EN FOCO: Algo parecido a Irak, una bomba nuclear o un tornado

EXPLOSIÓN EN WACO

Por Andy Goldberg

Algo parecido a Irak, a una bomba nuclear o a un tornado: así es como describieron los funcionarios estadounidenses la devastación provocada por una explosión en una planta de fertilizantes en Texas, que dejó un número desconocido de muertos y más de un centenar de heridos.

Hasta que la gran bola de fuego se elevara en el cielo, la ciudad de West era una típica ciudad de Texas de 2.800 habitantes, orgullosa de la herencia checa de muchos de sus antiguos pobladores.

Lo suficientemente pequeña para que todos se conocieran entre sí y también para que la universidad, la escuela secundaria y la residencia de ancianos estuvieran a escasa distancia de la fábrica de fertilizantes West Fertilizer Plant.

Según el sargento W. Patrick Swanton, los bomberos y las fuerzas de la policía acudieron para combatir un incendio surgido en la planta en la noche del miércoles.

Enseguida se dieron cuenta de la gravedad de la amenaza que enfrentaba la ciudad y comenzaron un proceso de evacuación.

“Quizá 15 minutos después tuvo lugar la gran explosión”, contó ante los cientos de periodistas que acudieron desde todo el país a la pequeña ciudad texana.

“Hubo un pequeño fuego y después se roció agua sobre nitrato amónico y explotó como la bomba de Oklahoma City”, contó Jason Shelton, empleado del hotel Czech Best Western al canal de noticias Dallas Morning News.

“Vivo a unos mil pies (300 metros) de allí y (la explosión) hizo saltar por los aires los cristales de mi puerta y ventanas traseras. Y hay casas al mismo nivel de la explosión”.

Horas después de la detonación, faltaban varios bomberos y miembros de la policía. Las autoridades confirmaron que había habido víctimas mortales, pero no especificaron cuántas, pues el caos imperaba.

Según el alcalde Tommy Muska, la explosión y el fuego devastaron casas y edificios en un radio de cinco bloques. Entre 50 y 80 viviendas quedaron destruidas.

Entre los edificios más afectados se encuentra una residencia de ancianos adyacente a la planta, donde 133 personas fueron evacuadas.

Un edificio de 50 apartamentos se llevó la peor parte de la explosión, pues su fachada quedó totalmente destrozada hasta dejar al descubierto el esqueleto d emadera y el interior pulverizado del edificio.

DL Wilson, portavoz del departamento de seguridad pública se mostró conmocionado por lo sucedido. “Fue violento, como en Irak (…) un edificio con unas 50 viviendas parecía un esqueleto”, contó Wilson a la prensa.

Numerosos edificios ardían, incluyendo la residencia de ancianos y una escuela secundaria.

Los habitantes de West señalaron que los momentos posteriores a la explosión fueron caóticos al tiempo los habitantes intentaban huir.

Y para empeorar las cosas, sigue pendiendo la amenaza de que gas venenoso se haya liberado en la explosión y pueda provocar graves quemaduras o la muerte. Un centro de tratamiento de emergencia instalado para atender a los heridos tuvo que ser desplazado por temor a verse afectado por el humo.

Y mientras los habitantes esperan noticias de posibles muertes de sus vecinos, cuenta Muska.

“Hemos tenido mucha gente herida y hay mucha gente que, estoy seguro, no van a estar aquí mañana”, dijo a la CNN. “Vamos a buscar a todo el mundo, vamos a asegurarnos de que están todos. Eso es lo más importante ahora”. Pero pese a la tragedia, no se han acallado las recriminaciones. “Toda esa parte de la ciudad parece un desastre”, afirma Bill Manolakis a Dallas News. “¿Quién en su sano juicio pone una maldita planta cerca de viviendas?”. (DPA)