Gore tira la toalla y reconoce a Bush como presidente

El demócrata se dirigió al país para aceptar el fallo y pedir apoyo al mandatario electo. Por primera vez alguien será presidente habiendo perdido en el voto popular.

Washington (EFE-DPA).- El demócrata Al Gore admitió ayer su derrota en las elecciones presidenciales, lo que convirtió al republicano George W. Bush en el presidente electo de Estados Unidos.

Tras 36 días de batallas en los tribunales, Gore reconoció su derrota en un breve mensaje televisado a la nación, desde su despacho de vicepresidente en el complejo de la Casa Blanca y emitido a la hora de máxima audiencia.

En Austin, Texas, el presidente electo George Bush, recibió la llamada de Gore y se preparaba para dar anoche un discurso a la Nación.

“Hace unos minutos llamé a George Bush para felicitarle por su victoria y le prometí que esta vez no le volveré a llamar”, dijo Gore en referencia a la noche electoral del 7 de noviembre en la que, tras felicitar al político republicano, volvió a telefonearle para retractarse.

Gore aseguró estar en “completo desacuerdo” con el fallo del Tribunal Supremo de EEUU que impidió el martes un recuento manual en Florida, pero dijo que acepta esa decisión.

Agregó que está a disposición de George W. Bush para ayudar a la reconciliación del país, tras las cinco semanas de batalla legal, e hizo varios llamamientos a abandonar las luchas partidistas.

“Debemos estar todos juntos detrás de nuestro nuevo presidente. Lo que queda de rencor partidista debe dejarse de lado”, dijo Gore.

El demócrata aseguró que la dura batalla legal por los votos no ha sido una muestra de debilidad de los EE.UU., sino por el contrario “una muestra de fortaleza de su sistema democrático” , afirmó Gore en su declaración de apenas siete minutos de duración. Gore insistió en la necesidad de unificar a los estadounidenses: “Ahora tenemos ante nosotros un deber muy importante. Hay que poner al país por delante de los partidos. Lo que nos une es más importante que lo que nos divide”.

Al Gore dijo que, si lamenta algo, es que no tendrá “la oportunidad de luchar por los estadounidenses”, como había prometido durante toda la campaña electoral.

La decisión de Gore de abandonar, adelantada por sus asesores a primeras horas ayer, se debió al fallo emitido ayer, martes, por el Tribunal Supremo de EEUU, que, al impedir un recuento de votos en Florida, dejó a Gore sin margen de maniobra.

Albert Gore, que ganó por unos 330.000 votos de diferencia en toda la nación a Bush en las elecciones del 7 de noviembre, obtuvo menos número de compromisarios en el Colegio Electoral frente al gobernador de Texas, 267 frente a 271, respectivamente. En el estado de Florida, se quedó a tan sólo 537 votos de lograr los 25 electores que le hubieran dado la presidencia

El último caso de un político que llegó a la presidencia de EEUU sin imponerse en el voto popular se remonta a hace más de un siglo, al republicano Rutherford Hayes, elegido en 1888 con un único compromisario de ventaja frente a Samuel Tilden.

Al Gore dedicó el día a preparar su discurso, probablemente el más difícil de su carrera política, y a hablar por teléfono con algunos de sus partidarios, entre ellos el presidente Bill Clinton.

Con su triunfo, George W. Bush, de 54 años, consolida una de las dinastías políticas de Estados Unidos.

“W”, como lo llaman sus amigos en la intimidad, llegará a la Casa Blanca con las credenciales de ser el hijo de un expresidente, haber gobernado Texas por dos periodos consecutivos y después de toda una vida desarrollada en el marco de la política republicana.

De acuerdo a los analistas políticos, la victoria de Bush hijo tiene casi el sabor de un retorno y una revancha del padre George Bush, quien perdió en 1992 contra Bill Clinton

“W” ha sido descrito por un viejo consejero como una “persona siempre ansiosa de satisfacer a su padre y de emularlo. Por eso fue a Yale, fue piloto, se metió en el negocio petrolero y se presentó como candidato ”. En la campaña se autodefinió como un “conservador solidario”, actitud que trata de situarlo en el centro político.

Un fallo complejo y polémico

En síntesis, el extenso y farragoso fallo dice lo siguiente:

– El máximo tribunal estadounidense votó por 7-2 en favor de revocar un fallo de la Corte Suprema de Florida que permitía los recuentos de votos en disputa en el estado. Y remitió la causa de nuevo a ese tribunal, pero ahora con un escaso margen de maniobra.

-También votó por 5-4, que “ya no había más tiempo” para nuevos recuentos antes de que se reúna el lunes el Colegio Electoral.

-Los cuatro jueces disidentes dijeron que la mayoría no tenía el derecho de impedir el recuento de los votos y que el tribunal había perjudicado su sitial en la nación. El magistrado John Paul Stevens dijo, en su opinión disidente: “Aunque es posible que jamás conozcamos con total certeza quién fue el ganador de las elecciones presidenciales está claro quien fue el perdedor. Es la confianza de la nación en el juez como un guardián imparcial del estado de derecho”. (Reuters)

Clinton acelera las tareas de transición

Washington (dpa).- El presidente Bill Clinton proyecta reunirse con el republicano George W. Bush antes de fin de semana en Washington, informaron fuentes de la Casa Blanca.

Clinton ordenó que se faciliten las tareas de transición que incluyen la entrega de más de cinco millones de gastos y las llaves de un edificio cercano a la Casa Blanca para el funcionamiento del equipo de colaboradores de Bush.

Esas facilidades habían quedado en suspenso debido a la indefinición en los resultados electorales. El presidente está de visita en Irlanda del Norte desde donde mantuvo contacto con Al Gore, después de que el vicepresidente decidiera suspender la batalla legal en Florida, dijeron las fuentes.

Bush comenzó la semana pasada a recibir periódicos informes de la CIA sobre los temas de la seguridad nacional, mientras que Dick Cheney -candidato vicepresidencial- se vio forzado a abrir una oficina privada en las afueras de Washington.

Los medios a la mañana fueron reflejo de la división que existe en el país tras los comicios.

Muchos estadounidenses, unos decepcionados, otros satisfechos por el que parece ser ya el resultado final, han querido expresar su opinión en los medios de comunicación. “Para mí, la presidencia de George W. Bush, si es que llega a la Casa Blanca, no tendrá legitimidad”, declaraba en un programa de radio un oyente demócrata Para otra oyente republicana, “los magistrados han hecho justicia y George W. Bush será el presidente de Estados Unidos”.


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