la cinta llegó hasta los Oscar. Desde entonces todas sus películas han pisado la alfombra roja de la Academia de Hollywood. “21 Gramos” tuvo dos nominaciones; “Babel” se llevó el Oscar a la mejor banda sonora (Gustavo Santaolalla) Y “Biutiful” también tuvo dos nominaciones. La comedia negra “Birdman”, que aspira a 9 estatuillas, podría reportarle a él personalmente su primer reconocimiento de la Academia de Hollywood como mejor director, una distinción que ya le concedió Cannes hace casi diez años con “Babel”.

RICHARD LINKLATER El director estadounidense, un autodidacta que desde hace más de una década es una voz reconocida del cine “indie”, cumplirá en julio 50 años. Hasta ahora sólo había estado nominado como mejor guionista en las aclamadas “Antes del amanecer” (2005) y “Antes de la medianoche” (2014), pero con “Boyhood” aspira a cinco estatuillas, entre ellas las de mejor película y director, un premio que ya obtuvo en el Festival de Berlín el año pasado, cuando se estrenó la película. En los Globos de Oro se llevó además el premio en la categoría de dirección y la película fue distinguida como mejor drama. El cineasta de Houston (Texas) debutó en 1985 con un corto documental, pero no conseguiría notoriedad hasta “Antes del amanecer, el filme sobre el encuentro casual de una pareja que permanece junta apenas 24 horas. Varias de sus películas se mueven en esa franja temporal, a diferencia de “Boyhood” que ha sido rodada a lo largo de 12 años. El director de títulos importantes del cine independiente estadounidense en los 90 como “Slacker” o “Rebels” no se deja condicionar por las etiquetas, igual se acerca a Hollywood con la comedia “Escuela de rock” como hace cine de denuncia como con “Fast Food Nation”.

BENNET MILLER Neoyorquino y de 48 años, se estrenó detrás de la cámara con un documental en 1998 sobre un guía turístico neoyorquino y desde entonces tan sólo ha rodado tres películas de ficción pero todas ellas basadas también en personajes reales. Además, las tres películas han llegado a los Oscar, sobre todo por el ojo de Miller para fichar a los protagonistas. El desaparecido Philip Seymour Hoffman ganó su primer y único Oscar con “Capote” (2005), un retrato del escritor estadounidense cuando investigaba a un asesino, un caso que plasmaría en “A sangre fría”. “Moneyball”, sobre un gerente de un equipo de béisbol cuyo éxito radicaba en cálculos matemáticos, supuso la segunda nominación al Oscar para Brad Pitt. La película obtuvo 6 nominaciones, pero entre ellas no figuraba la de mejor director, una categoría en la que debuta ahora con “Foxcatcher”. La historia de un excéntrico y solitario multimillonario (Steve Carrell) falto de afecto que patrocina a un joven deportista de lucha libre de extraordinaria fuerza y débil personalidad le ha proporcionado cinco nominaciones al Oscar y el reconocimiento del Festival de Cannes como mejor director.

WES ANDERSON Tiene 45 años, un rosto aniñado y una debilidad clara por la fábula, por contar historias como si de un cuento se tratara y capaz de retrotraer al espectador ya adulto hasta ese mundo de sentimientos puros en los que la ternura siempre está presente y la ingenuidad todavía no está mal vista. El director de Texas, guionista de todas sus películas, siempre tuvo claro que su oficio iba a ser el de contar historias. De niño rodaba en súper 8 las que él mismo escribía. En la universidad conoció a Owen Wilson y con él grabó su primer corto: “Bottle Rocket”, en 1994. Fue un éxito en el Festival de Sundance y ello le permitió conseguir el dinero para convertir la historia en un largo. Y así despegó una carrera que siempre se ha desarrollado en el ámbito de la comedia (un género poco querido en las grandes entregas de premios) y entornos de familias un tanto particulares o de estrechas amistades. Con “Los exentricos Tenenbaums” consiguió su primera nominación al Oscar como guionista, candidatura que repitió con “Moonrise Kingdom”, pero ningún trabajo había tenido tanto éxito hasta ahora como “El Gran Hotel Budapest”, que opta a 9 estatuillas, entre ellas, y por primera vez, a la de mejor director.

MORTEM TYLDUM Es el más desconocido de los cinco aspirantes al premio. En su Noruega natal también era un director más de televisión que había rodado varias miniseries hasta que debutó en el largometraje en 2003 con “Buddy”. El reconocimiento sin embargo no le llegaría hasta que en 2011 llevó a la gran pantalla uno de los más fulgurantes éxitos del reciente boom de novela negra nórdica: “Headhunters”, de Jo Nesbo. El tirón del libro atrajo a muchos espectadores de otros países a la sala y le abrió las puertas a Tyldum (nacido en 1967) para rodar “El Código Enigma”, un trabajo de corte clásico con un guión estupendo y una interpretación vibrante. La cuarta película de Tyldum lo ha catapultado en Hollywood, donde se ha situado directamente en lo más alto con la tercera película con más candidaturas: 8 opciones a premio. Pese a las varias nominaciones, se fue sin nada en los Bafta y los Globos de Oro, pero el nombre del cineasta noruego ya circula en la meca del cine.