España lanza plan de reinserción de presos por «delitos terroristas»

El gobierno español anunció el jueves un plan para la reinserción de los presos condenados por terrorismo, como es el caso de los miembros de ETA, que provocó el rechazo tanto de las víctimas como de los independentistas radicales vascos cercanos a esa organización armada.

«La política penitienciaria dirigida a presos que pertenecen a organizaciones terroristas es la de reinserción individual, que es lo que dice la Constitución» y para fomentar «que se acojan a esta vía es por lo que ponemos en marcha este programa», afirmó el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz.

«Es un plan para la reinserción de presos de todo tipo, terroristas y de crimen organizado. Es mucho más ambicioso que la «vía Nanclares»», dijo a la AFP una portavoz de las instituciones penitenciaria españolas.

La iniciativa parte de una práctica ya utilizada para los presos de la organización armada separatista vasca ETA conocida como la «vía Nanclares», por el nombre de la cárcel del País Vasco (norte) adonde fueron trasladados los presos que se acogieron a la misma, buscando acercarlos a su casa.

Actualmente, los presos de ETA que se desvinculen de la organización y la lucha armada, pidan perdón por sus crímenes y acepten indemnizar a sus víctimas se benefician del acercamiento a cárceles del País Vasco.

Este acercamiento es una reinvindicación histórica de los presos de ETA y sus familiares, que denuncian una política de dispersión penitenciaria aplicada a los presos de la organización armada vasca.

Responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco, ETA había anunciado el 20 de octubre el «cese definitivo de su actividad armada».

La incorporación a este programa «puede facilitar el acercamiento de los internos, pero no habrá acercamiento automático», precisó la portavoz.

«A partir de mayo, los internos que se incorporen al programa participarán en aulas dirigidas a su educación en valores de convivencia», afirmó, agregando que «el programa prevé acercar la realidad social de la calle a los presos para facilitar la reinserción».

El plan «pretende fomentar que (los presos) renieguen de la organización terrorista a la que pertenecen. Si reniegan de manera pública, clara y solemne de su pertenencia a esta organización terrorista, a partir de este momento pueden ir desarrollando las tareas de reinserción», dijo Fernández Díaz.

El ministro detalló que al plan se podrán acoger todos los presos condenados por delitos de terrorismo, sea cual sea la organización a la que pertenezcan, así como condenados por crimen organizado, aunque reconoció que en España ETA es la organización armada que «más daño ha hecho».

Toda la prensa española consideró a sus presos como principales objetivos del plan.

Rechazando que este plan sea un gesto hacia la organización separatista, a la que volvió a pedir «su disolución incondicional», Fernández Díaz dejó claro: «no hemos negociado ni vamos a negociar nada con ETA».

Asociaciones de víctimas y sindicatos policiales rechazaron inmediatamente este plan.

Por su parte, la izquierda independentista radical vasca, cercana a ETA, lo calificó de «cortina de humo cuya base son los criterios básicos de la política penitenciaria que se vienen aplicando a lo largo de los últimos veinte años: la excepcionalidad y la vulneración de derechos básicos».

La dirección del colectivo de presos de ETA había pedido el 13 de abril, en una entrevista con los diarios vascos Gara y Berria, una «amnistía integral».

Agencia AFP