Este es el mercado concentrador más grande de la Patagonia

Mueve 8 millones de kilos de mercadería por mes. Recibe a 2500 personas por día. Emplea a unos 900 trabajadores. Está en Neuquén.

Este es el mercado concentrador más grande de la Patagonia

Mueve 8 millones de kilos de mercadería por mes. Recibe a 2500 personas por día. Emplea a unos 900 trabajadores. Está en Neuquén.

Este es el mercado concentrador más grande de la Patagonia

Mueve 8 millones de kilos de mercadería por mes. Recibe a 2500 personas por día. Emplea a unos 900 trabajadores. Está en Neuquén.

En temporada el 65% de las frutas y verduras que circulan pertenece a productores locales. Se mueven cerca de 8 millones de kilos de mercadería por mes.

El mercado concentrador de Neuquén fue fundado en 1993. Actualmente recibe a 2500 personas por día y da trabajo a cerca de 900.

La playa de estacionamiento todos los días llega al tope de 200 autos que pertenecen a personas que trabajan ahí.

Mensualmente mueven 8 millones de kilos de mercadería. Tanto de producción local como de diversos orígenes.

El Mercado Concentrador de Neuquén es el más grande de la Patagonia y provee a todo el territorio sur.

Es jueves por la mañana, me encuentro con Diego Molina, gerente operativo del mercado. Caminamos un rato y mientras explica voy viendo una cantidad increíble de diversos productos, sobre todo por la época los de hojas verdes. Acelga, espinaca, brócoli, zapallos, verdeo. Todo es una paleta gigante de colores moviéndose.

“Ahora está tranquilo” advierte Diego, “en un rato comienza a hacerse una cola larguísima sobre la calle y comienza a moverse todo”.

Cuando Molina dice todo, es literalmente todo. Ahora, a media mañana llegan los camiones de afuera. Mendoza, San Juan, Tucumán, provincia de Buenos Aires.

El mercado cuenta actualmente con un territorio propio de 200 hectáreas entre las cuales se van desarrollando diversos proyectos apuntando a la creación de un polo alimenticio. Una de las ideas es sembrar y cosechar en algunas hectáreas que están bajo esa órbita entre los paredones de la U11 y el mercado. Hay cámaras de frío, galpones, una planta de sidra artesanal y proyectos de hidroponía funcionando.

La producción local de frutas y verduras actualmente cubre el 40% del total del mercado y en temporada asciende al 65%.

El jaleo en el mercado comienza cuando arranca la subasta. Los operadores pagan un puesto por mes y se les garantiza el lugar y los servicios más vigilancia y otras cosas. Algunos operadores tienen montada una dinámica de varios empleados y la ventaja de tener una cámara de frío y transporte. Y están los más pequeños que solo reciben, venden y despachan. Luego están los operadores que se venden entre ellos. Luego está el pabellón dos que físicamente es igual que el uno, pero aquí hay más presencia de productores locales, que llevan su producción y la venden ahí.

A nivel precios el mercado siempre es una opción antes que todo. Lo ideal es hacer una compra colectiva ya que te venden por kilo y podés encontrar precios hasta un 200% menos que en cualquier otro sitio.

Lo orgánico es otro nicho a pensar en este mercado: quizá deberían aceitarse los mecanismos para que ese tipo de producción también esté al alcance de la gente. Nos debemos una discusión más profunda sobre el tratamiento de frutas y verduras en todo el país y el uso de determinados agroquímicos.

El INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) tiene un laboratorio dentro del Mercado para analizar los alimentos. Si detectan alguna contaminación rastrean la procedencia y pueden llegar a clausurar el establecimiento desde donde partió dicho alimento.

Mucha gente pasa varias horas trabajando desde temprano, a fin de mes el funcionamiento vuelve al horario de verano. En el mercado no se puede hacer fuego en el suelo. En un momento los chulengos se encienden y los trabajadores almuerzan un asadito. Hay quienes lo hacen todos los días.

Dentro del predio hay un restaurante-café, una carnicería, cámaras de conservación de diferentes empresas, una avícola que expende huevos y una planta que produce ensaladas envasadas. Mucha de la fruta y verdura que ingresa al mercado no está completamente madura. Termina de estar a punto o en cámara o durante el tiempo que pasa mientras llega, permanece y se va a sitios alejados del mercado como otras ciudades o provincias.

Ejemplo, las bananas de Ecuador vienen verdes, hay una cámara donde maduran para salir al mercado. Así con la palta en algunos casos también.

Los descartes de la fruta y la verdura el mismo mercado se encarga de llevarlos en un camión para la zona de la meseta donde los entrega a crianceros de cerdos para alimentarlos.

El mayor caudal de fuerza lo aporta la cooperativa de changarines, donde se aglutinan hombres y mujeres que trabajan todo el año en el mercado.

De un tiempo a esta parte se ha logrado tener durante todo el año productos como melón, sandía, uva y hasta mango.

Una anécdota del andamiaje de todos estos años fue que tras la venta meses atrás de Topsy, uno de los jugadores más fuertes que tenía el mercado, varios productores que estaban comercialmente ligados a la empresa que “está en tu corazón” quebraron.

Es interesante incursionar en la actividad del mercado, conocer los tipos de productos que trabajan, establecer contacto con productores y cuidar el bolsillo.

Un sitio para recorrer de principio a fin y observar de cerca el funcionamiento de una estructura tan grande, que cotidianamente nos alimenta y que muchas veces ni sabemos que existe.


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