El primer femicidio del 2021 es la única causa que no avanzó y ya pasaron seis meses

María José Villalón Escudero fue asesinada en su casa, el 14 de enero. "Creo y tengo la esperanza que ya falta poco", manifestó su sobrina Génesis, que se convirtió en vocera del pedido de justicia.

Hoy se cumplen seis meses del primer femicidio que registró Neuquén en el 2021. Fue el de María José Villalón Escudero, una mujer de 39 años que tenía cinco hijos. La encontró uno de ellos, en su habitación, con múltiples heridas de arma blanca. Desde ese momento, su familia repitió manifestaciones frente a la Ciudad Judicial para pedir que la cause avance, pero al día de hoy no hay acusados.

El femicidio que siguió al de «Majo» fue el de Guadalupe Curual y su asesino, Bautista Quintriqueo, fue detenido justo después del hecho y se suicidó cuando estaba internado. Le siguió el de Cristina Ancatén, que murió por el golpe en la cabeza, hecho por el que está acusado y con preventiva su ex, Damián Retamal.

En ambos casos, los femicidas quedaron expuestos, pero no pasó lo mismo con el cuarto femicidio del año, el de Agostina Gisfman. La investigación fue compleja porque involucró a dos provincias: ella vivía en Cipolletti y su cuerpo se halló en Centenario. La fiscalía pudo dar con parte de los sospechosos, analizar sus celulares y videos de cámaras de seguridad. La joven desapareció el 14 de mayo, al día siguiente apareció su cuerpo calcinado. Nueve días después fueron detenidos y acusados Juan Carlos Monsalve como autor material y Gustavo Alejandro Chianese como participe necesario.

En el caso de María José, que está a cargo de la fiscal Eugenia Titanti, no solo no hay acusados, aún están abiertas al menos dos líneas de investigación. De parte de la familia, quien se convirtió en vocera de la causa y emblema del pedido de justicia es Génesis, la sobrina de la víctima. Explicó que familiarmente hacen un gran esfuerzo para impulsar la investigación y agradeció que aunque le adeudan honorarios a la abogada Celina Fernández, ella mantiene su representación legal.

La letrada marcó que la familia de María José no «tiene grandes recursos» y no recibió ayuda ni visitas de integrantes del Poder Ejecutivo ni Judicial como ha ocurrido con otros femicidios.

Fernández indicó que la «causa está empantanada» y que desde la querella buscan otras alternativas para avanzar. Reconoció que la pandemia cambia las dinámicas de trabajo, pero destacó que no les ha costado mucho obtener respuestas o reuniones. «No tiene que ver con quién es la fiscal en particular, habla de una cuestión clara de cuál es la prioridad del Ministerio Público Fiscal en materia de género», analizó. «Hay una falta de sinceridad de decir esta causa está empantanada, esta fiscal está empantanada, este fiscal está empantanado y lo tiene que revisar alguien más», puntualizó.

A seis meses del crimen, Génesis contó que esperan los resultados de algunas pericias de rastros de sangre que fueron hallados en la casa de Cordón Colón. La expectativa está puesta en lograr alguna pista segura en lo que, sospecha, es mayormente sangre de su tía, que sufrió múltiples heridas de arma blanca. También restan conocer los resultados de análisis de videos de cámaras de seguridad.

«Creo y tengo la esperanza que ya falta poco», manifestó la joven, aunque inmediatamente vuelve a su postura de cautela. Se lo enseñaron tantos meses transcurridos, en los que fue saltando obstáculos y entendiendo más sobre el trabajo del Poder Justicia. Ahora, además de exigir justicia, también cuestiona otros aspectos, como la falta de personal para realizar las investigaciones. «Es hora de cambiar, vienen con problemas desde arriba. Cambiar leyes y formas de trabajar».

El tiempo que pasa sin respuestas tiene sus costos para Génesis. Contó que ha sufrido ataques de pánico y ansiedad, que le costaba dormir, que bajó mucho de peso. «Pero bueno, ahora, mejorando», se consuela.

Sobre sus primos, los hijos de Majo, contó que los dos más grandes, que ya son mayores de edad, siguen viviendo en la casa del crimen, «la de su infancia, no tienen a dónde ir». Su prima de 12 alterna su estancia con el papá y con la familia de María José, mientras que los más pequeños viven con su padre.

Según Génesis, ella y su familia viven «a la expectativa de las noticias, de saber cómo está la causa». Sí, son seis meses ya de vivir esperando justicia.

Nos han dicho que hay más homicidios investigándose y nosotras entendemos que no es lo mismo la muerte violenta de una mujer»,

relató la abogada de la familia, Celina Fernández.

Entrevista a la abogada Celina Fernández en RN RADIO


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