La CNEA desarrolló la ingeniería conceptual para almacenar combustible usado en Atucha I

La Comisión Nacional de Energía Atómica fue el organismo que determinó la viabilidad del proyecto de almacenamiento en seco de combustibles ya usados en la central nuclear Atucha I. Permitirá albergar 2.844 elementos combustibles gastados.

Especialistas de la gerencia de Coordinación de Proyectos CNEA-NASA (Gcpcn) desarrollaron la ingeniería conceptual para determinar la viabilidad tanto técnica como económica del proyecto Asecq-I. Este fue ideado para el almacenamiento en seco de 2.844 elementos combustibles quemados de la central nuclear Atucha I.

La obra, terminada a fines de agosto, está destinada a albergar los combustibles gastados que actualmente se encuentran almacenados en agua dentro del recinto de piletas. El Gcpcn pertenece a la gerencia de área de Energía Nuclear de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

«Para la concreción de este importante proyecto, la CNEA desarrolló el 100% de la ingeniería conceptual» que sirvió para que la empresa nacional Conuar SA produjera la ingeniería de detalle y la construcción de las unidades de almacenamiento y de silos, explicaron desde la secretaría de Energía.

Estas unidades fueron integradas al edificio por las diferentes empresas contratadas por Nucleoeléctrica Argentina (NASA). A su vez, los especialistas de la CNEA «brindaron asistencia técnica continua durante todo el proceso de ejecución de la ingeniería de detalle, la construcción y la puesta en marcha del Asecq-I», remarcaron.

El edificio nuevo está integrado al existente de la Casa de Piletas de la Planta, «en el que se instalaron 316 silos ubicados por debajo del nivel 0,50 metros», explicaron desde NASA. Estas instalaciones permite albergar 2.844 elementos combustibles.

Una vez que finalizaron la construcción del edificio y terminaron las instalaciones electromecánicas, «se inició el pasado 27 de agosto de forma exitosa el traslado de los elementos combustibles hacia el edificio en el cual quedarán alojados», detallaron desde la firma.

«Se trata de un proyecto de ingeniería clave para la continuidad de la operación de la primera central nucleoeléctrica del país», remarcaron desde la secretaría de Energía. A su vez, destacaron que el proyecto «marca un nuevo hito para todo el sector nuclear argentino y lo posiciona -una vez más- como impulsor de las capacidades científico-tecnológicas del país».

En la actualidad, se están desarrollando diversas tareas y obras para extender la vida útil de Atucha I, que comenzó a operar en 1974 y que en 2024 cumplirá 50 años en funcionamiento. Los trabajos del Proyecto de Extensión de Vida iniciaron en 2008 y una vez finalizados permitirán alargar su operación por veinte años más a plena potencia.


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