Elecciones: La información “en diferido” y un mecanismo poco aceitado

La paridad en el recuento parcial de los votos en las elecciones de Cipolletti ponía en foco la necesidad de contar con una voz oficial que ponga luz a un escrutinio cada más complejo. A medida que llegaba al final, la diferencia entre Cluadio Di Tella (JSRN) y Aníbal Tortoriello (PRO) era menor.

Sin embargo la Junta Electoral Municipal no dio información hasta la madrugada de hoy. Hasta el momento este medio no pudo acceder a la planilla oficial a pesar de los insistentes reclamos.

Nuestra Constitución establece que todos los actos de gobierno son públicos, incluidos, obviamente el recuento de votos en una elección municipal como la de ayer. Sin embargo, en Cipolletti, la información oficial se dio a conocer “en diferido” casi 14 horas después de cerradas las urnas.

En tiempos donde la tecnología aplicada a la comunicación ha revolucionado casi todos los ámbitos de la vida, es inadmisible que uno de los municipios con mayor cantidad de electores de la provincia no tenga aceitado el mecanismo de carga de datos para acceder a la información lo más raído posible y ejercer, en consecuencia, el debido control ciudadano (una de las bases de la democracia) sobre todo en una elección tan reñida como la de ayer entre dos oficialismos.

En estos casos la transparencia es fundamental para desterrar las sospechas y las acusaciones cruzadas.

En el municipio de Cipolletti no sólo no se cargaron los datos en la página como estaba previsto, sino que ningún representante (ni siquiera un vocero institucional) se ocupó de canalizar los pedidos de información por parte de los medios que son el vehículo necesario para llegar a la ciudadanía.

La presidenta de la Junta Electoral, que además es abogada y conoce los institutos que amparan el derecho a la información, prometió vía mensaje de texto “un link” en el que se reportaría toda la información.

Esa dirección electrónica no sólo nunca llegó sino que además ni ella ni ninguno de sus colegas respondió lo llamados.

Más de 12 horas después de cerrada la elección (cerca de las 8 de hoy ) circuló por las redes sociales una planilla con la información oficial que lleva la firma y el sello de uno de los vocales.

Es comprensible que ante una elección tan pareja como la de ayer, la información debe ser clara y esos datos tienen que estar confirmados. La prudencia es necesaria pero cuando las sospechas y las acusaciones invaden el escenario el único remedio es la transparencia.

A diferencia de lo que ocurrió ayer, en las últimas elecciones provinciales los datos se fueron cargando “minuto a minuto” y los medios (y también el ciudadano) pudieron seguir el recuento de votos a través de la página oficial. Nada del otro mundo.