Hospitales de Neuquén garantizan abortos no punibles durante la pandemia

El acceso a la interrupción legal del embarazo y a los métodos anticonceptivos se considera servicio esencial durante la emergencia por COVID-19. Tanto en el Castro Rendón como en el Heller las profesionales aseguran que se realizan, aún si requieren internación.

El acceso a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) y a los métodos anticonceptivos está considerado por la autoridad sanitaria servicio esencial dentro de la emergencia por la pandemia de COVID-19. En Neuquén, tanto el hospital Castro Rendón como el Heller han adaptado la atención para garantizar la práctica.

La ILE está encuadrada dentro de los derechos sexuales y reproductivos y en la provincia se actualizó el protocolo que tiene jerarquía ministerial al igual que el de Nación. En Argentina el aborto está permitido cuando corre riesgo la vida o la salud de la persona que transita el embarazo o cuando este es producto de una violación.

El aislamiento obligatorio puede generar obstáculos para la ILE, especialmente porque se trata de una práctica de salud estigmatizada (no hay activa promoción en cartelería), en un contexto en el que se conjugan distintas circunstancias: desde la restricción para la circulación en el espacio público, la concurrencia a un sitio que las exponga a la pandemia, hasta la depreciación de las condiciones económicas. Eso se traduce en mucha angustia en quienes saben que el aborto es más seguro mientras más temprano se realice (ver aparte).

Luciana Hita, quien está cargo del servicio de ginecología del hospital Castro Rendón, indicó que hay tres modos de solicitar una ILE hoy: en los consultorios 23, 24 y 25 que tienen atención todos los días de 8.30 a 14 por orden de llegada (allí también se brindan los anticonceptivos), por servicio social o Salud Mental, y en la guardia ubicada en el segundo piso. Sobre esta última forma de acceso precisó: “todos los días hay alguien que garantiza el procedimiento y si no se deriva al día siguiente. Hay muy pocas guardias en las que todos sean objetores y esos objetores saben a dónde guiar a la paciente”.

Dijo que ecografía y laboratorio se piden por guardia “lo tramitamos nosotros” y los controles posteriores se hacen en consultorio.

En el Castro Rendón se practican entre ocho y diez abortos no punibles por mes. El 80% son durante el primer trimestre de gestación y la causal que predomina es la de salud integral. Lo máximo que se demora es una semana.

Sobre el suministro de misoprostol, que es el medicamento indicado para el tratamiento ambulatorio, Hita planteó: “es inconstante, a veces tenemos inconvenientes y los centros de salud también porque lo manda Nación, a veces manda, a veces no y tiene que salir a comprar la provincia. La provisión algunas veces tiene dificultades pero no ha cambiado eso con respecto a la pandemia.”

Afirmó que se están realizando, también, los abortos en el segundo trimestre. “No se posterga. No porque tenga que requerir internación, que la pone en un cierto riesgo mayor a la paciente con respecto a la infección de COVID, no por eso no la vamos a internar para el ILE o le vamos a dilatar el tiempo«, explicó.

Daiana Brelaz, ginecóloga del hospital Heller, contó que fue creada una dirección de correo electrónico- consejeriaopciones.hhh@gmail.com– en la que la las personas envían su nombre y un teléfono de contacto. También se pueden comunicar al: 4490785 o 4490726.

“Hacemos una entrevista telefónica para ver bien cuál es el causal, que es lo que está sucediendo, cuántas semanas aproximadamente son, y después las citamos una vez al hospital para hacer los estudios que corresponden según el caso y ya entregarles la medicación o internarlas, según la edad gestacional”, agregó Brelaz.

La idea es que concurran una sola vez. El año pasado se realizaron 50 abortos no punibles en el Heller, y en los cuatro meses del año llevan hechos 45.

“Las que llegan al hospital son las que tienen factores de riesgo: cirugía en el útero o son embarazos avanzados, que ya no se pueden resolver en el primer nivel de atención”, manifestó la profesional.

En cuanto al acceso a métodos anticonceptivos mencionó que post-ILE se brindan, tanto en el control si fue ambulatorio como si estuvo internada. Además se abrió un consultorio una vez por semana, los jueves, desde las 9 para quien requiera.

El dato

80%
de las ILEs que se practican en el hospital Castro Rendón corresponden al primer trimestre de gestación, por lo tanto, se hacen de manera ambulatoria.

Las socorristas acompañan y brindan información a quienes están transitando un embarazo que deciden interrumpir. La atención es telefónica. La Revuelta es parte de la red urdida en todo el país.

“Lo que nosotras notamos es que el volumen de las llamadas se mantiene. Seguimos recibiendo entre 30 y 35 llamadas por semana, pero lo que cambió centralmente es el tipo de llamada. La sensación de encierro hace que la idea de “no tengo salida con esto” se vuelva más pesada. El requerimiento también de quien llama hacia las telefonistas tiene por un lado, angustia, y más necesidad de resolverlo prontísimo, la sensación de “las estoy llamando pero creo que no tengo salida”. Las llamadas son más largas de 15 y 20 minutos sosteniendo a una mujer”, describió la activista, Ruth Zurbriggen. El sitio es socorristasenred.org.


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