En Bariloche, la construcción elude la crisis a pura inversión privada

Hay obras de todo tipo en la lista de las apuestas de los empresarios, locales y de afuera, para cuando la situación económica mejore en el país.

Invertir en ladrillo parece ser la premisa. A pesar de la crisis financiera, tentados por el crecimiento del turismo, las construcciones privadas no detienen su avance y los edificios, barrios privados y unidades habitacionales de categoría pueden estar a la vuelta de la esquina.

El último índice de la construcción difundido por el Indec, que solo se mide en el Gran Buenos Aires, determinó un crecimiento del costo de la construcción de un 19%, acumulado a julio, sin contar el último mes, cuando se produjo una profunda devaluación y un incremento en los precios de los materiales.

Estas cifras, por ahora, no desmotivan a los inversores. En los últimos meses hubo cortes de cinta de grandes emprendimientos como un hotel de alta gama en la península San Pedro, una pileta deportiva en el kilómetro 11, una estación de servicio en el Alto, oficinas, locales comerciales y edificios.

Hoy con solo recorrer el centro y el barrio Belgrano se pueden encontrar una docena de edificios en construcción. La mayoría son de unidades habitacionales pero también cuentan con locales comerciales, consultorios, oficinas y otros servicios. En el Este hay grandes desarrollos y también el Oeste vuelve a despertar interés de los inversores que esperan el nuevo plan urbanístico.

Ladrillos verdes

U$S 49.000.000
es la inversión inicial prevista por las 40 empresas que adquirieron lotes en el Parque Productivo.
U$S 18.000.000
es la inversión anunciada por el desarrollo del barrio privado Barrancas de Melipal, que incluye ocho edificios, un hotel y viviendas.

“Estamos frente a un contexto político y económico muy inestable, lo que genera muchas dudas a la hora de invertir; de todas maneras puedo decir que Bariloche sigue siendo un destino muy elegido para las inversiones inmobiliarias”, afirmó a “Río Negro” Sebastián Caretta, socio gerente de la inmobiliaria Tizado en Bariloche.

Para el agente inmobiliario el turismo nacional e internacional “conlleva a seducir a los inversores tanto para opciones de rentas turísticas como permanentes”.

Nos encontramos en plena crisis y no se puede hacer un análisis hasta que los mercados se estabilicen. Imaginamos que tanto los valores de venta como los valores de construcción deberían contraerse.

Sebastián Caretta, socio gerente de Tizado Bariloche.

También Pablo Bullaude, secretario de Desarrollo Urbano de Bariloche, opinó que la ciudad “tiene un movimiento de inversiones particular por el turismo” que escapa a las generales del país.

“Hay inversiones en edificios en el centro y muchos inversores grandes que se preparan para cuando todo se empiece a acomodar en materia financiera pero sin dudas la inversión más grande de Bariloche de los últimos años está en el Parque Productivo, donde 40 empresas empezarán a construir el año que viene”, afirmó Bullaude.

El Parque Productivo vendió lotes a empresas no solo de base tecnológica sino también de la industria alimentaria, de construcción y de servicios. Entre todas se anunció una inversión inicial que rondará los 49 millones de dólares. Cada una tiene su proyecto en etapas y se iniciarán las obras privadas una vez que reciban la tierra con la infraestructura que realiza el Estado con fondos del Plan Castello.

Bullaude indicó además que en los últimos meses llegaron a las oficinas municipales inversores privados que consultan por el Plan de Desarrollo Urbano del Oeste que fijará las pautas de construcción y las restricciones para los kilómetros. Estimó que “hay cuatro o cinco grandes inversiones con intención de desarrollar barrios, hoteles y emprendimientos turísticos”.

Caretta apuntó que las inversiones “se dan en toda la ciudad” aunque la preferencia es en el centro y en los últimos años el barrio Belgrano fue uno de los predilectos. También señaló que “la alta demanda que hubo en los últimos años hizo que las zonas más lejanas empiecen a ser más atractivas por las diferencias en los valores”.

Hoy se pueden encontrar a la venta unidades funcionales desde 2.000 a 3.000 dólares el metro cuadrado en departamentos o unidades en PH. En unidades premium, de alta gama, el metro cuadrado cotiza alrededor de los 4.000 dólares.

Para el referente del sector inmobiliario, el impacto de la situación financiera del país y la devaluación aún es difícil de analizar porque “nos encontramos en plena crisis”. De todos modos señaló que en el sector estiman que “tanto los valores de venta como los valores de construcción deberían contraerse”.

Solo en el centro de Bariloche hay una docena de edificios en construcción. Foto: Marcelo Martinez

El último informe estadístico de la Municipalidad indica que entre enero y mayo había 191 obras en construcción con 77.911 metros cuadrados nuevos. En el Este se concentra la mayor cantidad de metros cuadrados construidos pero si se mide en cantidad de obras, la mayoría está en el centro, con edificaciones categoría E que corresponde a viviendas colectivas de más de tres unidades por parcela.

“Hoy los desarrolladores se siguen enfocando en la construcción de edificios de departamentos y PH tanto para turismo como vivienda permanente, en el caso de edificios también vuelcan algunos metros a locales comerciales dependiendo de la ubicación del edificio”, remarcó Caretta.

En la hotelería hay cambios de concepto de inversión. Un ejemplo de esto es el nuevo hotel de la cadena Hilton bajo la denominación Hampton, que tiene fecha de inauguración para octubre, con una inversión que asciende a 13,5 millones de dólares. Aquí hay unos 130 inversores que adquirieron “ladrillos inteligentes” (mediante la compra de habitaciones) y que esperan tener un beneficio del 7% anual.

En el centro se concentra ahora el boom de construcciones de edificios de viviendas y otros orientados al turismo que hasta hace unos años estaban en el barrio Belgrano.

Las inversiones en edificios, que se multiplican por más de una docena en la zona céntrica, están en un sector donde aún hay grandes terrenos, algunos con propiedades que se demolieron, con posibilidad de edificar hacia arriba porque el Código Urbano lo permite: las calles Elflein, Gallardo, Tiscornia, Villegas, Rolando y Frey, entre otras.


Una apuesta a las estaciones de servicio


Según los registros municipales de construcción, en los primeros cinco meses del año -antes de la crisis financiera- también se multiplicaba la construcción de locales comerciales, consultorios, restaurantes, alojamientos turísticos y estaciones de servicio.

Semanas atrás se inauguró una nueva estación de servicio Axion en Bariloche. Foto: Marcelo Martinez

En este último rubro decidió invertir Claudio Roccatagliata, el presidente de la Asociación Hotelera de Bariloche, que acaba de inaugurar una estación de servicio Axion en la avenida Juan Herman y Pasaje Gutiérrez, y ahora espera la autorización final para comenzar una obra similar en el barrio Melipal, en Pioneros y Book (kilómetro 4).

“Son proyectos de mediano plazo donde la coyuntura no interfiere. Si fuera por los momentos difíciles del país nunca hubiésemos hecho nada”, afirmó Roccatagliata. Admitió que tal vez se deba “desacelerar” la inversión pero “superada la crisis vamos a seguir trabajando”.

Este proyecto presentó a pedido del municipio un estudio de tránsito de la zona, donde hay una alta congestión vehicular, y se plantearon soluciones que serán parte de la propuesta final. Los planos están en estudio en el municipio.


Barrios privados, urbanizaciones y edificios


En el kilómetro 4,9, se desarrolla otra inversión de gran impacto con un barrio privado llamado Barrancas de Melipal que abarca un predio de 8 hectáreas, con una inversión inicial de 18 millones de dólares.

En Pinar del Lago otro inversor avanza en el proyecto Vitalis Patagonia que comprende viviendas familiares de uno a tres ambientes.

Continúa la construcción del edificio Capitalinas, en el kilómetro 1 de Bustillo.

El municipio aprobó el Plan Bariloche del Este en un predio de 130 hectáreas, que comprende unidades habitacionales, área comercial, edificios de Procrear, la Ciudad Judicial, entre otros. La primera urbanización, Altos del Cóndor, ya comenzó con 150 viviendas que se realizan de manera particular.

También alrededor de donde se proyectó la nueva terminal de ómnibus, al final de la avenida Esandi, se realiza una inversión privada de viviendas familiares.


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