Turbinas eólicas que aprenden del viento: la iniciativa italiana que promete más efectividad con menos impacto
El modelo de turbina eólica a pequeña escala fue desarrollado por la startup GEVI Wind, con el objetivo de tener una mayor eficiencia con un menor mantenimiento. Su sistema de control mediante inteligencia artificial le permite ajustarse a la dirección e intensidad del viento.
Desde Italia surgió una iniciativa que da que hablar: se desarrollaron turbinas eólicas a pequeña escala que integran inteligencia artificial, lo que permite ajustar el ángulo de sus palas a la dirección del viento en tiempo real. Así, se logró aumentar la generación de energía al año en un 60% con menos ruido, lo que hace al modelo ideal para entornos urbanos.
La empresa emergente GEVI Wind buscó con este invento resolver uno de los problemas básicos que tienen las microturbinas: la falta de adaptación a las fuertes ráfagas de viento. Esto no solo reducen su eficiencia pueden llegar a acelerar su desgaste al causar daños en la estructura.
La clave de este modelo está en su sistema de control basado en inteligencia artificial, que analiza constantemente variables como la dirección, velocidad, turbulencia del flujo de aire. De esta forma, da la sensación de «aprender» del viento al ajustar la inclinación de las palas para maximizar su captación cuando el tiempo es favorable y reducirlo frente a las fuertes ráfagas.
Los resultados fueron contundentes: no solo se aumentó la eficiencia de la turbina en un 60%, sino que también se redujo el estrés mecánico en un 80%, lo que prolonga la vida útil, reduce la necesidad de mantenimiento y asegura un rendimiento constante.
Un modelo pensado para entornos urbanos
Una de las principales particularidades de este modelo es su capacidad ideal para instalarse en las ciudades. La turbina mide 3 metros de altura con un diámetro de rotor de 5,4 metros, y su ruido de mantiene por debajo de los 38 decibelios (dB) a 10 metros, comparable con el promedio en densas poblaciones urbanas.
El sistema arranca a partir de vientos bajos de 2,5 metros por segundo (m/s), y ofrece una potencia nominal de entre 3 y 5 kilovatios (kW) que lo hace ideal para consumo doméstico, pequeños negocios o instalaciones comunitarias.
Según planteó la empresa italiana, el modelo busca ser un complemento de la energía solar, especialmente en zonas donde no se puede aprovechar la energía que proveniente del sol al estar cubiertas de sombras o saturadas de azoteas con paneles solares.
La iniciativa busca reproducirse
La startup GEVI Wind, fundada en 2022, generó el interés de varios inversores y cosechó más de 2,7 millones de euros con el objetivo de trasladar la generación de energía eólica a lugares como las ciudades o zonas industriales, donde este tipo de energía no es común.
El proyecto surgió en el entorno universitario de la ciudad italiana de Pisa, y se estructura operativamente desde Roma. La confianza que hay es tal que su financiación, liderada por 360 Capital y CDP Venture Capital junto con otros fondos, tiene el objetivo de lograr reproducir el modelo en otros países de Europa.
De esa manera, esta pequeña turbina italiana promete realizar grandes cambios en la innovación de tecnologías «verdes» para generar energía limpia, sostenible, y que permita combatir al cambio climático.
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