Cinco razas de perro que no deberían dormir afuera en invierno, aunque tengan pelo largo
Algunas parecen resistentes, pero el frío puede afectar gravemente su salud.
Con la llegada de las temperaturas bajo cero, muchas personas creen que los perros con pelo largo o abundante están naturalmente preparados para dormir afuera. Sin embargo, no todas las razas toleran el frío por igual, y algunas pueden enfermarse gravemente si no se las protege de manera adecuada.
Estas son cinco razas que, aunque parezcan abrigadas, no deberían dormir a la intemperie en invierno.
1. Cocker Spaniel

Aunque tiene un pelaje denso, el Cocker es sensible a la humedad y al frío prolongado. Su estructura física, con patas cortas y cuerpo cercano al suelo, hace que pierda temperatura con rapidez. Además, son propensos a infecciones respiratorias.
2. Shih Tzu

Originarios de climas templados, estos perros tienen una capa de pelo largo pero no aislante. Sufren mucho con el frío, sobre todo si tienen el hocico corto, ya que les cuesta regular la temperatura y respirar con normalidad en ambientes fríos.
3. Galgo

Pese a su elegancia y velocidad, el Galgo tiene una contextura delgada y poca grasa corporal. Su pelaje no es suficiente para protegerlo del frío nocturno, y dormir afuera puede exponerlo a hipotermia o artritis.
4. Caniche (Poodle)

Aunque se los ve mullidos, el pelo del caniche es más parecido al de una lana rizada que a una capa térmica. Son especialmente vulnerables a los cambios bruscos de temperatura, y su tamaño (sobre todo en variedades mini o toy) los hace aún más sensibles.
5. Yorkshire Terrier

Los Yorkies tienen un pelo sedoso, similar al humano, que no proporciona aislamiento térmico. Son muy friolentos y, al ser pequeños, pierden calor corporal muy rápido. No deben dormir a la intemperie en ninguna estación.
¿Y los perros mestizos?
Muchos perros mestizos también pueden ser vulnerables, especialmente si son de tamaño pequeño, edad avanzada o tienen problemas de salud previos. No hay que guiarse solo por la cantidad de pelo: la estructura corporal, el tipo de pelaje y el entorno son clave.
La mejor protección: abrigo, refugio y observación
Si tu perro duerme afuera, asegurate de que tenga una casita aislada del viento, elevada del suelo y con mantas secas. Y si tiembla, se encorva, o busca entrar a la casa, es una señal clara de que no está soportando el frío.
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