Encuentro en el subsuelo: la tarde en que Cacho Lobello le cantó al Nene Travesino

En noviembre de 2019, Cacho Lobello recibió a Ángel Travesino en su legendaria sala para mostrarle la canción que le había dedicado con su banda, los Buscados Vivos, inspirada en el gol que le había convertido al Seleccionado argentino, en el Maiolino, en 1977.

¿Puede un tipo en bicicleta ser un rockstar? Sí, Cacho Lobello. Él era así, un rockstar de acá, uno proletario, laburante, de pelo siempre largo y enfundado en cuero, haciendo rock en un pueblo chacarero. Para todos nosotros, un tipo como Cacho era un rockstar, un tipo que vivía en rock. Al fin y al cabo, el rock es también una cuestión de actitud y Cacho, un rockstar en bicicleta, la tenía. No sé si alguna vez lo supo. 

Cacho Lobello, fallecido este domingo por graves complicaciones en su salud, fue de los primeros en hacer rock en el Alto Valle. Y de los primeros en caminar (y bicicletear) las calles de Roca vestido como rockero. Pero Cacho, a diferencia de muchos otros, nunca dejó de serlo y eso me llamó gratamente la atención porque en estos tiempos (casi) nadie luce así. Sobre todo, los rockeros.  

Cuando yo era chico, en los lejanos 80, los rockeros se distinguían del resto y, debo decir, me daban cierto temor: tipos duros vestidos de negro con el ceño adusto y caras de pocos amigos. Tampoco (me ayudaba) la música que escuchaban y, menos aún, las portadas de los discos de la música que escuchaban. Con el tiempo supe de qué se trataba el rock y, sobre todo, de qué se trataba ser rockero y de la importancia de serlo y parecerlo.  

Muchos años después, en otra ciudad no muy lejos de aquella en la que crecí, me crucé con Cacho Lobello, un rockero como los de antes, pero en este tiempo.  

Finalmente lo conocí en un lugar como el que seguramente habrá imaginado aquel niño de los 80 al que le asustaban los rockeros: un sótano húmedo y semioscuro. La “sala de Cacho. Allí abajo, ese día también conocí al Nene Travesino, otra leyenda de esta ciudad, pero de la redonda. Tanto Cacho como el Nene se prodigaban mutua admiración. Quizás más Cacho hacia el Nene, supongo que por esas cosas que generan los cracks del fútbol. Y el Nene era uno de esos. Como Cacho lo era para el rock de acá. 

Aquel encuentro, generado por Diario RÍO NEGRO junto a mi colega y amigo Walter Rodríguez, en el húmedo sótano de la calle Viedma, fue motivado por una canción compuesta por Cacho Lobello dedicada al Nene Travesino, más precisamente al gol –que digo gol, ¡golazo!- del Nene al Seleccionado argentino en el Maiolino.  

No, no es una historia Osvaldo Soriano o Eduardo Sacheri: aquel golazo de Ángel Travesino al Loco Gatti en el campo de juego del Depo fue bien real. El 2 de marzo de 1977, el Seleccionado de Menotti se preparaba para el Mundial 78 y, en una de las tantas giras por las provincias, pasó Roca. Y, si bien la albiceleste ganó 2-1, el partido no le resultó tan sencillo, al punto que había comenzado perdiendo con el gol del Nene.  

Cacho Lobello fue uno más entre los miles de hinchas que vio aquella jugada en vivo y en directo, y el único en componerle una canción. Eso sí, pasaron más de 40 años entre el gol del Nene y “El Nene”, el tributo de Cacho a su ídolo hecho de puro rocanarol. 

Aquella tarde calurosa de noviembre de 2019, el Nene Travesino bajó al sótano para encontrarse con Cacho Lobello y Los Buscados Vivos, su banda, quienes le tenían preparada la canción como sorpresa. Aunque ya circulaba en redes y en alguna que otra radio, “El Nene” era un rumor para el Nene.  


Cacho y el Nene, héroes del rock y el gol

“¿Escuchaste la canción que te hicieron?”, le preguntaban de manera recurrente en aquellos días. Y no, no la había escuchado, pero algo sabía. Por eso, cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de “El Nene”, Travesino no lo pudo creer. Se tomó la cabeza con sus manos y, emocionado, siguió la letra impresa en un papel. 

“El Nene”, track número 3 de Lanza con Cuerdas, el último disco de Los Buscados Vivos editado en aquel 2019, fue el resultado de un homenaje al fútbol que Cacho se debía como futbolero que era. Pero la inspiración la buscó en Diego Maradona hasta que se dio cuenta de dos cosas: que homenajes a Diego hechos canción había muchos y muy buenos. En cambio, un homenaje a un ídolo de acá no había ninguno. Y ese ídolo de acá, para Cacho Lobello, era el Nene Travesino. 

El encuentro entre el rockero y el goleador fue maravilloso. Cacho contó de su devoción por el fútbol y por jugadores como Travesino y Travesino contó detalles nunca revelados de aquella tarde en el Maiolino. “Cómo le voy a hacer yo un tema al Diego Maradona si yo tengo al Maradona nuestro en la ciudad, un ídolo, un amigo, trabajé con él, lo vi jugar desde pibe, me llenó de alegrías, llenó de alegrías al pueblo de esta ciudad”, decía Cacho Lobello en aquel encuentro con Diario RÍO NEGRO. 

Cacho Lobello fue de los primeros rockeros del Alto Valle, de los primero en ser y parecerlo. Y lo fue hasta su último día. El destino quiso que los dos protagonistas de aquel encuentro subterráneo entre el fútbol y el rock ya no sean de este mundo: el Nene Travesino falleció en abril pasado. 

Es cierto aquello que “nada nos deja más en soledad que la alegría si se va”. Pero será cuestión de mirar al cielo e imaginar qué estarán haciendo Cacho y el Nene. Seguramente riéndose: “¿qué buscan allá arriba, si estamos acá?” 


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