Vaca Muerta: la herencia petrolera que recibirá Javier Milei
El presidente electo se encontrará con una industria hidrocarburífera en pleno auge. Tendrá en sus manos la definición sobre ejes estratégicos para impulsar todavía más al sector. Hay incertidumbre sobre su plan.
El presidente electo Javier Milei se encontrará el 10 de diciembre con una buena herencia petrolera de la mano del crecimiento de Vaca Muerta. Al igual que las últimas administraciones nacionales, el nuevo jefe de Estado tendrá en sus manos la definición sobre ejes estratégicos para continuar impulsando a la industria.
Petróleo: Argentina superó los 662.000 barriles y alcanzó la producción más alta en 17 años
La actualidad del shale argentino se explica por una serie de decisiones clave, tanto públicas como privadas, que se materializaron desde el inicio del desarrollo de los no convencionales, con la estatización de YPF en los albores de esta industria.
Hace escasos 6 años todavía había sectores de las principales fuerzas políticas del país que cuestionaban el potencial de Vaca Muerta. Hoy es una discusión saldada. El avance de la industria es lo más parecido a una política de Estado que tiene Argentina, pues logró crecer -con tropezones- en los gobiernos de Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández.
En números
- US$ 2.200
- millones es el superávit energético que se podría alcanzar en 2024, si se cumplen una serie de elementos clave.
De alcanzarse una serie de objetivos de producción, y concretarse un cúmulo de obras centrales (algunas en marcha), la balanza comercial energética, es decir la diferencia entre las importaciones y exportaciones del sector, podría cerrar el 2024 con un superávit de unos 2.200 millones de dólares. Se trata de un resultado que no se registra desde 2010, que se explica principalmente por Vaca Muerta, y que refleja a nivel general el efecto shale.
Detrás de ese resultado proyectado para el año que viene, hay un número de elementos que fueron decisivos y permitieron no sólo ordenar ambos segmentos de gas y petróleo, sino también garantizar inversiones críticas para el sector.
La herencia petrolera de Milei: Plan Gas
El segmento del gas venía de tener un año negro en 2019 por el derrumbe del precio en boca de pozo, originado por un exceso de oferta, demanda en baja (principalmente industrial) por la recesión económica y poca actividad en los campos. En febrero de 2020 tocó fondo y por primera vez en más de una década no hubo perforaciones en busca de este hidrocarburo.
Llegó la pandemia y condicionó aún más la crítica situación que atravesaba el sector. Hacia finales de 2020, precisamente noviembre, el Gobierno lanzó el Plan Gas.Ar, el programa de promoción a la producción de gas natural que fue muy bien recibido por las petroleras.
Permitió pasar de la escasez en 2020 al récord histórico de Vaca Muerta en agosto pasado. Por este Plan Gas es que se consolidó un sistema de triple efecto que dio previsibilidad a la industria, resiliencia a la demanda y certeza al fisco. Este esquema estará vigente hasta 2028, es decir, más allá de la administración de Javier Milei.
La herencia petrolera de Milei: concesiones y oleoductos
El crecimiento exponencial de la producción de petróleo en Vaca Muerta saturó en poco tiempo la capacidad de transporte. En julio de 2022, las empresas operadoras de caños y terminales de exportación, Oleoductos del Valle (Oldelval), Oleoducto Trasandino (Otasa) y Oiltanking Ebytem (OTE), presentaron un plan de inversión por una cifra superior a los US$ 2.000 millones de dólares, para ampliar y acondicionar sus instalaciones.
Como condición, las empresas ataron sus planes a la renovación de las concesiones de los respectivos activos hasta 2037, algo que fue autorizado de manera oficial en septiembre y diciembre del año pasado para Oldelval y OTE.
De esta manera Oldelval inició el proyecto Duplicar Plus, con el que aumentará la capacidad de transporte desde Vaca Muerta hasta Puerto Rosales, por etapas. La primera (20.000 bbl/d) se habilitó en septiembre de este año y permitió el récord histórico de Neuquén en octubre.
Según confirmó el CEO de la firma, Ricardo Hösel, en octubre de 2024 se terminará otra de 45.000 barriles por día, mientras que la última terminaría en 2025 y la capacidad total de transporte hacia la terminal de Ebytem será de 540.000 barriles por día.
Por su parte, OTE tiene un plan en marcha en línea con el de Oldelval para la terminal de exportación en Puerto Rosales. Ampliarán el acopio y emplazarán nuevas monoboyas y muelles con capacidad para recibir buques de mayor porte.
En cuanto a OTASA, las exportaciones a Chile se reactivaron en mayo de este año. El caño, que tiene su cabecera en Puesto Hernández y se conecta con la refinería Enap en Concepción, alcanzó en septiembre un pico de exportación de 40.000 barriles por día.
Vinculado a la reactivación de OTASA, YPF tiene avanzada la puesta en marcha del oleoducto Vaca Muerta Norte, una obra que permitirá ampliar el abastecimiento de petróleo hacia la cabecera del caño que va a Chile. Esta línea tiene una capacidad de transporte de casi 160.000 barriles por día.
La herencia petrolera de Milei: GPNK
La puesta en marcha de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner (GPNK), que va desde Tratayén (Neuquén) hacia Salliqueló (Buenos Aires), tuvo un impacto inmediato en la producción de gas de Vaca Muerta. Desde agosto, y tras una nueva licitación del Plan Gas.Ar, se conectó oficialmente al gasoducto Neuba II, con capacidad de transportar hasta 11 MMm3/d.
La obra de casi 573 kilómetros permitió impulsar la producción de gas de Neuquén a una nueva marca histórica y también reducir importaciones. No sólo tuvo impacto positivo durante el invierno, a pesar de habilitarse tarde, sino que también lo tendrá en el verano, ya que el gas se destina para la generación térmica.
La obra prevé la instalación de dos pantas compresoras que permitirán ampliar a 22 MMm3/d el transporte. En agosto, Energía Argentina comunicó que ya estaban en el país, aunque no hubo más actualizaciones sobre su instalación. Su puesta en marcha estaba prevista para el inicio de la primavera.
La incógnita crece en torno a este último punto. Pese a la centralidad de la obra, que además a través de su segundo tramo proyectado habilitaría un atractivo mercado de exportación regional, hoy es cuestionado desde las filas del libertario electo.
Más recientemente la ministra electa de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, y antes el ministro de Infraestructura electo, Guillermo Ferraro, minimizaron el proyecto y señalaron que “nadie de los que paga impuestos lo utiliza”.
La herencia petrolera de Milei: pasos obligatorios
A pesar de las inversiones y decisiones clave que se ejecutaron en los últimos años, la proyección para alcanzar el superávit energético en 2024 también depende de otros factores que deberán resolverse cuanto antes.
En una reciente proyección que realizó la consultora Economía y Energía, se indicó que el año que viene Argentina puede alcanzar un superávit comercial energético de unos 2.200 millones de dólares, un resultado que no se ve desde hace 13 años.
En números
- 9,34%
- creció la producción de crudo interanual entre enero y octubre.
Para cumplir con ello, la producción de petróleo se debe ampliarse en una tendencia similar a la que se registró este año, entre enero y octubre (+9,34%), para permitir un promedio de exportación de 190 mil barriles diarios.
Las dos plantas compresoras del tramo I del GPNK deben instalarse antes de enero (la primera) y la otra antes de mayo. Debe también habilitarse el ducto (ya terminado) Mercedes – Cardales, que una la red de TGS y TGN y, por último, se debe construir el tramo La Carlota – Tío Pujio en julio (parte de la reversión del Gasoducto Norte).
Las condiciones necesarias parecen no ser tan complejas como las alcanzadas hasta ahora, aunque no por ello menos estratégicas. Toda la incertidumbre que ronda en el plan de país de Javier Milei desdibuja la proyección de superávit y suma asteriscos a las inversiones en marcha y proyectadas que, cómo se marcó hasta acá, están sujetas a la ampliación de las obras de infraestructura.
El proyecto que podría quedar entrampado en la transición
Si se cumplen a rajatabla las palabras del presidente electo, Javier Milei, en cuanto a la política de inversión pública en infraestructura (llevarla a cero y que invierta el privado), hay un proyecto clave de Vaca Muerta que podría quedar sólo en bocetos.
Se trata del desarrollo de transporte y exportación de petróleo más ambicioso que tiene en carpeta la industria y a YPF como dueña: se refiere al proyecto Vaca Muerta Sur, cuya inversión supera los 2.500 millones de dólares.
Este proyecto que iba a posicionar a la pequeña Punta Colorada, ubicada cerca de localidad rionegrina de Sierra Grande, en algo similar al puerto petrolero Corpus Christ, al sur de Texas.
Poco se sabe de cómo será la YPF de Horacio Marín, aunque si algo permite entrever la historia reciente es que será una empresa más del mercado y cederá el rol de líder de la industria.
En este escenario, el modelo actual de YPF de iniciar proyectos y luego buscar socios para acompañar las inversiones (como en el Vaca Muerta Norte) podría cambiar. La lógica de “si es rentable lo financiará el privado” deja a la petrolera estatal como cliente.
El Vaca Muerta Sur contempla la construcción de un oleoducto de 570 kilómetros desde el corazón de Vaca Muerta hasta Punta Colorada. Además una terminal de exportación con tanques más dos monoboyas suficientes para posicionarla como el principal puerto exportador no solo de Vaca Muerta, sino también que estaría entre los más grandes de Sudamérica.
El presidente electo Javier Milei se encontrará el 10 de diciembre con una buena herencia petrolera de la mano del crecimiento de Vaca Muerta. Al igual que las últimas administraciones nacionales, el nuevo jefe de Estado tendrá en sus manos la definición sobre ejes estratégicos para continuar impulsando a la industria.
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