“Gracias padre Ítalo”

Hay personas que en un momento, en gesto heroico, dan la vida. Otras, como el padre Ítalo, la entregan de a poco como una vela encendida, para dar luz a otros y restañar sus heridas. Queremos darte gracias, padre Ítalo, por cada enfermo que fue confortado con tu visita, los sacramentos y oraciones a favor de su salud espiritual y física. Por cada niño rescatado de la calle, del maltrato, expuestos a tantos males; te hiciste padre de ellos y les mostraste a Jesucristo como camino, verdad y vida. Por cada mujer que por tu asistencia, contención y consejo pudo salir del error y vivir con amor y esperanza su maternidad tan temida, salvando la vida del niño por nacer, el ser más inocente e indefenso. Por cada vez que por tu ministerio sacerdotal hiciste presente en el altar a Cristo Eucaristía. Por tantas veces que en nombre de Dios perdonaste los pecados de tus fieles recuperando la gracia perdida. Por ser incansable en predicar al Dios del amor, de la paz y la vida. También te pedimos perdón por aquellos que respondieron con ingratitud a tus desvelos, haciendo realidad el pensamiento de Juan Pablo II: “El mal que se evita es el bien que menos se agradece”. Hoy queremos agradecerte, padre Ítalo: por el tiempo dedicado a los demás, por tu donación sin descanso, por el amor entregado, por tu fe que hiciste vida, por tantas pruebas sufridas. Te damos gracias, padre Ítalo, y que el Señor y la virgen de Lourdes te bendigan. P/comunidad Nuestra Señora de Lourdes, Raquel Olay de Leanza, DNI 1.961.630 – Neuquén

P/comunidad Nuestra Señora de Lourdes, Raquel Olay de Leanza, DNI 1.961.630 – Neuquén


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