Grandinetti juega el juego que más le gusta 28-5-03

Protagoniza "El juego de Arcibel", el nuevo filme de Alberto Lecchi. Después de su estreno en la Argentina rodará con Jaime Chavarri en España.

Darío Grandine-tti compone un personaje ambiva-lente en «El juego de Arcibel».
Buenos Aires (Télam).- Tras haber estelarizado «Hable con ella», del español Pedro Almodóvar, el actor Darío Grandinetti protagoniza, junto al también cantante Diego Torres, la ambiciosa coproducción «El juego de Arcibel», octavo filme del argentino Alberto Lecchi, que se estrenará mañana en los cines locales.

En este largometraje, Grandinetti, quien ya había trabajado con Lecchi asumiendo sendos protagónicos en «El dedo en la llaga» (1996) y «Operación Fangio» (1999), compone a Alegría Arcibel, un periodista del inventado país de Miranda que escribe sobre ajedrez, crea crucigramas y redacta horóscopos hasta que un día, por un error de diagramación de su diario, es acusado de subversivo y encarcelado en prisión como preso político.

Privado de su libertad por la dictadura que impera en Miranda, Arcibel mata el tiempo creando juegos de azar, hasta que uno de ellos es asimilado intensamente por un joven preso marginal (Pablo, a cargo de Diego Torres), que al escapar de la cárcel, lo lleva a la práctica y así cambia la historia del país.

«Es maravilloso hacer la revolución aunque sea en el cine y con hacer dos películas que hablan de estas cosas por año, no realizaría ninguna otra labor en mi vida porque haciendo este cine me siento mucho más útil como actor y como persona», destacó Grandinetti al analizar, en charla con Télam, el personaje que asume en «El juego de Arcibel».

Capaz de ligar la trama de esta coproducción entre Argentina, España, Chile, Cuba y México, con la realidad que atraviesa esta parte del mundo, el actor lamentó que «en Latinoamérica haya ciertos conceptos como justicia social, educación, trabajo y vivienda que se asocian con algo pasado de moda».

El intérprete, que en cine también encarnó papeles centrales en «Darse cuenta» y «El lado oscuro del corazón», agregó en tono crítico que «aunque el planteo de una sociedad diferente parezca cosa de 'zurditos marxistas', esas ideas siguen molestando al 'establishment'».

Un filme latino

La atmósfera latina pero pluricultural que se desenvuelve en Miranda exhibe los aportes de los países que intervinieron en la coproducción con las presencias de Juan Echanove, Juan Diego y Rebeca Cobos (por España), Vladimir Cruz y Enrique Quiñones (por Cuba), Alejandro Trejo (por Chile) y los argentinos Grandinetti y Torres.

El elenco de la película que se rodó en San Luis, Villa Mercedes, Buenos Aires y Valparaíso, se completa con Gabriel Rovito, Vando Villamil y Lourdes Abalo.

De regreso a la trama de «El juego de Arcibel», Grandinetti subrayó que le «encantó» el guión -de Daniel García Molt y el propio realizador- cuando lo leyó, y lo juzgó «una historia hermosa y con un personaje muy rico».

«Compongo a un viejo egoísta que no le importa nada, pero también cuenta que se puede y, además, habla de ciertos íconos que aparecen en el imaginario popular y a los que se sobrevalora», añadió.

Metido de lleno en la problemática que rodea a la criatura que le tocó animar, el artista relató que «hubo un acuerdo con Alberto (Lecchi) para que Arcibel fuera tomando más conciencia de lo que va haciendo y profundizara la ambivalencia que ya se olfateaba en el guión».

Sobre esa participación en la génesis de Arcibel, Grandinetti señaló que, aunque le «encanta» que lo dirijan, es «muy metido y lo hago con la responsabilidad que debe asumir aquel que toma parte de un proyecto colectivo que depende de la opinión y del trabajo de muchos. Y yo soy uno de esos muchos».

Capaz de profundizar en esa injerencia positiva en torno al proceso de un rodaje, indicó que no tiene «ganas de ser director», pero contó que el responsable de fotografía Hugo Colace y su psicóloga coinciden en que «algún día» tendrá a cargo una dirección».

Tras el estreno del filme en la Argentina, Grandinetti continuará con su creciente trayectoria internacional al compartir con la actriz española Aitana Sánchez Gijón lo que definió como «una especie de ópera» titulada «Juana de Arco en la Hoguera» que se pondrá en junio en un festival de música y danza en Granada.

A partir de agosto, en tanto, continuará en los sets españoles para ponerse a las órdenes del veterano y reconocido Jaime Chavarri y de la ascendente Laura Mañá.

Por último y en una nueva referencia a situaciones dolorosas y cotidianas, el intérprete que en 1999 actuó en la tira televisiva «Chiquititas», aseveró: «Odio decir esto, lo detesto; pero la verdad es que en tiempos de la dictadura militar en la Argentina, yo no sabía nada de lo que estaba pasando en el país».

«Tenía 17, 18 años, era chico pero lo suficientemente grande si se tiene en cuenta que había gente de mi edad que moría y desaparecía -se explayó- pero no la vi».

A modo de descarga, el artista arriesgó que una trama como la de «El juego de Arcibel» colabora «a la discusión sobre el pasado», pero enseguida sostuvo que «es muy difícil hablar de esto cuando se trata de una película que se va a estrenar una semana después de 'Matrix recargado'».

Darío Grandine-tti compone un personaje ambiva-lente en «El juego de Arcibel».


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