Líquidos: la clave estabilizadora de los proyectos de GNL
Se trata del GLP y el etano. Su alto valor y demanda son un plus para los planes exportadores y un gancho para sumar inversores del mayor peso internacional.
Milán, Italia. Enviada especial.- La feria Gastech, el encuentro más grande del mundo en lo que hace a la industria del gas, no solo fue una plataforma para mostrar el potencial exportadir que tiene Argentina con sus proyectos de gas natural licuado (GNL). También fue el escenario en el que Vaca Muerta salió a lucir una de las cualidades que la hacen más productiva que sus hermanas de los Estados Unidos y que es la clave para dar estabilidad a los planes argentinos del GNL a partir de algo técnico y económico: los líquidos del gas.
Con un despliegue colosal en el predio ferial de Milán, Italia, la expo Gastech marcó la carrera a toda velocidad que hay entre los diversos sectores vinculados con el gas y en especial con el GNL: desde empresas y países buscando compradores de su producción a empresas constructoras de gasoductos y barcos licuefactores.
Como en todo sector comercial, al final del día lo que decanta son los proyectos más rentables, y en términos del propio CEO de YPF, Horacio Marín, «nuestro objetivo que nuestro GNL sea más competitivo que el de Estados Unidos, porque con lugares como Qatar es imposible competir».
En esta carrera de costos y ganancias, Vaca Muerta salió a lucir en la feria Gastech una de mejores cualidades: la enorme cantidad de líquidos que se pueden extraer de su gas. Este punto puede parecer muy técnico, pues hablamos de la separación del propano, butano, gasolina natural y etano, pero es el anzuelo clave para atraer a las majors, las firmas gigantes como Eni y Shell, para que inviertan en el proyecto argentino y no en alguno de otro lugar del mundo.
Estos líquidos del gas, que se dan cuando se encuentra junto al petróleo, tienen un claro mercado ya que mientras el propano y butano son lo que rellena las garrafas -el GLP- el etano es la base de la industria petroquímica.
Y si algo tiene Vaca Muerta, son muchos de estos líquidos. Se estima que por cada millón de metros cúbicos de gas de la «ventana del gas húmedo» -esa suerte de lonja del medio de la formación donde los pozos dan tanto petróleo como gas, se pueden llegar a separar hasta 300 toneladas de estos líquidos.
El mercado argentino se encuentra actualmente satisfecho con la separación que ya se realiza de estos productos -a través de firmas como Compañía Mega y TGS- por lo cual todo lo que se obtenga se destinará al mercado exportador.
Y es allí donde está la clave de las Fases 2 y 3 del proyecto Argentina LNG que se negocian, por ahora, con Shell y Eni. Pues estos líquidos generan una rentabilidad adicional, de más del 30% sobre la venta exclusiva del GNL, y terminan siendo así el gran estabilizador del proyecto ante potenciales bajas de precios, pero también, el gran plus a favor de Vaca Muerta en esa carrera contra Estados Unidos.
Desde Eni -el Ente Nazionale Idrocarburi de Italia- que hizo de anfitrión en la feria que el año próximo se trasladará a Tailandia, se conoce bien el tema. La gigante italiana tiene actualmente desarrollos de GNL en Mozambique y Congo, y en el primero de esos destinos el buque tiene una particularidad más que destacada: el mismo barco fábrica del GNL separa los líquidos del gas que recibe y los deja listos para exportar desde allí mismo.
La definición de separar los líquidos mar adentro responde a las particularidades de Mozambique, ya que en realidad es más costoso que hacerlo en tierra como se planea en los proyectos agentinos que ya tienen nombre y ubicación: el plan Vaca Muerta Liquids, que tendrá una inversión de 6.000 millones de dólares para exportar desde 5.000 millones de dólares anuales en estos líquidos ubicará su planta fraccionadora en Bahía Blanca.
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