El proyectil que terminó con la vida del niño Luciano era calibre 38

Mañana es el momento de los alegatos de cierre antes de conocerse el veredicto del jurado popular.

El calibre de la bala que terminó con la vida del niño Luciano Fuente es 38. La trayectoria que recorrió, desde que fue disparada hasta encontrarse con el cuerpo de la criatura fue el centro de la jornada de ayer en el juicio que tiene un solo imputado. Los jurados populares escucharon a los peritos, que dejaron en claro desde dónde se produjo el disparo, esa tarde en el barrio Peñi Trapún de Cutral Co.

En el juicio por el homicidio de Luciano, hubo cuatro testimonios. Sin embargo, fueron extensos porque se trató de los peritos expertos en criminalística. A excepción del primer testimonio, que lo brindó una persona que denunció una agresión armada de Diego “Neneo” San Martín, el imputado por el homicidio del niño, un tiempo antes de ocurrido el ataque al niño, el resto fueron las declaraciones técnicas.

El perito Enrique Prueger fue el primero en explicar la trayectoria del proyectil. Detalló ante las las y los jurados populares que son guiados por el juez técnico, Federico Sommer, de dónde provino la bala que impactó a Luciano.

“Si bien es un lugar muy conflictivo, donde hubo otros disparos, en el momento que matan a la víctima había un tiroteo entre dos personas, que se encontraban en el eje este oeste- por lo que buscamos aquellos impactos oblicuos”, subrayó.

Prueger indicó que uno de los estudios incluyó un láser que estableció la trayectoria de la bala. El desnivel existente en el terreno (la bala recorrió entre 400 a 600 metros) ayudó para que el proyectil impacte sobre la cabeza del nene. “Trabajé sobre los relatos de los testigos del momento, que hacen una declaración pormenorizada que escucharon tres disparos. Y uno, el último con el silbido que lo llevó a protegerse (al hombre) contra la pared y le siguió el ruido seco cuando impacta al cráneo”, del niño. Descartó que haya sido un “tiro al aire” el que alcanzó a la criatura y ubicó al tirador en Buta Ranquil y 22 de Octubre.

Dato

400
metros fue la distancia mínima que recorrió el proyectil que impactó en el cráneo del pequeño de Cutral Co.

Luego, fue el turno de Lucas Bravo Berruezo, especialista en criminalística. La porción de proyectil que se extrajo del niño es “similar o compatible con un calibre 38. Existe una alta probabilidad”, señaló. Ahora, lo que no se puede establecer “porque el material no cuenta con el suficiente campo de estudio y no se podría realizar un cotejo” para saber si esa porción de proyectil pertenece al arma secuestrada e incorporada a la causa.

El cierre de la jornada estuvo a cargo del comisario Vázquez, que llevó adelante todas las primeras investigaciones, los allanamientos, los secuestros de motos, municiones, entre otras.

Vázquez indicó que uno de los testigos presenciales que estaba en Santa Isabel junto al niño que hubo primero una “sarteada de tiros” y después, se escucharon tres detonaciones. Relató desde su conocimiento de la zona, los conflictos entre las dos familias Espinoza y San Martín –a la que pertenece el acusado- y que las diferentes, entre ambos las dirimen a los tiros.

A la vez, lo común que es encontrar en allanamientos municiones de calibres 22, 9, 32, 38, de todo tipo, dijo. Por otra parte, respondió que la investigación se inició a partir de los testimonios que daban cuenta de los disparos desde 22 de Octubre y Buta Ranquil, en el corazón del barrio Peñi Trapún de Cutral Co.


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