Femicidio de Nahiara: «Él mató a mi hija, es un asesino», dijo la mamá de la pequeña

Valeria Miranda está acusada junto a su expareja por la muerte de la pequeña, ocurrida en abril del 2020 en un paraje cercano a Los Menucos.

Valeria Miranda (21), madre de Soledad Nahiara Miranda , apuntó a su expareja, Carlos Erbín (39), por el femicidio de su hija y lo acusó de ser un «asesino». «Tengo el dolor de una madre porque él mató a mi hija», dijo la mujer al referirse al hecho ocurrido en abril del año pasado en el paraje Las Mochas, a 40 kilómetros de la localidad de Los Menucos.

Sin poder contener las lagrimas, Valeria Miranda -quien está acusada de lesiones graves y leves agravadas por el vínculo, en concurso real con homicidio calificado por el vínculo- describió las «desgracias» que vivían con su hija Nahiara y Erbín en la zona rural.

“Siempre me amenazo diciéndome que iba a matar a mi hija y lo terminó haciendo”, dijo en su declaración la madre de la víctima.

Detalló que su trato con Erbín siempre fue violento y que hasta la familia del acusado conocía su realidad. Pese a esto, nadie intervino, acusando un estado de abandono y desprotección. «Todos sabían que él (Erbín) es un violento y se quedaron callados», apuntó la mujer acusada.

El fiscal Andrés Nelli presentó el caso ante los integrantes del jurado. (foto: gentileza Poder Judicial)

Valeria es una joven de 21 años de edad, madre soltera, quien mantenía una relación desde el 2018 con Carlos Erbín un criancero de la zona rural de la línea sur rionegrina.

Meses antes del trágico final que tuvo Nahiara, Valeria recuperó la tenencia de su hija luego de un período en el que la guarda estuvo a cargo de la abuela de la pequeña. «Carlos dijo que nunca tocó a Nahiara y es mentira. Nos pegaba a las dos. Tengo marcas en el cuerpo. Tengo el dolor de una madre porque él mató a mi hija. Es un asesino«, declaró la acusada.

Además, Miranda acusó a Erbín de vivir en un estado de amenaza de muerte constante. «A mi me obligó a decir que la nena se cayó por las escaleras. Días antes de que Nahiara muera, sentí un golpe, la vi a ella tirada en el suelo y a él (Erbín) con el rebenque en la mano«, detalló la acusada.

El caso
El 7 de abril, personal de centro médico de Los Menucos llegó hasta el paraje Las Mochas, ubicado a 40 kilómetros al norte de esa localidad para asistir a la pequeña Nahiara a partir de un pedido efectuado por sus allegados. Cuando arribaron, la niña ya no presentaba signos vitales por lo que se dio intervención al personal de la policía y desde allí se inició una investigación en la que intervino el Ministerio Público Fiscal de la Segunda Circunscripción.

La primera hipótesis que elaboró la mujer fue que días antes la niña había caído de una escalera, desde unos 2 metros de altura, y se golpeó la cabeza.
Efectivamente, tras la autopsia se corroboró que la chiquita presentaba un fuerte golpe en el cráneo, pero también develó que era sometida a severos castigos que habían dejado rastros en su cuerpo.

Presentaba más de 60 golpes e incluso tenía una costilla fracturada. Incluso, según el estudio forense, tenía quemaduras de cigarrillo de vieja data.

En una de las audiencias realizadas, la madre de la niña reconoció que Erbín golpeaba a la chiquita con un rebenque aunque insistió en que no tuvo la posibilidad de salir de esa situación de violencia que se estaba ejerciendo sobre ella y sobre su hija.

A Erbín le imputan el delito de “lesiones graves y leves agravadas por haber sido cometidas con violencia de género, en concurso real con femicidio”. En tanto que a Valeria Verónica Miranda (20) la acusaron de “lesiones graves y leves agravadas por el vínculo, en concurso real con homicidio calificado por el vínculo”.


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