Golpe de mercado

Neuquén

El golpe de mercado que se vivió en el país los días siguientes a las PASO constituye un chantaje del gran capital para condicionar el proceso político abierto con el derrumbe del macrismo.

Las fugas de capitales y las corridas bursátiles son los métodos del capital financiero y el imperialismo para imponer una transición en sus propios términos, ajustando el torniquete sobre la economía nacional para garantizar sus condiciones. Se fue todo al demonio. El peso argentino se devaluó alrededor de un 40%, a pesar de la venta de reservas del Banco Central y de una nueva suba de tasas de interés hasta el 75%. La cotización de las acciones en la Bolsa local se desplomó un 48% en dólares, según la agencia Bloomberg, en lo que constituye la segunda caída más fuerte desde que comenzara su registro en 1950 sobre 94 bolsas de valores en todo el mundo. Las acciones de empresas argentinas en Wall Street cayeron hasta un 59%.

La dinámica de los capitales es clara, estamos ante una estampida. Los especuladores se desprenden de sus bonos y letras en pesos, cuyos precios también se derrumbaron hasta un 32%.

Incluso los inversores se deshacen de sus activos en compañías locales.

A pesar de la decisión del gobierno de subir la tasa de interés de las Leliqs hasta un sideral 75%, la mayoría de los bancos rechazó renovar sus vencimientos, lo que llevó al BCRA a poner en circulación casi 160.000 millones de pesos y dio por tierra los esfuerzos de Guido Sandleris por cumplir con la meta de no emisión que impuso el FMI. Se abre el camino hacia una hiperinflación.

Joaquín Bertrán

DNI 5.433.822


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