Está prohibido pero igual el “culipatín” se adueñó del cerro

TEMPORADA

Deslizarse sobre la nieve fue desde siempre un juego para los niños. Y también para muchos adultos, sobre todo para aquellos que por primera vez tocan la nieve. Cuando nieva, en los barrios, la mayoría de las calles con pendientes se convierten en improvisadas pistas para estos deslizamientos.

Durante décadas la base del Cerro Catedral concentró estos juegos en su sector sur, el más alejado de las pistas de esquí. En los últimos años esto fue cambiando y las principales actividades en la base se trasladaron al sur, donde se emplazó el complejo Amancay y este verano nuevos medios de elevación y fabricación de nieve artificial. Por consiguiente, su ingreso está vallado y hay que tener un pase para usar las pistas, reservadas exclusivamente para esquiadores y snowborder principiantes.

De esta manera, los visitantes y los niños recorrieron la base y encontraron que el único lugar con pendiente son las inmediaciones del hotel Pire Hue. Así el acceso a la Séxtuple, pero sobre todo las inmediaciones de la aerosilla Princesa 1, son el nuevo lugar disponible para deslizarse. Si, la llegada de la histórica pista de descenso, donde compitieron medallistas olímpicos y campeones del mundo de esquí, hoy es usada como pista de trineos.

“El culipatín está prohibido, hace más de dos décadas”, explicaron en la empresa concesionaria de la montaña, hacia donde viajan las quejas por todos los males del centro invernal.

La disposición 03/92 está fechada en agosto de 1992 y fue emitida por la secretaría de Turismo de la provincia de Río Negro, a cargo del área en aquel entonces. Asimismo, en notas posteriores emitidas desde Turismo, se le solicitó a CAPSA “colocar en las boleterías y en los accesos a los medios de elevación” carteles indicadores con señalización gráfica indicativa de la prohibición del uso del cola patín (con dibujo del artefacto cruzado por una franja de prohibido).

Turismo entendió que “tales elementos no brindan las condiciones mínimas para prevención de los accidentes” y que “son de fácil transportación y ocultamiento, por lo que resulta difícil advertir al público respecto del peligro de su uso”.

Ayer decenas de niños recorrían la base del Catedral con este elemento en sus manos y después de chocar con las vallas llegaban al sector norte, donde todo era alegría. Y gratuito. A pesar de estar el deslizamiento en cola patín, prohibido.

DeBariloche