¡No te des por vencido!: cómo resucitar tus plantas si se ven secas
Ya sea por falta de riego, la escasa ventilación o el simple descuido pueden ponerse en mal estado. Te contamos cómo recuperarlas
Las vacaciones son un momento de descanso y desconexión, pero para quienes tienen plantas en casa, pueden convertirse en un desafío. Al regresar, es posible encontrar hojas marchitas, tallos débiles y sustrato seco o encharcado. Sin embargo, con algunos cuidados adecuados, muchas de ellas pueden recuperarse y volver a lucir saludables.
Antes de tomar medidas, es clave evaluar el estado de cada planta. Observá si las hojas están secas, amarillas o con manchas, y revisá la firmeza de los tallos. Si es posible, sacá la planta de la maceta para examinar las raíces: si son blancas y firmes, están sanas; si lucen marrones y blandas, podría haber pudrición radicular.
Diagnóstico inicial: ¿qué le pasa a tu planta?
También es importante analizar el sustrato. Si está completamente seco y apelmazado, la planta podría haber sufrido falta de riego. Si, en cambio, está demasiado húmedo, puede haber riesgo de enfermedades fúngicas o raíces podridas.

Primeros auxilios: ajuste de riego
Si la tierra está seca, regá de a poco con agua a temperatura ambiente, permitiendo que el sustrato absorba la humedad sin provocar un shock hídrico. Para plantas tropicales o de interior, podés aumentar la humedad ambiental colocando un plato con piedras y agua debajo de la maceta, sin que las raíces entren en contacto directo con el líquido.
Si el sustrato está húmedo en el fondo, evitá regar de inmediato. En su lugar, mejorá la ventilación y asegurate de que el drenaje sea adecuado.
Medidas de recuperación
- Poda de daños: Eliminá hojas y tallos secos o enfermos con tijeras de podar desinfectadas, cortando por encima de un nodo para estimular el crecimiento de nuevos brotes.
- Aireación del sustrato: Si la tierra está compactada, removela suavemente con un palillo o tenedor para mejorar la oxigenación de las raíces y la absorción de agua y nutrientes.
- Cambio de sustrato: Si la tierra ha perdido su capacidad de drenaje o está muy agotada, renovala o mezclala con un sustrato fresco y nutritivo.
Ubicación y luz
Algunas plantas pueden haber sufrido por falta de luz durante las vacaciones. Ubicalas en un sitio con iluminación adecuada según sus necesidades, evitando la exposición directa al sol de forma repentina, ya que podría generar quemaduras en las hojas.
Asegurate también de que el ambiente tenga buena circulación de aire para prevenir la proliferación de hongos y plagas.
Nutrición y vigilancia
Tras un período de estrés, las plantas pueden necesitar un refuerzo nutricional, pero no conviene fertilizarlas de inmediato. Es recomendable esperar una semana luego de restablecer el riego antes de aplicar un fertilizante equilibrado o específico para cada tipo de planta.
Además, revisá con frecuencia si aparecen signos de plagas como pulgones, ácaros o cochinillas. En caso de detectar problemas, podés usar soluciones caseras como jabón potásico o aceite de neem para combatirlas.
La recuperación de una planta después de las vacaciones puede llevar días o semanas. La clave es mantener un régimen de cuidados constante y evitar cambios bruscos de ubicación. Con el tiempo, empezarán a brotar nuevas hojas y tu planta volverá a estar saludable.
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