Las razones para entender por qué el futuro debe ser agroecológico
¿Y si volvemos a poblar la zona rural? La agroecología se afianza como modelo productivo y suma experiencias en la región. Los beneficios de un modelo de desarrollo territorial que nos puede cambiar la vida.
La agroecología se impulsa como un modo de producción sustentable que invita a las personas a volver a la tierra, a las chacras y a los campos.
La agroecología ha emergido en el último tiempo como un modelo productivo que pisa fuerte en la agricultura contemporánea. Es un modo de producir que intenta marcar un cambio significativo en la forma en que se cultiva y produce alimentos.
En Contralmirante Cordero, Río Negro, el proyecto rural “Janus” busca regenerar ecosistemas alterados y plantea un cambio social, productivo y ambiental. Este modelo propone una comunidad rural sustentable donde los espacios productivos se integren armónicamente con el medio ambiente.
“Hoy, más que nunca, es importante regenerar los ecosistemas que han sido alterados”, asegura Jorge Aragón, ingeniero e impulsor del proyecto, junto con su esposa, la agrónoma Cecilia Ambort. Según explica, la propuesta se fundamenta en principios de arquitectura bioclimática para diseñar hábitats, agricultura biodinámica para mantener suelos vivos, integración social y productiva para fortalecer la comunidad, y economía circular para gestionar los residuos. Todo esto bajo la premisa de una logística “kilómetro cero” que fomente el abastecimiento local.
Nuestro modelo nace de la articulación entre la agricultura, el diseño del paisaje y la necesidad de hábitats sustentables en zonas de baja densidad poblacional».
Jorge Aragón. Ingeniero e impulsor de este proyecto social y comunitario.
Aragón también señala que la despoblación rural en las últimas décadas “ha llevado a un 93% de población urbana y solo un 7% rural, aumentando la inseguridad alimentaria”. Frente a esta realidad, el proyecto propone un cambio de paradigma.
La Villa Agroecológica de JANUS, autorizada por la Ordenanza 26/24 del Municipio de Contralmirante Cordero y Barda del Medio, busca revitalizar áreas rurales promoviendo un modelo escalable, adaptable y replicable. “Este modelo no solo fomenta la producción de alimentos saludables y la reducción del consumo energético, sino que también favorece prácticas regenerativas que integran a la naturaleza como protagonista”, destaca Aragón.
En cuanto al aspecto social y productivo, el proyecto establece que el 60% de la superficie de la chacra sea de propiedad compartida entre 20 residentes. Cada uno de ellos tendrá un lote individual de entre 1000 y 3000 metros cuadrados donde podrán desarrollar proyectos familiares agroecológicos, integrados en un plan de producción anual.
La agroecología se impulsa como un modo de producción sustentable que invita a las personas a volver a la tierra, a las chacras y a los campos. Este enfoque busca reconectar a la sociedad con la vida rural, promoviendo prácticas agrícolas respetuosas con el ambiente y fortaleciendo comunidades rurales que produzcan alimentos saludables mientras preservan los ecosistemas naturales.
“Nuestro modelo nace de la articulación entre la agricultura, el diseño del paisaje y la necesidad de hábitats sustentables en zonas de baja densidad poblacional. Queremos demostrar que es posible vivir en armonía con la naturaleza”, concluye Jorge Aragón.
Este enfoque innovador, con la naturaleza como eje de cohesión social y productividad, podría marcar un camino hacia la regeneración de áreas rurales, revitalizando sus paisajes y dinamismo en beneficio de la comunidad y el medio ambiente.
Son propuestas que, en medio de la crisis productiva que sufre nuestra región, se presentan como alternativas sustentables, amigables con el ambiente y con la posibilidad de generar sustento a cientos de familias que habitan nuestra Patagonia.
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