Rugbiers franceses acusados de violación parten de Interpol en Buenos Aires rumbo a Mendoza
Los rugbiers salieron con una comitiva policial de varias motos y vehículos de la sede de la división de Interpol de la policía federal argentina rumbo a Mendoza.
Hugo Auradou, de 20 años, y Oscar Jegou, de 21, son los dos jugadores de rugby de Francia acusados. (Gentileza)
Los dos rugbiers franceses acusados en un caso violación y agresión física en Argentina fueron transportados este jueves fuera de la sede de Interpol en Buenos Aires, donde estuvieron detenidos desde el lunes, para ser trasladados a Mendoza donde habrían transcurrido los hechos, según un portavoz del gobierno de la provincia.
Los rugbiers salieron con una comitiva policial de varias motos y vehículos de la sede de la división de Interpol de la policía federal argentina rumbo a Mendoza, 1.000 km al oeste, para presentarse ante la fiscalía y someterse a peritajes médicos, constató una periodista de AFP en el lugar.
El jefe de prensa del ministerio de seguridad de Mendoza, Javier García, confirmó a la AFP que los detenidos serán transportados a la capital mendocina por tierra, en un viaje que tomará entre 12 y 15 horas.
Hugo Auradou, de 20 años, y Oscar Jegou, de 21, fueron detenidos el lunes en Buenos Aires, dos días después de medirse en un test match frente a Argentina en la ciudad de Mendoza.
Los hechos de los que se los acusa se habrían producido la madrugada del domingo en el Diplomatic Hotel, donde se hospedaban jugadores y cuerpo técnico para su primer encuentro ante los Pumas.
La abogada de la querellante, Natacha Romano, dijo a la AFP el miércoles que Auradou invitó a la mujer a tomar un trago a la habitación luego de haberla conocido en un bar. En la habitación, él y Jegou supuestamente la habrían violado y golpeado con una «violencia feroz».
En un comunicado, la Federación Francesa de Rugby (FFR) escribió que los jugadores «confirmaron que habían mantenido una relación sexual con la joven durante la noche, pero negaron firmemente cualquier forma de violencia».
El abogado de la defensa, Rafael Cúneo Libarona, dijo a la AFP que tenía «pruebas concretas» para mostrar que había habido consentimiento.
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