Femicidio de Delia Aguado: el forense destacó la «entidad de la lesión en el cuello» de la víctima

La autopsia indicó que la muerte se produjo por una "asfixia mecánica." El acusado presentaba dos moretones "que no tenían más de 24 horas" el día en que encontraron el cuerpo de la joven mujer.

Cuatro peritos del Poder Judicial de la provincia declararon en la segunda jornada del juicio por jurados contra Diego Tolaba, acusado del femicidio de Delia Aguado. Entre ellos fue citado el médico forense que practicó la autopsia. Confirmó que la víctima sufrió una «constelación de lesiones» y que la de mayor entidad fue la del cuello. La fiscalía, además, orientó el interrogatorio a los testigos con el fin de demostrar que el imputado no fue el único sospechoso en la investigación, como argumenta la defensa.

Tolaba, de 34 años, y Delia de 32, convivían pero estaban separados al momento en que se cometió el crimen. Ella había comenzado una relación con un compañero de trabajo.

El 30 de noviembre de 2018, después del mediodía, fue encontrado el cuerpo de Delia en el balneario Sandra Canale en la parte trasera de su auto.

El médico forense, Alejandro Cozzarín, declaró ante el jurado que la muerte se produjo por asfixia mecánica, que tuvo un mecanismo de compresión, por estrangulamiento en un contexto de politraumatismo. En el informe definitivo manifestó que debió haber ocurrido en un intervalo de 18 a 24 horas de la realización de la autopsia, practicada a las 18 horas de ese 30 de noviembre.

El mismo día, a las 20.50, el médico revisó en su consultorio al hombre con el que Delia mantenía una relación.

Dijo Cozzarín que esta persona tenía dos excoriaciones, que habían sido producidas hacía tres o cinco días, y que se le tomó una muestra de sangre. «No presentaba lesiones recientes», agregó.

A su turno el psicólogo forense, Flavio D’Angelo, contó que le realizó a este hombre una evaluación psicológica para describir su perfil de personalidad, y considerar si era compatible con un varón que ejercía violencia. “Es una persona normal y convencional, dentro de la normalidad psicológica”, sostuvo. El psicólogo aseguró que Tolaba se negó a que se le practicara esta pericia.

Julia Villalba, de la unidad de servicios periciales del Cuerpo Médico Forense, precisó que la sangre que fue localizada en el vehículo, junto al cuerpo, estaba en la funda del asiento del lado del acompañante, por debajo de la alfombra de goma y en la alfombra de la parte trasera.

Tolaba fue examinado el 30 de noviembre, a las 16 horas, por el médico forense Carlos Gordillo. El profesional explicó ante el jurado que el acusado registraba dos lesiones: una en la cara anterior del tórax (pecho) y otra en la clavícula izquierda. Marcó que estas»no tenían más de 24 horas.»

Gordillo relató que Tolaba le comentó que se había lastimado producto de un accidente que había tenido en la plaza con su hijo de dos años. El fiscal Agustín García le preguntó si esto era posible. «Es muy poco probable», contestó el perito.

La defensora Eliana Lazzarini le consultó si la lesión en la clavícula podía haberse originado por alzar a su hija de siete años. «No», repitió Gordillo.

La estrategia de la defensa durante el contraexamen, al igual que ayer, se centró en cuestionar la cadena de custodia, es decir, el procedimiento que se adoptó para preservar las muestras que luego fueron peritadas.


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