En Londres, Trump negó críticas a May y culpó a su enemiga preferida

“Son fake news (noticias falsas). Siento mucho respeto por ella”, dijo, y reclamó escuchar el audio con su declaración. May, prudente, pidió “responsabilidad”.

Frente a ella y frente a la prensa, el presidente de Estados Unidos Donald Trump negó haber criticado a la primera ministra británica Theresa May y sostuvo que la relación entre ambas naciones ocupa “el nivel más alto de lo especial”. Fue poco después de haber atacado a May con una andanada en una entrevista al diario The Sun. Son “fake news” (noticias falsas), dijo.

“Lo que hagas, está bien”, dijo un Trump conciliador a la premier tras haber criticado duramente su estrategia negociadora en el Brexit, afirmando que imposibilitaba un acuerdo comercial con EE. UU. y elogiando a su rival Boris Johnson. “Esta señora”, añadió, volviéndose hacia ella, “es una mujer increíble que está haciendo un trabajo increíble. Prefiero tenerla como amiga”, dijo ayer.

La visita de Trump al Reino Unido se ha caracterizado por las protestas y las declaraciones de Trump al The Sun. En la entrevista, que empezó a difundirse el jueves por la noche cuando May presidía una cena de gala en honor de Trump, el presidente dijo que el saliente canciller Johnson sería “un gran primer ministro”, que los planes de May de mantener vínculos con la UE tras el Brexit imposibilitan un acuerdo comercial con EE. UU. y le aconsejó que negociara con Bruselas de un modo y ella hizo lo contrario. Además, acusó al alcalde de Londres, Sadiq Khan, de haber hecho un trabajo “terrible” contra el terrorismo, un año después de la oleada de atentados de 2017. Las declaraciones provocaron una caída de la libra.

“Yo no critiqué a la primera ministra. Siento mucho respeto por la primera ministra”, dijo Trump tras reconocer que ofreció disculpas por algunas declaraciones, pero culpó a su chivo expiatorio preferido –la “prensa falsa”– por no haber publicado los elogios que dijo que le hizo a May.

May elogió la fortaleza de los vínculos, pero en una suave reprimenda a su invitado dijo que “todos tenemos la responsabilidad de asegurar que perdure la unidad transatlántica”.

Trump fue recibido con protestas en toda Gran Bretala y en Londres un globo gigante que lo mostró caricaturizado como un bebé furioso en pañales sobrevoló una marcha de decenas de miles de personas.

Con la reina Isabel, en Windsor

El presidente estadounidense Donald Trump y su esposa fueron recibidos ayer por Isabel II a su llegada al castillo de Windsor para tomar el té.

La reina, sonriente, estrechó las manos y charló con Trump y su mujer Melany a las puertas del castillo, antes de que se interpretaran los himnos y de que el presidente y la monarca británica pasaran revista a la Guardia Real.


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