Alberto Fernández con la CGT: analizaron un bono y se abordó el conflicto por los neumáticos

La "mesa chica" de la central en la reunión con el presidente en Olivos, trataron la situación inflacionaria y cómo mantener el poder adquisitivo.

Actualizada 0:40

Los dirigentes de la «mesa chica» de la Confederación General del Trabajo (CGT ) fueron recibidos esta noche por el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos para hablar de paritarias y de inflación. Se habló de la posibilidad de un bono de fin de año y los sindicalistas le pidieron que intervenga el Gobierno de manera más decidida para el solucionar el conflicto que mantiene frenada la industria del neumático.

En la cena debatieron sobre los pasos a seguir en materia de paritarias y conservación del poder adquisitivo en medio de la preocupación por el alza inflacionaria que no cede. Además, estuvo presente sobre la mesa el conflicto del neumático y la preocupación de los gremios por su extensión en el tiempo.

Por la central obrera asistieron una pequeña pero influyente delegación, integrada por los miembros del triunvirato Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de servicios), representantes de grandes gremios como Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (UOCRA), además de José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).

El restante integrante del triunvirato, el camionero Pablo Moyano, en tensión con el resto de la conducción cegetista, no concurrió. «Creo que no lo invitaron», deslizó a NA un hombre del entorno del hijo de Hugo.

La realización del encuentro fue difundida por hombres de la CGT, mientras que en Casa Rosada seguían sin confirmarlo hasta bien entrada la noche.

Sindicalistas buscan que la paritaria siga abiera

Los dirigentes sindicales volvieron a ratificar ante el mandatario su postura de que las paritarias deberán seguir abiertas para al menos empatar la inflación acumulada, que sigue sin dar tregua y que todo indica que terminará el año en torno al 100 por ciento.

Por su parte el ministro de Economía, Sergio Massa, no participó.

En medio de la escalada de precios, el Gobierno dejó entrever semanas atrás la posibilidad de implementar un bono de emergencia para todos los asalariados privados.

La idea es aceptada por las corrientes sindicales cercanas al kirchnerismo pero no es bien vista por la conducción de la CGT, que cree que esos mecanismos a la larga no sirven para que el bolsillo pueda recuperar terreno frente a la inflación.

Los popes cegetistas prefieren como «mal menor» que se mantenga el actual esquema de «paritarias permanentes» en la que los gremios negocian actualizaciones cada tres o cuatro meses en promedio.

De esta forma, algunos sindicatos con poder de fuego pueden equipararse al alza de precios, aunque tanto Gobierno como sindicalistas son conscientes de que una gran porción de trabajadores como los informales, cuentapropistas o monotributistas irremediablemente se verán superados por el ritmo de los precios.


Fuente: Noticias Argentinas


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