Estaba acusada de homicidio en Bariloche pero fue sobreseída
No hubo pruebas para acusar a una mujer cuyo hermano asesinó a Iris Colivoro de haber sido cómplice. La Fiscalía decidió no imputarla. El testimonio de la hija de la víctima, clave.
La madrugada del 23 de octubre pasado, Rocío observó a su hermano que salía de una vivienda ubicada en la calle Pedro Giachino, entre Soldado Olavarría y Tierra del Fuego, en el barrio Nuestras Malvinas, con una garrafa de gas robada. Un amigo lo acompañaba. En el interior del domicilio, Iris Colivoro dormía junto a sus tres hijas, pero el ruido despertó a una de las nenas, que alertó a su madre. La mujer se levantó y advirtió que se habían llevado la garrafa. Salió a la calle y vio a los sospechosos que huían en dirección a un pinar. Detrás, salió la hija de 12 años.
Iris les gritó a los ladrones para recriminarles lo que habían hecho. Uno de los adolescentes dio la vuelta y corrió hacia donde estaba la mujer y su hija, con la intención de agredirlas.
Rocío estaba en el lugar y fue en auxilio de la mujer y su hija. Las tres entraron corriendo a la vivienda y trabaron la puerta, para impedir que el joven entrara. Gritaron por ayuda. Pero nadie escuchó. Como el joven no pudo entrar por la puerta, irrumpió por una ventana y arremetió contra la dueña de la vivienda. Rocío trató de persuadirlo de que no cometiera una locura. No pudo. Ciego de furia, le clavó una puñalada en el pecho y minutos después la víctima murió por la grave hemorragia.
Rocío huyó y la detuvieron una semana después. También arrestaron a los dos adolescentes sospechosos.
No se puede identificar a la joven, porque su hermano es menor de edad y admitió ante un juez haber sido el autor de la puñalada que mató a Iris. También su amigo, que reconoció su responsabilidad por el robo de la garrafa de gas.
Pero faltaba resolver la situación procesal de Rocío. El lunes, la fiscal Betiana Cendón y el defensor oficial Marcos Cicciarello pidieron el sobreseimiento de la imputada ante la jueza de garantías Romina Martini ya que no había evidencias suficientes para acusar a la joven.
El testimonio de la hija de la víctima confirmó la versión que había dado la acusada. La nena declaró que Rocío intentó impedir que su hermano atacara a Iris. Indicó que la joven hasta se interpuso entre Iris y el agresor para que no lesionara a la víctima.
Las fuentes dijeron que Cendón explicó a la jueza que la familia de la víctima no estaba de acuerdo con el sobreseimiento de la joven. Por eso, solicitó la conformidad del fiscal jefe Martín Lozada que adhirió al pedido de Cendón. El defensor aceptó y la jueza dictó el sobreseimiento.
Rocío reconoció que la noche del homicidio ella iba con su hermano y el otro sujeto, pero no intervino ni en el robo ni en el homicidio. Las fuentes dijeron que la joven explicó que no se entregó a la Policía porque estaba angustiada por lo que había hecho su hermano, que fue declarado responsable por el homicidio.
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