Euforia de los que volvieron de Roma

Jóvenes de Neuquén y del Valle estuvieron a metros del Papa por el Jubileo 2000.

NEUQUEN (AN).- «Lo dijo el Papa, lo dicen los obispos: la juventud es lo más grande que tiene Cristo». Una multitud esperó ayer a los jóvenes católicos neuquinos que el sábado estuvieron apenas a unos metros del Papa Juan Pablo II en la celebración por el Jubileo de 2000.

«Es algo que no se puede explicar, lo que se siente es increíble: No se pueden usar palabras para describir lo que se siente estar ahí», relató Adriana, de 20 años, una joven de la parroquia del barrio Alta Barda quien no podía escapar a la euforia que inundó a la terminal aérea.

En total, ayer, unos minutos antes de las cuatro de la tarde, un avión de línea trajo a esta ciudad a 40 chicos de ésta y de otras localidades valletanas.

En el aeropuerto se multiplicaron los abrazos y los cantos futboleros adaptados a la religión. A la alegría por el regreso le siguió la tristeza por la despedida. El grupo partió a Europa el 3 de agosto y tras compartir 20 días se fortalecieron los lazos de amistad.

«Pensar que al principio no nos conocíamos», reflexionó Adriana quien a los pocos minutos saltaba junto a sus amigos en el acceso a la sala de embarque.

La llegada fue tumultuosa, tanto que muchas mamás tuvieron que ser desalojadas por el personal de aeronáutica.

«Nos sacaron corriendo, pero qué va a ser», narró Andrea, la madre de Matías Martín, un chico neuquino que cursa el cuarto año de la escuela secundaria. A su lado, Luis, el papá, aguardaba a su hijo con una bandera del club Independiente envuelta en el cuello.

En total viajaron a Roma 84 chicos neuquinos, pero sólo regresó la mitad. Un grupo se quedó en España y otros chicos en otros países europeos, de visita en casas de familiares lejanos.

«Creo que ha sido algo maravilloso e inolvidable para ellos que han vivido muy de cerca el milagro de la eclesialidad, porque se han dado cuenta que la iglesia está en todos lados «Te imaginás lo que se siente estar en ese lugar junto a dos millones de personas», definió Fernando Barrufet. El hombre es el párroco del barrio Alta Barda quien recibió a los cuatro chicos de su congregación que viajaron a Italia. La movida neuquina fue organizada por el párroco Fabián Reinone del barrio villa Farrel quien se encargó de conseguir los fondos para hacer posible el viaje a Roma. De la actividad participaron jóvenes de todo el mundo.


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