Estados más fuertes o más autoritarios: intelectuales ya debaten la etapa poscoronavirus

Es la elección a la que se enfrentará la civilización luego de la pandemia. Las visiones de pensadores de un lado y otro del océano.

Europa fue displicente con las medidas en el comienzo de la pandemia y ahora siente el rigor de las consecuencias. Foto: AP

Tan atrapados como cualquiera de nosotros en distintos grados de confinamiento según el país en que se encuentren, pensadores de todo el mundo ya especulan sobre cómo será el mundo luego del coronavirus.

Una confrontación no premeditada y a distancia que se ha establecido a partir de publicaciones como los ensayos de los filósofos Slavoj Žižek (Eslovenia) y Byung Chul Han (surcoreano residente en Berlín) y otros intelectuales de talla internacional que los medios de comunicación difundieron en estos días en que el Covid-19 acapara tanto las preocupaciones como las ocupaciones de los gobiernos, las empresas, los grupos sociales y las personas individuales.

En lo central Žižek, por ejemplo, pronostica que el virus implicará un golpe mortal al capitalismo mientras que el surcoreano, conocedor de la cultura predominantemente tecnológica y autoritaria del sudeste asiático dice que, por lo contrario, “tras la pandemia, el capitalismo continuará aún con más pujanza”.

Sin embargo, ambos coinciden en que China ha sabido gestionar mejor el problema que las democracias europeas con sus poco menos que ridículos cierres de fronteras, la renuencia ciudadana a seguir directivas que restrinjan sus libertades individuales y el todavía menos comprensible menosprecio al uso de máscaras y barbijos para prevenir los contagios, que ahora se intenta -tarde- contrarrestar con una contraorden.

Byung Chul Han se dedica puntualmente a analizar las causas por las que las medidas tomadas por China, Corea, Hong Kong, Taiwan y Japón han mostrado ser más efectivas que las del viejo continente e insiste con que “Europa está fracasando”.

Los asiáticos, con gobiernos más duros, acataron rápidamente la orden y redujeron el impacto del coronavirus.

En cambio Žižek aprovecha el género de la “literatura de emergencia” para criticar en realidad la globalización corporativa que ha ido en detrimento de los estados en las democracias liberales y defender sistemas de liderazgo más centralizado.

Otros autores han sumado sesgos propios para dar sus pronósticos acerca del mundo que sobrevendrá luego de la pandemia.

El escritor israelí Yuval Noah Harari observa que “la falta de solidaridad global y liderazgo representa un peligro inmenso para la humanidad” ante la amenaza de una recesión planetaria severa, de la que tal vez los países más ricos podrían salir adelante, pero otros, de América Latina, África y Asia, podrían colapsar por completo de no mediar “un plan de salvataje económico mundial”.


¿Un gobierno supranacional?


Los artistas se han destacado siempre por anticipar los cambios sociales, políticos y hasta económicos. Todas estas ideas, muy distintas entre sí pero que tocan temas o ejes comunes, ¿no estarán preanunciando -aún sin ser conscientes sus voceros- los primerísimos pasos en un rumbo en que la humanidad se encaminaría hacia un orden mundial regido por un gobierno o consejo supremo supra nacional? Al estilo de las comunidades planetarias o interplanetarias bien conocidas a través de películas y relatos de ciencia ficción. Un ente capaz de ejercer autoridad real por sobre la soberanía de los estados nacionales tal cual los conocemos hoy, capaz en definitiva de sortear los impedimentos que plantean las fronteras territoriales de los gobiernos actuales y las distintas concepciones entre lo público y lo privado de Oriente y Occidente, de Norte y Sur.

Los autores nombrados no aluden directamente a semejante escenario pero la noción de una supra autoridad planetaria sobrevuela sus dichos:

– “No estamos hablando aquí sobre el comunismo a la antigua usanza, por supuesto, sino sobre algún tipo de organización global que pueda controlar y regular la economía, así como limitar la soberanía de los estados nacionales cuando sea necesario”. (Slavoj Žižek)

– “Ni en China ni en otros Estados asiáticos como Corea del Sur, Hong Kong, Singapur, Taiwán o Japón existe una conciencia crítica ante la vigilancia digital o el big data. La digitalización directamente los embriaga. El Estado chino sabe por tanto dónde estoy, con quién me encuentro, qué hago, qué busco, en qué pienso, qué como, qué compro, adónde me dirijo. Es posible que en el futuro el Estado controle también la temperatura corporal, el peso, el nivel de azúcar en la sangre, etc.”. (Byung-Chul Han)

“Tenemos que inmunizarnos de un veneno mental: el de las divisiones en mutua competencia sea de países, de etnias, etarias, socioeconómicas o de clase”. (Peter Sloterdijk)

– “No podemos detener esta epidemia sin una cooperación estrecha entre países de todo el mundo. Necesitamos un plan de salvataje económico global. Desafortunadamente no vemos nada parecido al fuerte liderazgo global que necesitamos. El sistema (de vigilancia médica global a través de la bigdata) podría dar pie a una aterradora distopía totalitaria. Arguyendo que protegería nuestra salud, el gobierno podría espiarnos cada minuto del día”. (Yuval Noah Harari)

Sin embargo, nada de lo que suceda está predeterminado. Como bien se expresan tanto Harari, como Žižek o Byung-Chul Han, el horizonte de la civilización dependerá de lo que las personas, dotadas de razón, solidaridad o espíritu de cooperación, decidan para responder así al instinto de supervivencia de cada uno de nosotros.


Byung-Chul Han-Capitalismo más fuerte


Byung-Chul Han es un filósofo surcoreano que reside y enseña desde Berlín. En su reciente ensayo “La emergencia viral y el mundo de mañana” asegura que “tras la pandemia, el capitalismo continuará aún con más pujanza.

Žižek afirma que el virus ha asestado al capitalismo un golpe mortal. Se equivoca. China podrá vender ahora su Estado policial digital como un modelo de éxito y exhibirá la superioridad de su sistema. El virus no vencerá al capitalismo. Somos nosotros, personas dotadas de razón, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo para salvar el clima y nuestro bello planeta”.


Slavoj Žižek-Golpe al capitalismo


De nacionalidad eslovena, Slavoj Žižek es escritor, ensayista, doctor en psicología y en filosofía. Sus pensamientos acerca de la crisis han sido publicados recientemente en el libro “Pandemic!”, un ensayo de 120 páginas de la editorial O/R Books que puede conseguirse en versión e-book y papel.

Allí dice que el “coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de ‘Kill Bill’ y podría conducir a la reinvención del comunismo”. Y preconiza “no estamos hablando aquí sobre el comunismo a la antigua usanza por supuesto, sino sobre algún tipo de organización global que pueda controlar y regular la economía, así como limitar la soberanía de los estados nacionales cuando sea necesario”.


Yuval Noah Harari-Humanidad en peligro


Yuval Noah Harari es un escritor israelí, doctorado en Oxford y profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén. En una entrevista publicada hace pocos días por “La Nación”, expresa que “la falta de solidaridad global y liderazgo representa un peligro inmenso para la humanidad”.

Dice además “esta crisis no tiene un resultado predeterminado. Podría resultar en millones de muertos, el colapso económico de países enteros: pero podría resultar también en muchas menos muertes, un mejor sistema económico, mayor cooperación global y en regímenes democráticos más fuertes. Depende qué decidamos”.


Las causas socioambientales y la manipulación genética


Del lado americano del Atlántico, intelectuales criollos han empezado a sumar sus reflexiones acerca del mundo poscoronavirus que nos espera. En algunos puntos coinciden con sus colegas europeos en cuanto a advertir un fortalecimiento de hecho de los Estados y también con el peligro que eso pudiera entrañar, de justificar gobiernos más totalitarias o por lo menos autoritarios, impidiendo soluciones supra nacionales que necesariamente deberían ser globales pero consensuadas.

Asistencia alimentaria, fuertemente incrementada en Argentina en estos tiempos de pandemia. Foto: Florencia Salto

La reconocida socióloga allense, Maristella Svampa, dice por ejemplo que “las causas profundas de lo que sucede son socioambientales. La circulación de estos virus está asociada al modelo de sociedad instaurado por el capitalismo, a través de la expansión de las fronteras de explotación y, en este marco, por la intensificación de los circuitos de intercambio con animales silvestres, que provienen de ecosistemas devastados”.

Esta crisis bien debería ser la oportunidad para discutir soluciones más globales en términos de políticas públicas. Es necesario pensar un gran pacto ecosocial y económico, esto es, un New Deal, no solo desde el punto de vista económico y social, sino también ecológico”.

Más que nunca, hay que valorizar el cuidado, como venimos insistiendo desde el ecofeminismo y los feminismos populares, la conciencia de que la supervivencia es un problema que nos incumbe como humanidad.

El filósofo y escritor Alberto Buela previene que ante sendos artículos publicados en Página/12 e Infobae, los que allí se dicen filósofos frente al coronavirus “la mayoría no lo son” porque “hablan sobre el futuro: que cae la sociedad capitalista, que se instaura nuevo socialismo, que se viene un totalitarismo sutil de manejo de las masas, etc., etc. Todas precogniciones”.

Dice él que “la sana filosofía es aquella que se realiza reflexivamente. Esto es, cuando la realidad se puso, cuando el fenómeno acabó. Y ello no ocurre con la pandemia del coronavirus, pues está en pleno desarrollo”.

No obstante -en coincidencia con Svampa- observa que “ninguno (de los filósofos foráneos, al inicio protagonistas del debate) esbozó hablar de las causas del coronavirus tal como puede ser la manipulación genética y cosas por el estilo, que se fueron de control a las ‘ciencias duras”.

En una entrevista con “Pensándolo bien”, de Radio Mitre, Juan José Sebreli, también filósofo y ensayista, augura una “profunda crisis económica y a la Argentina más que a ningún otro país”.

“Con esta especie de muerte colectiva que es la pandemia, uno puede vivir la experiencia de algo completamente inédito en la historia de la humanidad”.

En su opinión, la actual situación e incluso sus consecuencias, tanto sanitarias como económicas, “no se pueden enfrentar con un Estado nacional porque es impotente: pierde siempre. Si la solución no es global, no hay posibilidad alguna. Eso es lo que está sucediendo con la pandemia de coronavirus”.


Voces en las redes: la llegada del tren


Maristella Svampa nació en Allen, Río Negro. Se licenció en Filosofía en la Universidad Nacional de Córdoba y posteriormente se doctoró como socióloga en París. Es investigadora principal del Conicet en la Universidad Nacional de La Plata y como ensayista ha recibido numerosas distinciones.

“La aparición del coronavirus ha dejado en evidencia el alcance de las desigualdades sociales, la tendencia a la concentración de la riqueza y el monstruoso daño ambiental que trajo aparejado el neoliberalismo”, dijo hace pocos días a la agencia oficial Télam.

Sin embargo añade que “hay que partir de la idea de que estamos en una situación extraordinaria, de crisis sistémica, y que el horizonte civilizatorio no está cerrado y todavía está en disputa”.


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