Hoy celebramos el Día Mundial del Malbec

Hoy 17 de abril se celebra el Día Mundial del Malbec, un festejo que pone en el centro de la escena al vino argentino y sus protagonistas. Ernesto Catena, creador de vinos y Martín Bruno, sommelier argentino y dentro de los 15 más importantes del mundo, opinan sobre el varietal emblema de nuestro país.

– ¿Por qué el Malbec es tan importante en Argentina?

– Ernesto Catena: Porque es muy compatible con nuestro terroir; el malbec es difícil de cultivar en otras partes del mundo, y sin embargo en Argentina, especialmente en algunas zonas de mendoza , se da muy bien.

– Martín Bruno: En primer lugar, porque es la variedad de calidad más plantada, la que mejor se ha adaptado a los distintos terruños del país, y la que nos representa en el exterior. También, nos permite distinguirnos de otros países productores porque, a pesar de que ha habido crecimiento y experimentación, en ningún lado se da como acá.

– ¿Cómo te imaginás el futuro del Malbec en Argentina?

– Ernesto Catena: No me parece bien que el Malbec se plante en todas partes. Hay climas en Argentina que son mejores para el Malbec, otros para el Pinot, otros para Bonarda, Cabernet Franc, etc… sigamos el modelo de Francia, que asigna uno o dos varietales a cada zona vitivinícola.

– Martín Bruno: Creo que el futuro del Malbec está en seguir buscando a través de la interpretación de los diferentes terruños, para realmente entender los lugares diferenciales donde encontramos esta variedad. También encontraremos seguramente mayor innovación. Hoy tenemos vinos espumosos, blancos, rosados, tintos, fortificados y grappas hechas con Malbec. ¿Qué más podrá venir?

– ¿Qué tiene que tener tu Malbec preferido?

– Ernesto Catena: Más calidad, menos cantidad.

– Martín Bruno: Es muy difícil elegir «un Malbec» preferido, gracias a que la variedad es capaz de entregar grandes vinos en zonas muy diferentes. Pero una descripción bastante general de mi Malbec «ideal» sería: color violáceo intenso y profundo, aromas de fruta negra madura, florales, especias dulces y un toque más herbal y fresco. En la boca tiene que ser fluido y suave, con los característicos taninos aterciopelados, pero al mismo tiempo gran cuerpo y persistencia.