En la puerta del invierno, Wintershall Dea pide a Europa avalar más inversiones en hidrocarburos

El CEO de la principal petrolera independiente de Europa, Mario Mehren, planteó que “podríamos producir el doble en Alemania pero necesitamos que nos autoricen”. La firma presentó un sólido balance trimestral en el que se destacó el inicio del proyecto Fénix, en el offshore argentino.

Incertidumbre es la palabra que más se repitió en la conferencia de prensa que dio el CEO de la petrolera independiente más grande de Europa, Wintershall Dea, Mario Mehren, y no es para menos ya que mientras es incierto el suministro de energía para el viejo continente, tampoco hay certezas de qué sucederá con la producción que la firma tiene en Rusia, que representa nada menos que el 50% de sus metros cúbicos.

En ese contexto, Mehren fue claro. Planteó que la operadora actualmente produce “el 5% del consumo doméstico de Alemania y podríamos elevarlo a cerca del 10% usando solo campos convencionales, sin usar fracking”, pero sostuvo que para eso “necesitamos el apoyo político, porque esa definición no tiene que ver con los precios sino con la aprobación del gobierno, sin retrasos innecesarios”.

Es que mientras el abastecimiento de energía en Europa sigue siendo un serio problema y muchos países ya se preparan para tener nuevamente cortes de suministro, una serie de protestas ambientalistas en contra de la industria de los hidrocarburos ha copado la escena de las principales ciudades.

En la charla de la que participó Energía On, Mehren detalló que la operadora tuvo muy buenos resultados en el tercer trimestre de este año con una disponibilidad de caja de 6.200 millones de euros, lo cual permitiría a la firma elevar sus inversiones si se cuenta con el aval de los gobiernos alemán y europeos en general, reticentes a avalar más desarrollos en el sector de los hidrocarburos.

Es necesario que los importadores puedan volver a cerrar contratos de suministro a largo plazo. Esto estabilizaría los mercados y fomentaría las inversiones”, remarcó.

Mehren planteó que el foco de la operadora es hoy la diversificación de activos, que incluyen a Argentina, y la descarbonización.

El cuadro de la compañía contempla además el impacto de la crisis generada por la invasión rusa a Ucrania, ya que el 50% de la producción de Wintershall Dea se concentra en Rusia. Esto llevó por un lado a que la firma tenga retenidos en ese país unos 2.000 millones de euros de dividendos, ante el bloqueo a la salida de divisas realizo por el gobierno de Vladimir Putin.

Pero a su vez, la petrolera vio impacto su balance del trimestre con un deterioro de activos por 175 millones de euros por su participación en el gasoducto Nord Stream 2.

“En rusia no podemos sacar dividendos desde febrero y no sabemos cuándo vamos a poder sacar dinero”, sostuvo Mehren a la vez que advirtió que la investigación sobre el atentado a Nord Stream 2 podría tomar largas semanas más para tener avances.

Es por esto que el CEO de Wintershall Dea enfatizó que “vamos a enfocarnos en diversificación y descarbonización, y allí vamos a poner nuestras inversiones”. Un doble eje en el que América Latina ha tenido dos de los tres hitos del trimestre.

El primer hito corresponde a los desarrollos en Noruega, en donde la firma lleva invertidos 3.100 millones de euros desde el 2019. Y es que a la par del inicio de las operaciones en el campo Nova, se espera la pronta puesta en marcha de otros dos importantes proyectos en Noruega: Njord y Dvalin, que elevarían su producción hasta los 150.000 barriles equivalentes de petróleo por día.

El segundo hito de la firma en el trimestre fue el anuncio que ayer realizó la compañía del acuerdo para la adquisición de una participación del 37% en el bloque del offshore mexicano Hokchi, una decisión que marca la expansión de la compañía en México y en especial en el offshore.

En tanto que el tercer punto destacado del trimestre fue la decisión de inversión tomada para el desarrollo del proyecto Fénix, en el offshore de Tierra del Fuego. La nueva instalación para la producción de gas natural ya comenzó a desarrollarse y está previsto que entre en producción en 2025.


La apuesta a la descarbonización


El segundo eje de desarrollo de Wintershall Dea es la descarbonización. Y Mehren detalló que en ese sentido en agosto firmaron un acuerdo de cooperación con Equinor.

“Junto a Equinor tenemos previsto desarrollar una infraestructura y una cadena de valor de captura y almacenamiento de dióxido de carbono que conecte la industria alemana con el sistema de almacenamiento de CO2 noruego», afirmó Mehren.

El plan contempla una canalización entre Alemania y Noruega para transportar hasta 40 millones de toneladas de CO2 al año para su almacenamiento bajo el Mar del Norte noruego, lo cual equivale a cerca del 20 % de todas las emisiones de CO2 industriales de Alemania.

Además la firma obtuvo su primera licencia de almacenamiento de CO2 en Noruega, Luna, que será operada por Wintershall Dea, con una capacidad estimada de inyección de CO2 de hasta 5 millones de toneladas al año.


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